La mujer del ganadero asesinado en Ribadesella dice que los asaltantes hablaban español y repetían: «¿Dónde está el dinero?»
María del Mar Berjón sostiene que uno de los encapuchados tenía perilla, que pusieron una manta en la cabeza a la víctima y ésta repetía que «no podía respirar»
Nuevos detalles sobre el asesinato de José Antonio Otero Toraño, Toño, ganadero que murió a golpes en Cuevas del Agua (Ribadesella). Su pareja, María del Mar Berjón, atendió a los medios de comunicación. Lo hizo con esfuerzo, diciendo que toma medicación, y reajustando algunos datos de la versión hasta ahora ofrecida junto a su hermana.
El sábado la hermana, Magdalena, explicó a EL COMERCIO que estaba en el piso superior, descansando, pero no escuchó nada. Aseguró que la agresión al ganadero y su pareja la ejecutaron dos encapuchados y fue muy rápida: «Mi hermana no puede decir nada de cómo eran. Estaba muy nerviosa, todo pasó muy rápido y solo acierta a decir que iban tapados y no vio nada ni tampoco dijeron nada».
Ayer María del Mar señaló ante las cámaras, que vio «a dos hombres entrar y salir», que los asaltantes hablaban español («les entendí»), que uno de ellos «igual tenía perilla», y que preguntaron varias veces que «dónde está el dinero». «No lo tenemos, solo el de ir a comprar luego, cuando pase el tren y saquemos a las vacas», relató. Indicó que estaba en la cocina y que al abrir la puerta de la sala donde habría ocurrido todo les pidió que soltaran a su pareja, a la que habían cubierto la cabeza con una manta del salón y «no podía respirar, lo decía él». Que la tiraron al suelo, le pisaron una mano y golpearon en la cabeza. Que al oír que su hermana llegaba desde arriba «ahí se fueron, fui a por Toño y le quité la manta». También agregó que una vez la hermana de la víctima supuestamente habría pegado a Toño.