336 días para recibir una ayuda a la dependencia en Asturias
El Observatorio de la Dependencia advierte del incremento de las demoras «a este ritmo habrá que esperar 94 años para lograr la plena atención» y critica que la mayoría de los nuevos beneficiarios lo sean de ayudas 'low-cost'
En la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar asturiana se han recibido 52.296 peticiones. Las firman personas que ven limitada su autonomía vital y ... quieren beneficiarse de las ayudas económicas o de los servicios que ofrece la Ley de la Dependencia. Una norma nacida en 2007 y que tuvo en Asturias la primera región en ponerse en marcha, el 23 de abril de aquel año. Una norma que fija los seis meses como plazo máximo entre que se solicita una ayuda y se recibe, en el caso de tener derecho a ella. Es decir, 180 días. Pero, en Asturias las personas con dependencia deben esperar casi el doble: 336 días. Se encuentra el Principado en el grupo de comunidades con más retraso en la gestión de las ayudas, un grupo que lidera Andalucía, donde la espera llega a 574 días. Le siguen Murcia (564 días), Canarias (521), Galicia (361) y Madrid, que clona el retraso asturiano. Solo cinco comunidades autónomas cumplen la ley en cuanto al tiempo de tramitación. Son Castilla y León, donde el proceso concluye en 113 días; País Vasco (129), Aragón (163) y Castilla-La Mancha (176).
Así lo refleja el último informe del Observatorio de la Dependencia. El ente nacido a la vez que la ley y que ha sido creado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Un informe realizado sobre la gestión del primer semestre del año y en el que los expertos avisan: «En el primer semestre aumenta la lista de espera y el tiempo medio de espera». Según explica su presidente, José Manuel Ramírez, «a este ritmo, habrá que esperar 94 años para la plena atención».
Y no solo detectan un tiempo excesivo en valorar la dependencia de cada persona (dividida entres grados: I, II y III) y llegar a un acuerdo con ella para firmar el Plan Individual de Actuación (PIA), sino también para la calidad del servicio que pactan. «Es cierto que cada vez hay más beneficiarios, pero también que lo hace con servicios 'low-cost', puesto que desciende el número de usuarios de residencias y de centros de día».
De hecho, de acuerdo a las últimas cifras que ofrece el Sistema de Atención y Ayuda a la Dependencia (SAAD), organismo gestionado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) y que certifica los números que facilita cada comunidad autónoma, en Asturias hay 33.924 personas con el PIA activado, lo que supone un crecimiento del 5,9% desde enero. En ese sentido, es Asturias la tercera comunidad con mayor incremento de beneficiarios, solo superada por Galicia, que aumentó la cifra un 10%, y Canarias, que lo hizo un 6,7%.
Pero la buena noticia se queda en el dato del incremento, porque la mayoría, 13.247, ha optado por estar en su casa al cuidado de un familiar. La prestación que la propia ley considera 'excepcional', pero que se ha convertido en la mayoritaria, debido a su bajo coste. Esos cuidadores familiares, que no son profesionales, cobran en Asturias 122, 207 y 285 euros al mes, en relación a los tres grados de dependencia. Además de estar dados de alta en la Seguridad Social.
Unas cifras las asturianas que están por debajo de la media del país, que sube a 170, 277 y 384 euros al mes. De hecho, para los cuidadores de personas con dependencia de grado I, el sueldo asturiano es el más bajo del país, tras el de Navarra, que solo paga 109 euros. Lo mismo ocurre con las nóminas para los grados II y III aunque es La Rioja la comunidad que paga aún menos que Asturias: 204 y 280 euros al mes.
Frente a esos 13.247 cuidadores familiares, en Asturias solo 3.339 personas han optado por una plaza en una residencia y aún menos, 2.130, por acudir a un centro de día. La figura que debía ser la estrella de la norma, la del asistente personal, solo está siendo utilizada por 31 asturianos. Los dependientes que han optado por ayuda a domicilio son 7.875, y los que disponen de teleasistencia son 8.163. Bajo el epígrafe de prestación económica, destinada a financiar en la red privada el servicio que no se encuentra en la pública, aparecen 5.506 personas, y mil más, 6.675, figuran como perceptores de ayudas para la prevención de la autonomía.
Casi cien muertos a la espera de ayuda
También señala el Observatorio de la Dependencia, con el que la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar tiene sus más y sus menos, ya que no le gustan los suspensos con los que penaliza su gestión cada año, otro de los problemas de la aplicación de la Ley de la Dependencia: su limbo.
Llaman así los expertos a las personas que, una vez valoradas, aún no han firmado el PIA ni disfrutan realmente de la prestación que necesitan. En este momento, en Asturias hay menos de 400 personas, aunque el Observatorio eleva a 9.300 las personas a la espera, ya que suma las que han solicitado la ayuda y aún se encuentran sin valoración o, una vez valoradas, desconocen todavía si tienen o no dependencia y qué grado de ella padecen.
Eso supone «que muchas personas fallecen a la espera de una ayuda», en una cifra que, en este primer semestre del año, podría rondar el centenar. En Asturias, sentencia el Observatorio, «el porcentaje de personas desatendidas llega al 17,7%», muy por encima de la media nacional, 12,8%, y con el Principado entre el pelotón de los lentos: solo otras tres comunidades tienen más tasa de personas sin atención. Cataluña sube al 19,3%; Murcia, al 21,9% y Canarias llega al 37,8%.
Unas cifras que sirven al Observatorio de la Dependencia para volver a criticar la ejecución de una norma que este mismo año ha vuelto a sufrir cambios para mejorar su agilidad. Sin embargo, José Manuel Ramírez lo tiene claro: «Sin incremento de financiación los derechos de la Ley y la propaganda quedan en papel mojado, pura cosmética del sistema, que sólo servirá para generar falsas expectativas a las personas en situación de dependencia y a sus familiares».
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