La Asturias que viajó al Vaticano para visitar al Papa

La fecha en que lo conoció la tiene el ovetense Juan Carlos Rodríguez-Ovejero grabada porque «nos recordó el compromiso humano y cristiano que tenemos con las personas que sufren». «Fue el 17 de septiembre de 2016 cuando tuve la fortuna» de verlo durante una audiencia que concedió a la confederación mundial de Antiguos alumnos de los Jesuitas coincidiendo con su encuentro en Roma.

Cuenta el hoy presidente de la Ópera de Oviedo que en aquella reunión hablaron de «los 65 millones de personas que están desplazadas por la fuerza en todo el mundo» y «con gran cariño pero firmeza nos recordó que se trata de la mayor crisis humanitaria tras la Segunda Guerra Mundial». Insistió el Papa entonces en que se trataba «de mujeres y hombres, niños y niñas como los miembros de nuestras familias y amigos. Honestamente, nos tiró de las orejas a los que hemos sido y somos unos privilegiados», ahondó Rodríguez-Ovejero.

De esa visita y de todas cuantas veces lo ha visto, aunque fuera por la televisión, «me ha impresionado siempre su valentía para afrontar los retos, su denuncia de las injusticias a las que estamos acostumbrados». Y como ejemplo de esa voluntad que siempre llevó por bandera destaca quien ayudó a crear la Asociación de Antiguos Alumnos Jesuitas de Oviedo hace 25 años que la víspera de su partida hiciera «una llamada a la paz». En resumen, Rodríguez-Ovejero describe al Papa como «una persona cercana, cariñosa, reflexiva, afable, sonriente, cercana, pero sobre todo muy valiente… y eso genera siempre criticas».

Lo conoció muy bien el Padre Ángel. El sacerdote asturiano destaca del Papa su mirada aperturista y haber querido «una Iglesia para los pobres». Dice que Francisco abrió mucho más las ventanas y las puertas, que seguía con los mismos zapatos que tenía en Buenos Aires. Le describe como un Papa «humano, tierno, defensor de las mujeres y los pobres y siempre con una sonrisa para la gente».

Acerca de la educación de los jóvenes departió el Papa Francisco con el ovetense Daniel Villanueva, director de Entreculturas, Fe y Alegría España. Durante una audiencia le regaló una Silla Roja, símbolo que utiliza la ONG para representar la defensa del derecho a la educación Y con el hoy sportinguista Kevin Vázquez compartió su afición por el fútbol cuando el jugador le regaló una camiseta del Celta de Vigo.