Desescalada | Peluquerías y comercios a medio gas en una reapertura que deja fuera a los bares

Había ganas de salir y no solo para pasear. Había ganas, incluso necesidad, de volver a la peluquería, a la librería, a buscar un perfume o a comprar ese zapato deportivo que ahora resulta vital para ampliar los límites horarios y de distancia a los que obliga la fase cero de la desescalada. Había ganas de volver a la normalidad, aunque sea 'nueva' y marcada por medidas higienizantes nunca vistas. Y Asturias se echó a la calle ayer, en el primer día de apertura condicionada de comercios y centros de servicios de belleza y salud. El mismo día en que la inmensa mayoría de bares y restaurantes siguieron con la persiana bajada. Solo unos pocos intentaron reactivar el negocio con la venta a domicilio, el único permitido en esta fase de la desescalada. Los demás consideran «un agravio comparativo» que no se les permita abrir con plena actividad y aforo completo. Y siguen cerrados.

«Necesitamos el aforo completo», exigió ayer el presidente de Otea. José Luis Álvarez Almeida, que está al frente de la entidad que aglutina a hostelería y alojamientos. Insiste en que «el sector de la hostelería necesita un plan estratégico. Las limitaciones deben ser de espacio, pero nunca de aforo, ya que eso supone limitar, directamente, los ingresos».

MientrasOtea continúa en la pelea -tanto a nivel local como regional y nacional- para lograr que, el próximo lunes, la apertura hostelera sea como ellos quieren, el resto de sectores que ayer reiniciaron actividad tras más de cincuenta días cerrados tuvieron desigual fortuna.

Aunque no hay cifras globales («no podemos saber cuántos han decidido abrir», confirmó la gerente de la Unión de Comerciantes del Principado), el director general de Comercio, Emprendedores y Economía Social, Julio González Zapico, sí detectó «una importante actividad en Gijón y Oviedo», con «un 50% de locales del sector de peluquerías abiertos», según las cifras facilitadas por la Asociación de Imagen Personal del Principado (Aimppa).

«El centro de Gijón estaba lleno. Habías colas ante los establecimientos, porque no solo es que solo se atienda con cita previa, sino que también hay aforo limitado», recordó Carmen Moreno, en referencia a que solo pueden abrir los locales de menos de 400 metros cuadrados y solo se puede atender a un cliente por trabajador.

Algunos consumidores despistados se quedaron con las ganas de comprar, ya que pretendían acceder al comercio sin haber solicitado acceso con antelación. «Las empresas que han optado por abrir ya tenían estos días habilitado o un número de teléfono o una web para recibir tanto pedidos 'online' como citas para acceder al comercio», explicó Moreno.

Concluida la jornada, para Moreno «la valoración tanto en Oviedo como en Gijón es positiva», ya que, explica, «las ventas no han estado mal y se prevé que vayan en aumento en los próximos días». Porque, por el momento, el único comercio será posible en establecimientos de menos de 400 metros cuadrados, lo que deja fuera a las grandes superficies.

En su opinión, «el comercio ha recibido una gran respuesta del público tras el esfuerzo realizado», visible tanto en las modificaciones en algunos comercios, con mamparas y máquinas de ozono, así como en la especial higienización a la que obliga la norma de cada prenda tras haber sido probada por un cliente: «Se utilizan planchas de vapor para dejarlas listas».

La nota discordante en el tirón comercial de Asturias la marcó Avilés, donde los comercios permanecieron cerrados, a la espera de la apertura sin aforos prevista para el próximo lunes. En la Villa del Adelantado, sí trabajaron a buen ritmo, como en el resto de la región, los centros especializados en belleza. Porque las peluquerías si que evidenciaron la reactivación comercial, con colas ante varios establecimientos, ya que la normativa no solo limita el acceso de un cliente por cada trabajador disponible, sino que obliga a la desinfección del local tras cada uso. Los profesionales aseguraron que la higiene «está garantizada», tanto para los trabajadores, que llevan bata, máscara y guantes, como para los clientes, a los que se les ofrece, también, ropa de protección, así como gel desinfectante.

Unas medidas que no han puesto en marcha las agencias de viaje. ¿La razón? «Ahora mismo, seguimos sin saber qué tenemos que hacer». La patronal que las aglutina, Operadores Turísticos y Agencias de Viaje de Asturias (OTAVA), hizo público un comunicado en el que anuncia que no solo no abrirán estos días, sino tampoco en la fase 1, que comienza el próximo día 11.

Explican los empresarios: «No tenemos producto para vender, con limitación de movimientos y sin saber cuándo se recuperará la movilidad». Además de que siguen a la espera de un protocolo de seguridad para iniciar su actividad.

Recuerdan también que siguen trabajando «en los cambios y cancelaciones de las reservas que se habían gestionado hasta el inicio de la pandemia» y lamentan que aún no hayan llegado «los reembolsos de las compañías aéreas, ya que, hasta que no se levante el estado de alarma, no empezarán a contar los sesenta días de plazo de 'negociación' que marca la ley». El presidente de la entidad, Íñigo Fernández, insiste: «La fase 1 de la desescalada no nos llegará a nosotros. No sabemos nada».