La hostelería abrirá hasta la una de la mañana desde el domingo y el comercio amplía su aforo
El viernes y sábado lo harán, en interior y exterior, hasta las 23 horas; el ocio nocturno y el servicio en barra seguirán cerrados
El Gobierno regional avanzó ayer las líneas generales de las medidas que vendrán a cubrir el vacío que deja el fin del estado de alarma el próximo día 9. «Prefiero hablar de suavizar restricciones que de flexibilizarlas», señaló el presidente, Adrián Barbón. El Principado se enfrenta a una dicotomía: dar un respiro a algunos sectores ante la positiva evolución epidemiológica y del ritmo de vacunación; y por otra, evitar que cale la idea en la población de que el fin del estado de alarma signifique que se cierre la crisis sanitaria. «Hay que evitar triunfalismos», insistió el jefe del Ejecutivo.
Lo anunciado ayer, y a la espera de la resolución que se publicará hoy en el BOPA concrete cómo quedará la situación en otros ámbitos, tienen dos destinatarios principales: el comercio y la hostelería. El primero sigue ampliando aforo. Ahora hasta el 70% en el caso de los que tengan superficies superiores a los 300 metros cuadrados. La gran novedad será en bares y restaurantes a los que, ahora sí, se les permitirá servir cenas en interiores. La hoja de ruta para la hostelería tiene dos etapa. El viernes y sábado, los interiores podrán utilizarse hasta las 23 horas, el mismo horario que ya se aplica a las terrazas. La segunda, y desde el domingo, será ampliar esta franja hasta la una de la madrugada. El aforo pasará a ser, en sendos casos, de seis personas por mesa; por su parte, las barras seguirán cerradas. Este último punto es la principal diferencia respecto a cómo se reguló la hostelería durante la desescalada del pasado verano. «Las nuevas medidas permitirán recuperar el ritmo económico», apuntó Adrián Barbón.
Los centros sociales de mayores permitirán actividades en el interior con un aforo del 50% y, en el caso de conferencias y congresos, el máximo de público se fija en 300 personas. Por su parte, el ocio nocturno, al igual que entonces, seguirá cerrado y con pocas perspectivas de reabrir en el corto plazo. Barbón afirmó «empatizar con su situación» recordó las diferencias convocatorias de ayudas para intentar paliar los efectos de la pandemia «en uno de los sectores más castigados». Lo que aún sigue sin respuesta, dado que la última palabra la tendrá el Ministerio de Sanidad, es qué hacer con los eventos multitudinarios y cómo actuar ante posibles brotes en los mismo.
También está lo que desaparece con el fin del estado de alarma: el toque de queda, el cierre perimetral de la región y la limitación del derecho de reunión. En este nuevo escenario el Gobierno asturiano hizo hincapié en dos aspectos que no son nuevos: la obligatoriedad en el uso de la mascarilla, también en cuando las quedadas se hagan en casas de no convivientes, y que, ante la posibilidad de elegir, las reuniones de amigos se realicen en exteriores.