El Sporting de Gijón valora recurrir las expulsiones de Álex Corredera y Guille en Almería
El acta justifica que Kevin, con una herida en la espinilla tras la dura acción de Thalys, fue amonestado por disputar un balón de forma «temeraria»
Siete faltas cometidas por el Real Sporting de Gijón (quince hizo el Almería, que terminó con tres amarillas), con un resultado final de cuatro ... tarjetas amarillas y dos rojas. El arbitraje del madrileño Manuel Ángel Pérez Fernández, colegiado de 35 años que cumple su segunda temporada en Segunda División, fue decisivo en el partido de ayer, que el Sporting terminó con derrota, pese a haberse adelantado en el marcador. La actuación arbitral deja herida por las dos expulsiones de Guille Rosas y Álex Corredera. Asier Garitano no les podrá utilizar en el partido del próximo domingo contra el Albacete.
En la expedición del Sporting, que regresó a primera hora de la tarde a Gijón con David Guerra a la cabeza, había malestar y descontento con el arbitraje del madrileño. Especialmente, con la confusa acción que derivó en la expulsión de Guille y, también, con la durísima entrada que recibió Kevin Vázquez del brasileño Thalys, siendo el lateral sancionado con amarilla. Curiosamente, el brasileño, aunque pareció que era amonestado también, no figuraba en el acta con tarjeta.
Ya en el interior del Almería Stadium, los futbolistas rojiblancos tuvieron una pequeña charla con el árbitro, con la sensación de que no había estado acertado en situaciones determinantes del partido. El club mantiene un contacto frecuente con el Comité Técnico de Árbitros, que hoy empezará a repasar los partidos de la jornada y a valorar la labor de sus colegiados. Entre ellos, Manuel Ángel Pérez. Mañana, además, está previsto que ofrezca alguna explicación sobre alguna acción particular, a la espera de saber si su actuación se considera correcta o negativa en Las Rozas y si, en este último supuesto, podría ir a la nevera en las próximas jornadas.
En Mareo, de forma paralela, pretenden revisar hoy las secuencias de las dos expulsiones para ver si alguna de las tarjetas amarillas es recurrible, buscando contar con Guille o Corredera el domingo. El club tiene de margen hasta mañana para decidir si presenta alegaciones previas ante Competición. De todas formas, el Sporting no quería volcar la responsabilidad de la derrota en la figura del árbitro.
Hacía autocrítica por lo sucedido en un partido que tenía encarrilado hasta el minuto 50, con el 0-1, entendiendo que el equipo se había dejado llevar por la deriva arbitral. También que había alguna acción, como la primera amarilla que vio Guille por tirar un balón al campo, evitable. Con ese pensamiento acudió Garitano a la sala de prensa: «No quiero buscar la excusa, no nos ayudaría en nada». La consigna interior es dejar atrás el cabreo y romper la dinámica de tres derrotas consecutivas el domingo.
Hubo dos secuencias, además del penalti corregido por el VAR en la primera parte, especialmente controvertidas. La primera, la expulsión del canterano, quien había sido amonestado en la primera mitad por arrojar ese balón al campo para rebañar unos segundos al reloj cuando Yáñez iba a sacar. Pero la segunda amarilla, cuando el Sporting ganaba 0-1, cambió el choque. El Almería empataría poco después.
Guille, «de forma voluntaria»
La acción tuvo lugar en el minuto 50 y apunta a una falta de entendimiento. Guille salía en carrera por la banda y fue derribado por Baba cerca del banquillo del Sporting, quedando tendido fuera del césped. El colegiado no señaló la falta y el juego continuó con saque de banda a favor del Almería. Pareció que el madrileño detenía el partido para que el lateral fuera atendido, pero tampoco quedó muy claro. El lateral, de todas formas, no lo vio y no estaba recibiendo ninguna atención médica, por lo que se levantó y entró al campo. Manuel Ángel Pérez reaccionó sacándole la segunda amarilla ante los gestos de frustración de Guille, que no entendía nada. El acta señaló que el canterano fue sancionado por «entrar en el terreno de juego estando el balón en juego sin mi autorización, tras permanecer fuera de forma voluntaria».
Más extraña fue la explicación para justificar la amarilla que vio Kevin, que disputó un balón con Thalys, quien impactó con los tacos en la tibia derecha del vigués. Una acción muy peligrosa y que el VAR debería haber revisado. Como resultado, Kevin tenía una brecha vertical, abierta por un taco, con un hematoma. Pero, sin embargo, fue amonestado por disputar un balón «de forma temeraria, entrando con el pie por delante en forma de plancha».
Manuel Ángel Pérez, tras su error de laprimera parte: «Voya cancelar el penalti»
Manuel Ángel Pérez ya tuvo un error en la primera mitad, antes de la expulsión de Guille, de la entrada a Kevin y de la expulsión a Corredera por aplaudir, lo que el madrileño consideró una «mofa» hacia él. El árbitro señaló un penalti a los 42 minutos, cuando el Sporting ganaba por 0-1, por mano de Justin Smith, quien tenía su brazo izquierdo pegado al cuerpo. «Manu, te recomiendo una revisión para que valores una potencial cancelación del penalti», le insta Rubén Ávalos Barrera, árbitro del VAR. «En mi opinión, el jugador está escondiendo la mano y en posición natural, pegada al cuerpo», apostilla.
El madrileño atiende la llamada y se dirige al monitor, confirmando su error: «Rubén, estoy de acuerdo. El jugador la tiene abierta, pero la va a pegar a su cuerpo, ¿vale? Y justo en el momento del contacto, la tiene prácticamente pegada a su cuerpo y no se hace más grande con la mano, ¿vale? Voy a cancelar el penalti y balón a tierra al portero».
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