Medio Ambiente pone deberes: da diez años para que los asturianos reciclen el doble
En los últimos seis años se invirtieron 148 millones para mejorar la gestión, pero los ciudadanos solo separan un 15% más que antes. El nuevo plan de gestión se pone como «reto» cambiar esa dinámica
El Principado empieza a dar pasos para definir su nuevo plan de residuos para Asturias, una hoja de ruta que definirá los objetivos a ... alcanzar de aquí a 2030 (y que denomina Pireca 2025-2030), así como las inversiones y naves que tocará levantar para ello. Para estimular el debate, la Consejería de Medio Ambiente acaba de someter a consulta pública un borrador con el primer diagnóstico de la situación actual e ideas de futuro. La primera es que, si se quiere cumplir con la ley, hay mucho que cambiar.
En 2017 los ciudadanos depositaban en los contenedores de recogida separada el 20,4% de sus desperdicios, y toda la inversión hecha en concienciación y estímulos logró elevar esa tasa al 24,9% en 2023. Expresado en peso, se ha pasado de cosechar 98.505 toneladas de materiales para su reaprovechamiento a lograr 113.333, es decir, una mejora del 15% en siete años.
El 58,4% de los residuos son de la industria y no son peligrosos; las bolsas negras de los ciudadanos solo supone el 11,9%
El problema es que la Ley nacional de residuos «establece alcanzar un 55% de reciclaje de residuos municipales para 2025, llegando al 60% para 2030 y al 65% para 2035». Matiz importante. La tasa de reciclaje se calcula añadiendo luego lo procesado, es decir, no es equivalente a lo que los ciudadanos dejan en los contenedores específicos, aunque esa es la base de todo.
El retraso es evidente y por ello el borrador se fija como primer reto «mejorar notablemente» esas tasas. Hacerlo como pide la legislación nacional exige medidas disruptivas pero por ahora solo se esboza que se tendrá presente el principio de que «quien contamina paga» para concienciar al ciudadano. Según el borrador, el anterior plan, que tenía una vigencia entre 2017 y 2024, preveía una inversión de 118,3 millones, que gracias en parte al impulso de los fondos Next Generation se superó, ejecutando 148,9 millones. Conclusión general: no faltó dinero. Matiz a los datos: en total, el plan esperaba que se hubieran destinado 102,8 millones a nuevas infraestructuras, y de ello se ha ejecutado el 80%.
De momento los borradores a consulta pública no ofrecen demasiadas alternativas de solución. Sí fijan como objetivo estratégico que para el año 2035 el 50% de los desperdicios que generan los ciudadanos sean depositados en contenedores de reciclaje. Otro de los retos es buscar destino a las 150.000 toneladas anuales de combustible sólido recuperado (CSR) que Cogersa empezará a producir en cuanto vuelva a poner en funcionamiento su 'plantona'. Al respecto los documentos se limitan a señalar que «se impulsará un estudio de alternativas para su gestión».
El acento se suele poner en los desperdicios que generan los ciudadanos, pero abriendo el foco sólo suponen una parte del problema. Con datos de 2023 (los últimos que ofrece el borrador) resulta que el 58,4% de los desperdicios de Asturias son de tipo industrial no peligroso, el 11,9% urbano mezclado, el 11,7% de construcción y el 7,7% procede de la industria y es peligroso.
Desde esa óptica el documento inicial estratégico esboza que de cara al nuevo plan «se valorará la idoneidad de una planta para fomentar la gestión de residuos industriales generados en Asturias». Respecto a los lodos, la opción preferente será su aprovechamiento en las propias depuradoras y, cuando no sea posible, someterlos a hidrólisis termal para producir un biocombustible, proyecto que Cogersa tiene en su plan de inversiones.
El documento sitúa ahora como objetivo lograr la aprobación del nuevo plan de aquí a 11 meses.
Cogersa busca ya empresa para ampliar la planta que transforma en gas las sobras de comida
El Consorcio de gestión de residuos (Cogersa) tiene ya abierto el plazo a las empresas que quieran optar a las obras de ampliación de su planta de biometanización. El presupuesto inicial es de ocho millones. Con ellos la planta ampliará su capacidad de procesado desde las 30.000 toneladas actuales al año a 60.000. Las obras comenzarían el año que viene, con doce meses de plazo, lo que complica que puedan aprovechar los fondos de la UE que inicialmente tenían asignados.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión