Borja Fernández Fernández
«El ganadero vive en una completa incertidumbre porque no sabe lo que pasará con sus animales cada vez que le ponen una vacuna»
Borja Fernández Fernández (Ribera de Arriba, 1991) es ganadero y secretario general de Unión Rural Asturiana (URA), el sindicato agrario que se impuso ... en las elecciones agrarias de Asturias el pasado jueves, con casi la mitad de los votos a favor. Fernández explicó lo que significa para URA este triunfo electoral y los retos que se vienen por delante.
–¿Qué significa para URA haber sido el sindicato agrario más votado en las elecciones agrarias del pasado jueves?
–Esto lo que viene a demostrar es que el trabajo y el análisis del sector que venimos realizando desde hace años, era el correcto. Ahora trabajaremos con mucha más fuerza y con ganas para defender los verdaderos intereses del campo asturiano.
–¿Usted esperaba ganar con casi la mitad de los votos?
–Nosotros estábamos plenamente conscientes de que contábamos con el apoyo de gran parte del sector ganadero. Aunque hay que reconocer que no nos esperábamos una victoria tan amplia en número de votos. Nos sentimos muy respaldados y con muchísima fuerza para continuar.
–El escenario cambia por completo porque a partir de ahora, Asaja no formará parte del Consejo Agrario
–Sí. Nosotros ya llevábamos mucho tiempo diciendo que la representación que había hasta ahora en el Consejo Agrario no era la real. Muchos ganaderos no se sentían para nada identificados con esos representantes, y una muestra de ello fue precisamente el resultado de estas elecciones. Vamos a pedir, a partir de ahora, renovar todos los organismos que se crearon con Coag, Asaja y UCA.
–¿Ahora cuál es el siguiente paso que dará URA?
–Ya ayer sostuvimos una conversación con el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos, cuando nos llamó para felicitarnos por el resultado de las elecciones. En esa conversación le transmitimos la urgencia imperiosa de que tengamos una reunión porque la forma de proceder de la Consejería y cómo se están tomando las decisiones, no está siendo correcta. Eso sin mencionar que la comunicación con los sindicatos agrarios es prácticamente inexistente. Hay que darle un cambio a muchas cosas y necesitamos empezar a trabajar desde ya.
–¿Y qué es eso tan urgente que debe cambiar?
–En general, no se están haciendo las cosas bien. El campo asturiano está estrangulado y carece de información y de herramientas para poder trabajar como es debido.
–¿El consejero Marcelino Marcos se mostró receptivo a mantener con ustedes esa primera reunión?
–Sí. Mostró buena disposición de sentarse y hablar. Ya estamos preparando un documento con todos esos puntos y los problemas que vemos nosotros en el campo asturiano y que requieren de una solución.
–¿Cuáles cree usted que son esos problemas que enfrenta el campo asturiano?
–Lo principal es acabar con la burocracia que tiene sometida al sector. Este problema hay que abordarlo con urgencia. También es necesario abordar el plan de gestión del lobo porque no sabemos absolutamente nada de él y si se está aplicando en Asturias o no. Y también el tema de las campañas de saneamiento que no se han manejado correctamente.
–¿Cuál es el principal problema que ve en las campañas de saneamiento?
–La gente que está enfrente de las campañas de saneamiento no está haciendo bien su trabajo. Tienen que llevarse de otra manera. Nos hace falta mucha información. El ganadero vive una completa incertidumbre porque no sabe lo que pasará con sus animales cada vez que le ponen una vacuna, entre otros asuntos.
–La Comisión Europea ha planteado hacer un recorte del 22% del presupuesto de la PAC. ¿Qué opina?
–Nos parece absurdo. Por un lado dicen que quieren apoyar al campo y por otro lado quieren recortar las ayudas. Es incoherente. Hay que explicar a la ciudadanía que la PAC no es sólo unas ayudas para los ganaderos, sino una compensación económica para que el ciudadano de a pie tenga acceso a los alimentos. Si el coste total de producción de los alimentos se viera reflejado en el precio final del producto, no pudiéramos tener acceso a los alimentos. Es decir, sin la PAC, un kilo de filetes valdría ahora mismo 60 euros. En cambio con la PAC se reduce ese precio porque amortigua los costes de producción. Para eso es la PAC, para que el ciudadano pueda tener acceso a los alimentos.
–¿Existe, por lo tanto, mucha preocupación de que se concrete ese recorte de la PAC?
–Claro que sí. La preocupación en estos momentos es máxima porque un recorte no repercutirá sólo en el ganadero, sino en los ciudadanos cuando vayan a adquirir los alimentos. Por esto es tan importante que el Gobierno rechace ese recorte.
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