El arzobispo de Oviedo llama a 2.000 jóvenes a ser «misioneros contra las corrupciones»
Jesús Sanz Montes cierra la Jornada Eucarística Mariana Juvenil, que volverá a Covadonga en 2026, con una denuncia a «los tres dioses menores del poder, el dinero y la lujuria»
En el argumentario habitual del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, la fe no es sólo una cuestión interior, sino un imperativo moral que genera ... una ética que debe aplicarse a todos los aspectos de la vida de cada uno de los fieles. Y eso trasluce en cada una de sus homilías, como la que este mediodía pronunció en la explanada ante la basílica de Covadonga ante unos 2.000 jóvenes en el cierre de la segunda Jornada Eucarística Mariana Juvenil, que se ha celebrado en el santuario asturiano y que, según se anunció al final de la eucaristía, volverá a tener Covadonga como lugar de celebración.
A la juvenil multitud se dirigió el arzobispo elogiando su compromiso y su presencia, lo que «no es algo habitual, máxime si se trata de una reunión que no gira en torno a un evento musical, ni es una cita deportiva, y menos aún una quedada para parafernalias procaces de corrupciones varias con gente que se dedica a la gobernanza basada en las mentiras, los robos abusadores y los divertimentos obscenos que no se pueden siquiera mencionar».
No aclaró el arzobispo si estos tres últimos ejemplos de corrupción tienen nombres y apellidos. Probablemente no hizo falta, al menos con los oyentes españoles (había desde suizos a colombianos y muchas otras nacionalidades en la explanada).
Lo que sí hizo fue dar más pistas sobre a quiénes se refería, afirmando que «recuerdan el texto de Thomas Stern Eliot en sus Poesías Reunidas: dejaron al verdadero Dios por tres dioses menores como son el poder, el dinero y la lujuria. Es una radiografía precisa del momento que vivimos en este tramo de la historia cuando vemos cómo se comportan los que se alejan de Dios: el poder de sus prepotencias, el dinero de sus codicias y las lujurias de sus vergüenzas». A buen entendedor...
Habrá respuesta por parte de los obispos españoles, que «estamos preparando un documento guía que aborda el fenómeno de la pornografía», y dentro de esa preparación «nos sorprendió ver cómo la iniciación a la pornografía más dura acontece a los siete años en las niñas y a los nueve en los niños, sabiendo que este engaño pornográfico mata el alma y pervierte la mirada, robando el horizonte de la pureza y la esperanza».
Con los fieles espeluznados por la dureza de esos datos, el arzobispo pasó a llamar a todos y cada uno de ellos no sólo a evitar personalmente esas tentaciones, sino a ser proactivos en su entorno: «Esta es la llamada que se nos hace bajo la mirada y la protección de la Santina de Covadonga: reconquistar lo que vale la pena, lo que da gloria a Dios como Padre y lo que nos permite reconocernos como hermanos en Jesús». Y con la esperanza de que «de esta jornada nacerán familias cristianas, vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa», instó a todos los presentes a ser, en su vida diaria, «misioneros contra las corrupciones».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.