Susana Alfageme, abogada: «Ya están aquí los primeros efectos negativos del Registro Único sobre los pisos turísticos»
La abogada Susana Alfageme desgrana las consecuencias del Registro Único de alojamientos temporales y las opciones más rentables para quienes quieran mantener su propiedad, pero no puedan destinarla a ese uso
Por si todavía había algún escéptico que dudara de las cada vez mayores restricciones y controles legales a los pisos turísticos y de alquiler temporal, las últimas noticias sobre los primeros efectos que ha generado la implantación del Registro Único de alojamientos temporales no dejan lugar a dudas.
Hágamos un poco de memoria. Desde el uno de julio de este año, los propietarios de viviendas destinadas a estos dos tipos de alquiler (turístico y temporal) tienen la obligación de inscribirse en el Registro Único del Ministerio de Vivienda cuando su comercialización se vaya a realizar a través de plataformas de alquiler on line. La inscripción se convierte, por tanto, prácticamente en un requisito necesario porque lo lo más habitual, hoy en día, especialmente si se trata de pisos turísticos, es su publicidad a través de las plataformas digitales. Sin duda, es esta la mejor fórmula para obtener ocupaciones.
La tramitación de las solicitudes de inscripción, que se realiza a través del Registro de la Propiedad, implica, de hecho, el control del cumplimiento de todos y cada uno de los requisitos que se exigen para que se encuentren funcionando como alojamientos temporales. Sin el cumplimiento de estos requisitos, estas viviendas no obtienen el identificador necesario que hay que trasladar a las plataformas para poder subir sus anuncios. Y aquí es donde los propietarios de pisos turísticos se han tropezado con el primero de los problemas.
Actualmente la obtención de una licencia resulta realmente complicado si atendemos a los requisitos autonómicos y municipales existentes, además de tener que contar con la autorización de la respectiva comunidad de propietarios.
De todas las solicitudes de registro que se han planteado, más de 53.000 viviendas no han podido registrarse por no cumplir estos requisitos y, en consecuencia, no han podido obtener el identificador preceptivo para continuar anunciándose a través de plataformas digitales.
Más control
El siguiente paso, como es obvio, que va a dar el Gobierno y que ya está anunciado, es la revisión de esas plataformas para que no continúen anunciándose viviendas que no se encuentren registradas y sancionar a los que lo continúen haciendo sin cumplir todas las exigencias legales. Esto al margen de que se ha incrementado el control de los pisos turísticos que se encuentran en el mercado incluso sin la preceptiva licencia, que también los hay. La política legal va encaminada a sacar viviendas del mercado turístico de forma general pero desde luego a las que no se les va a perdonar la vida es a la que se encuentren ilegales.
Por otro lado, no hay que olvidar que la inclusión en el registro y la supervisión de las plataformas genera otro efecto colateral: un mayor control fiscal. Nada de escaquearse del fisco, lo que tampoco es nada agradable para estos propietarios, como es obvio, porque la fiscalidad de los pisos turísticos es mucho más alta que la de las viviendas que se destinan a alquiler de vivienda permanente. Y todo ello sin sumar a la ecuación el IVA del 21% que está por venir y que se encuentra anunciado.
Si analizamos toda esta situación, la conclusión es clara: los inconvenientes y cortapisas legales a las viviendas destinadas a pisos turísticos y a alquileres temporales se van a ir incrementando porque la idea es que, al cerrarles el camino, esas viviendas se destinen al alquiler de vivienda habitual. Ese es el plan y el Gobierno lo da por seguro. De hecho se da por hecho que esas viviendas a las que no se les ha permitido registrarse irán destinadas al alquiler de vivienda habitual. Pero esto no es tan así.
La libertad para decidir qué hacer con su patrimonio corresponde a cada propietario y es este quién, si se le cierra el camino del uso turístico, pensará si vender, dejar la vivienda vacía o alquilar. ¿Qué hace falta para convencer a estas personas que el alquiler de vivienda es ahora la mejor opción? Desde luego no empujarlas a que lleguen a esta solución de cualquier manera y por obligación.
Muchos propietarios no eligen el alquiler de vivienda habitual precisamente porque las leyes no les protegen. Y este es un paso que necesariamente hay que dar. En mi profesión he escuchado a muchos propietarios decir que no alquilan «hasta que cambien las leyes». Y realmente es una lástima. No podemos esperar a que los poderes políticos hagan su trabajo para analizar y aplicar la mejor fórmula para rentabilizar una propiedad por una razón fundamental: realmente estamos en un momento muy bueno para alquilar pero no porque nos fuercen a ello si no por la propia situación del mercado.
Mercado del alquiler
En un momento en que el precio de la vivienda y de los alquileres está subiendo, mantener la propiedad y no vender implica aumentar el valor del patrimonio pero, además, alquilar como vivienda permanente puede suponer obtener unos ingresos estables sin el esfuerzo y los quebraderos de cabeza de los pisos turísticos, de los alquileres temporales y del alquiler por habitaciones.
Y se puede hacer. Incluso con las leyes que tenemos ahora e incluso aunque tarden en mejorarlas o nunca lo hagan.
Y esto es así porque hoy los propietarios tienen suficientes mecanismos para elegir un buen inquilino, hacer un buen contrato y tejer una buena red de seguridad. Y todo ello sin las complicaciones, cada vez más evidentes, que se están generando con los pisos turísticos y el resto de las opciones temporales. Tan solo es cuestión de dar un paso adelante y hacer las cosas bien. No porque nos lo imponga nadie sino valorando el conjunto de datos reales que juegan hoy en el mercado.
Por eso, si tienes uno de esos pisos turísticos que no ha podido acceder al Registro, valora esta opción y no por lo que diga el Gobierno sino por los datos objetivos del mercado inmobiliario.