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Sión, Alma y Myryam. José Simal

El restaurante de clausura de las monjas de Belorado en Arriondas ya tiene licencia de apertura

Las hermanas agradecen «el apoyo recibido por parte de los asturianos durante estas intensas jornadas de preparativos», en las que han recibido numerosas solicitudes de reserva

Soraya Pérez

Gijón

Martes, 18 de febrero 2025, 11:47

La comunidad de Hermanas Clarisas de Belorado está de enhorabuena y no es para menos. Han anunciado este martes que finalmente se les ha concedido la licencia de apertura para el restaurante de clausura en Arriondas.

Las hermanas agradecen «el apoyo recibido por parte de los asturianos durante estas intensas jornadas de preparativos», en las que han recibido numerosas solicitudes de reserva.

Asimismo, las hermanas clarisas Myryam, Alma y Sión impulsarán su proyecto gastronómico, que consiste en «una combinación de platos tradicionales asturianos y lo mejor de la cocina de las clarisas además de sus famosos chocolates», explicó Francisco Canals, jefe de prensa de las monjas.

Se espera que el restaurante abra sus puertas a lo largo de esta semana o la próxima.

Un hotel pequeño, pero coqueto y muy bien situado

El hotel Ribera del Chicu no es una elección poco meditada. Se encuentra en una ubicación estratégica que si las monjas, como acostumbra la comunidad clarisa de Belorado, emplean bien sus dotes comunicacionales puede convertirse en un auténtico 'boom' turístico. El establecimiento se encuentra en el inicio de la carretera AS-260 (Arriondas-Colunga, la carretera de El Fito), a apenas medio kilómetro del centro de Arriondas, uno de los centros turísticos con más afluencia de la región, especialmente en verano, además de contar ya con una larga tradición de buena gastronomía, con restaurantes de gran reconocimiento a nivel nacional y hasta internacional.

El hotel en el que las monjas de Belorado instalarán su 'restaurante de clausura' se encuentra en la vertiente sur de la Sierra del Sueve, pero ya muy cerca del lugar donde el río Chico desemboca en el Sella, en una zona en la que en invierno las monjas que vengan de Belorado no extrañarán el frío de Burgos, pues la parte baja del río Chico suele sufrir heladas. A cambio, el hotel tiene un restaurante muy coqueto y bien diseñado, y el establecimiento cuenta con una ubicación privilegiada, además de un parking privado suficiente para acoger los vehículos de toda su clientela.

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