Coronavirus | Las UCI asturianas afrontan al 50% un momento clave, con preocupación por la sobrecarga de trabajo

Aunque la evolución de los casos por coronavirus en el Principado tiende a estabilizarse, nadie del sistema sanitario se atreve a lanzar las campanas al vuelo. Las UCI asturianas tenían ayer 76 pacientes, un 50% de la capacidad total si se atiende al escenario de máximos de 151 camas que comunicó la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, hace unos días. El termómetro para medir ese nivel de ocupación lo marca el HUCA, en tanto referencia para casos COVID-19 desde el minuto cero. Actualmente, en esta área del hospital permanecen 57 pacientes ingresados de las 64 plazas que dispone de forma habitual y a la espera de abrir los dispositivos auxiliares. De hecho, ya está preparada una zona -próxima al helipuerto- con otras 25 camas preparadas, según confirmaron fuentes hospitalarias. Es decir, a pesar de los máximos actuales, la puesta en marcha del plan de contingencia previsto, aliviaría la presión hasta el 60%. Estas mismas fuentes subrayan que «la distribución de pacientes críticos va en función de que sean positivos en COVID19 o no de cara a que unos y otros estén en ubicaciones diferentes en todo momento». En esta misma línea se pronuncian desde el Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa): «El factor limitante, más que los espacios del HUCA, que se podrían llegar a duplicar, son los respiradores; los casos más leves parece que se van estabilizando pero los graves, que son los que requieren ingreso en las UCI, van en aumento». De hecho, según las estimaciones que hacía el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, «la estancia media en la UCI es de 28 días». Tan solo hace falta revisar los casos asturianos para comprobarlo: únicamente dos pacientes por coronavirus han abandonado la UCI desde el inicio de la pandemia. Y ahí radica el eventual problema de congestión a medio plazo: los ingresos crecen con cuentagotas pero tardan varias semanas en abandonar la UCI.

No es un escenario exclusivo del HUCA. El San Agustín de Avilés es el más saturado: 9 pacientes en una UCI de 11 plazas, aunque con opción de duplicarlas. Cabueñes en Gijón, tiene actualmente 8 casos COVID-19 de una capacidad de 14 totales, que se aumentarían hasta 21. El Valle del Nalón era el más desahogado el miércoles: solo permanecen dos pacientes sobre un total de seis camas, que serán 18 los próximos días.

Con una situación aparentemente controlada a día de hoy, las miradas se posan sobre el desgaste del personal y el desabastecimiento de fármacos. Fuentes sanitarias señalan que «comienzan a faltar tanto para el coronavirus como para el bloque neuromuscular que necesitan pacientes con respirador». Preocupa también, el fin de existencias de sedantes. Actualmente es el propio Ministerio de Sanidad quien compra y reparte en función del número de UCI. ¿Y el personal? A la falta de enfermeras en las bolsas de empleo, tal y como viene apuntando el Sindicato de Enfermería (Satse) desde hace semanas, se suman los cursos exprés para incorporar personal a las UCI. Lo que habitualmente se hace en un curso de 400 horas, ahora toca hacerlo en dos o tres días. No obstante, desde Satse constatan, aún no ha sido necesario ni cambiar ni alargar turnos. En paralelo, fuentes sindicales también avanzan que «la sobrecarga se paliará con la colaboración de los anestesistas, que 'rescatarán' a los intesivistas». Para lo que a día de hoy hay menos solución es para el estrés físico y el cansancio, «sobre todo el psicológico».