
Susana Luque, vicerrectora de Transferencia y Relaciones con la Empresa
«La Universidad tendrá este año un reglamento de 'spin-off'. Su número tiene que crecer»Secciones
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Susana Luque, vicerrectora de Transferencia y Relaciones con la Empresa
«La Universidad tendrá este año un reglamento de 'spin-off'. Su número tiene que crecer»Susana Luque (Gijón, 1968), catedrática en el departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Oviedo, del que también fue directora, se ocupa ahora desde el vicerrectorado de la transferencia del conocimiento que se genera en la esfera de lo académico y de las relaciones entre la Universidad y la empresa. Un trabajo que iniciaron sus predecesoras en el cargo, Susana Menéndez Requejo y Begoña Cueto, «que han sido excelentes vicerrectoras.
–¿Siete 'spin-off' activas es un número aceptable para la Universidad de Oviedo?
–Es un número pequeño. Tiene que crecer. Afortunadamente, con los cambios que introdujo la modificación de la ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, apoyados por la Ley Orgánica del Sistema Universitario de 2023, se levantan las limitaciones que tenían los profesores y el personal en general para comercializar sus desarrollos de conocimiento, tecnológicos...
–En la práctica, ¿en qué se traducen esos cambios?
–Antes no se podía pasar del 10% de participación en una empresa. Ahora ya se puede tener una participación mayor e incluso se puede pedir un levantamiento de incompatibilidades y pasar a tener contratos a tiempo parcial con la empresa que se genera. Esto ha empezado a animar a más gente, así que creemos que el número de 'spin-off' crecerá.
–¿Cuál ha sido la respuesta de la Universidad?
–Podemos hablar de dos actuaciones. Una, el programa piloto Radarlab, en colaboración con el CEEI, para identificar propuestas que puedan llevar a un emprendimiento. Se les facilita acompañamiento en la parte del desarrollo de negocio, que normalmente es lo que desconocen los investigadores y lo que más miedo da. Cuatro de esos proyectos ya están en rondas de inversiones a nivel nacional.
–¿Y la segunda actuación?
–Un reglamento, el primero de empresas basadas en el conocimiento de la Universidad de Oviedo, donde dentro del marco legal hemos puesto todas las ventajas claras que tendrían los profesores y el resto de personal que generen 'spin-off'. Se contemplan, por ejemplo, excepciones docentes precisamente por generar empresas. También tenemos previsto una transitoria para que las 'spin-off' que se crearon con carácter previo al reglamento, y así lo quieran, puedan beneficiarse de estas ventajas como la que comento de levantar las incompatibilidades o poder tener una mayor participación en la empresa.
–¿Para cuándo estará el reglamento?
–Está en sus últimos pasos. Saldrá este año, en breve. Tenemos una capacidad limitada de generar ideas empresariales, a veces por desconocimiento de todas las ventajas o las ayudas que pueda haber. Esta es una cuestión a la que queremos darle más publicidad interna para que haya más investigadores que se animen a crear 'spin-off' y 'startups'. Para nosotros es importante. Empezamos con el reglamento para favorecer las 'spin-off', pero queremos proseguir también con las 'startups', apoyando que propuestas e ideas innovadoras del personal de la casa se materialicen.
–¿También con un reglamento propio?
–Sí, me parece además que es una forma de conectar la Academia con lo que es la realidad, las dificultades y los problemas del mundo empresarial. Hay que regularlo y darle unos beneficios, lógicamente no pueden ser los mismos que en el caso de las 'spin-off' porque aquí no hay una transmisión de conocimiento, pero sí que la Universidad puede también participar en ellas, darles el sello de 'startups' de la Universidad de Oviedo. Sería algo mucho más amplio, porque abarcaría también a alumnos, egresados...
–Entre los que el emprendimiento sigue siendo anecdótico. Apenas del 9%... ¿Cómo revertirlo?
–Ahí se necesita un cambio de mentalidad global. No solo en los jóvenes. Porque si un chaval o una chavala llega ahora a casa y dice que quiere montar una empresa en pocas familias le dirán: 'Oye, pues sí, ánimo'. A la mayoría le dirán: '¿Por qué no te buscas un trabajo en una empresa establecida, que es más seguro?'. Ahí está la clave: en fomentar una cultura emprendedora con más formación y capacitación en todo lo que supone montar un negocio, entrando en contacto con otros que lo hicieron antes y han tenido éxito, porque eso anima. También hay que favorecer el contar con un espacio donde empezar, donde puedan instalarse por un precio bajo durante un tiempo, y la Universidad tiene espacios; que reciban apoyo institucional y que el sello de ser una 'startup' de la Universidad de Oviedo les permita crecer más rápidamente.
–Además de 'spin-off' y cátedras, la relación del mundo académico y empresarial también se sustenta sobre las patentes...
–Es otro de los campos en que creo que también hay margen de mejora. Ahora mismo el número está estabilizado, entre las patentes que van apareciendo y las que van desapareciendo. En lo que tenemos un aumento es en modelos de utilidad y en registros de software y similares.
–¿Y cómo se plantean mejorar esas cifras?
–Una de las cuestiones es reforzar la Oficina de Transferencia de Conocimiento, que tiene solo dos personas ahora mismo, para poder dar apoyo a más investigadores y facilitar información de qué se puede patentar. Hace unos días se aprobó la convocatoria de un concurso abierto para dotarla de dos plazas más.
–En marzo del año pasado se organizó por primera vez el Foro de Transferencia de Conocimiento. ¿Habrá continuidad?
–Sí, pero lo trasladaremos a otoño para que no coincida con otros eventos, como el Foro de Empleo. La idea también es ir moviendo la sede y hacer una organización por sectores.
–¿Cómo definiría la actual relación Universidad/empresa?
–Es una relación fluida.
–¿Se acerca la actividad científica e investigadora de la Universidad a lo que realmente demandan las empresas o viven en dos realidades paralelas?
–Creo que hay muchas empresas que cuentan con la Universidad y confían en ella y hay mucha gente de la Universidad que colabora con empresas, pero también hay una parte que no. Y a esos me gustaría convencerlos. Ahora mismo hay muchos mecanismos para que exista una buena colaboración. En ese sentido, el tema de cátedras está funcionando muy bien.
–¿Puede la llegada de universidades privadas quebrar ese equilibrio?
–La competencia siempre es buena, ayuda a mejorar, pero creo que tenemos una posición sólida. En la medida en la que la Universidad de Oviedo siga dando respuesta a lo que necesite el mercado, este seguirá contando con la Universidad de Oviedo.
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