El préstamo del Grupo Orlegi al Sporting de Gijón reforzará la estructura financiera del club
La inyección de once millones de euros desahoga las cuentas rojiblancas y mantiene la participación de los socios minoritarios
El préstamo participativo de once millones de euros que el Grupo Orlegi concede al Sporting de Gijón, que será ratificado el 26 ... de septiembre en una junta extraordinaria de accionistas, servirá para reforzar la estructura financiera del club. Una inyección de capital validada por la Liga de Fútbol Profesional con la que la entidad rojiblanca podrá mirar con más tranquilidad a su futuro próximo. La decisión de los propietarios del Sporting supone un desahogo para las cuentas de un club que pierde dinero en Segunda División merced a su estructura y ambición deportiva, aunque la previsión para este ejercicio es acabar en positivo.
Algunos detalles de la operación se darán a conocer en la propia junta extraordinaria, donde el consejo tendrá que dar cuenta de la misma. La fórmula utilizada por la propiedad, la del préstamo participativo, permite anticipar varias cuestiones, como los intereses. Un préstamo de esta índole, según explican fuentes conocedoras de este tipo de procesos, implica establecer un tipo fijo y otro variable. La devolución de los importes va ligada en muchos casos a la marcha económica de la entidad, lo que da un amplio margen de maniobra al Grupo Orlegi. La Liga de Fútbol Profesional obliga a que este tipo de préstamos se hagan a precios de mercado, aunque el hecho de que el dinero llegue desde el mismo grupo empresarial y no desde una entidad privada externa apunta a condiciones ventajosas para el Sporting.
Los préstamos participativos tienen además un componente que también puede resultar positivo para el Sporting. Y es que en caso de que así lo decida el acreedor, en este caso el Grupo Orlegi, se puede optar por capitalizarlo, renunciando a recibir el importe a cobrar para convertir ese dinero en acciones del club. El hecho de haber optado por la fórmula del préstamo participativo en vez de la ampliación de capital supone además que los socios minoritarios del club no verán diluida su participación en la sociedad.
Desde la entidad apuntan a que esta operación se pone en marcha para tratar de garantizar la autosostenibilidad del club. Una bocanada de oxígeno con la que afrontar las obligaciones más próximas sin ver dañada la maniobrabilidad económica. El Sporting, de hecho, lleva meses trabajando en este movimiento que ha permitido allanar el terreno para las compras de César Gelabert y Jonathan Dubasin, con un coste de 3,6 millones de euros a desembolsar en los próximos ejercicios.
Lo que no se altera es la planificación deportiva elaborada. El hecho de que se inyecten once millones de euros no supondrá cambios en la presenta ventana de mercado, que se espera cerrar con la llegada de un extremo y un defensa, con prioridad para la primera de las posiciones. Para lo que sí servirá esta aportación de capital es para mantener un límite salarial similar al de la pasada temporada, cuando se alcanzaron los 8,1 millones de euros tras el mercado de verano y los 8,2 tras el de invierno.
La presente no es la única inyección económica de la era Orlegi. En 2022 la propiedad hizo una ampliación de capital de 7 millones de euros, además de recurrir a la fórmula del préstamo interno en varias ocasiones.
El anuncio del préstamo participativo por parte del Grupo Orlegi fue bien recibido por Unipes, que «aplaude» el «compromiso» del conglomerado empresarial con el Sporting. La asociación de peñas entiende el movimiento como «una apuesta en firme por el equipo a corto, medio y largo plazo, disipando cualquier duda que pudiera haber al respecto». No obstante, reclaman que la inyección de once millones de euros tenga reflejo «sobre el terreno de juego, permitiendo la incorporación de jugadores que hagan dar un salto de calidad mayor aún a la plantilla, así como en la mejora de instalaciones o infraestructura de club».
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