El Principado de Asturias recaudará medio millón más al año gravando a los dueños de varias viviendas que sigan comprando pisos
El Gobierno de Asturias confía en que su reforma fiscal entre en vigor en otoño y recorte los ingresos que logra por el IRPF en unos 38,1 millones al año a partir de 2027
El borrador de reforma fiscal que el Gobierno de Asturias quiere remitir este mes a la Junta General implica la modificación de un solo ... artículo de una ley, está diseñada para aliviar la carga tributaria a las rentas medias y bajas, subirla a las altas y también a los dueños de varias viviendas que sigan acrecentando su patrimonio inmobiliario. La Consejería de Hacienda acaba de someter a consulta pública el expediente, dando de plazo hasta el miércoles que viene para formular alegaciones. El texto tiene miga.
La iniciativa modifica el tramo autonómico de dos impuestos estatales: el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentales, y el del IRPF. En el primero se define un nuevo tipo de incremento del 15% cuando un «gran tenedor» compre otra vivienda. Quedan incluidos en este concepto aquellos propietarios que tengan en zona declarada como tensionada cinco viviendas o una cifra menor pero que sumando sus superficies superen los 750 metros cuadrados. En el resto del territorio para ser considerado gran tenedor hace falta contar con diez viviendas o que las que se posean excedan de los 1.500 metros cuadrados.
El Principado confía en que la propuesta legislativa esté aprobada antes del último trimestre del año. En lo tocante a este impuesto sería de aplicación inmediata, estimando en 125.000 euros más lo que por esta vía recaudaría en el presente ejercicio. A partir de 2026 calcula una captación de ingresos de 500.000 euros anuales.
Lo esencial de la reforma sigue estando en el IRPF. El 25 de marzo el presidente de Cataluña, Salvador Illa, anunció una rebaja de la cuota autonómica del IRPF para favorecer a las rentas bajas. Ese movimiento provocó que el Principado fuera la única que recaudara un 10% al primer tramo de renta, que es el que se aplica a los primeros 12.450 euros de ingreso. Al día siguiente el consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, anunció que llevaba tiempo trabajando en una reforma.
El documento sigue esa argumentación, asegurando que a finales de 2024 el Principado «recibió información estadística y de detalle del impacto de las medidas fiscales vigentes en el ejercicio de 2022. Disponer de un ejercicio no afectado por las extraordinarias circunstancias motivadas por la pandemia de la Covid, ha permitido un análisis de impacto de mayor fiabilidad», justifica ahora el Principado.
El efecto en cada bolsillo
Ese habría sido el punto de partida de una reforma que rebaja en un punto, hasta el 9%, la contribución en el primer tramo. «Dicha deducción afecta a todos los declarantes»; pues fija la contribución por los primeros 12.450 euros de ingreso. «Con el fin de neutralizar el beneficio fiscal para las rentas más elevadas se plantea igualmente un incremento del tipo aplicable al cuarto tramo de renta, el cual pasará del 18,5% al 19,2%. Con ello se logra que las rentas superiores a los 55.000 euros mantenga su gravamen actual, mientras que las comprendidas entre los 35.000 y los 55.00 resultarían beneficiadas, si bien en menor medida».
Según las simulaciones hechas en su día por Hacienda, quienes ganen menos de 35.000 euros se ahorrarán 119 euros al año; entre 35.000 y 40.000 el alivio es de 102 euros; para quienes se queden entre los 40.000 y los 45.000 el IRPF les exigiría 69 euros menos y quienes ganen entre 45.000 y 50.000 euros tendrán un beneficio de 36 euros respecto a la situación actual. Quienes ganan de 55.000 a 200.000 euros ya pagarían 23,8 euros más que ahora; los que ingresen de 200.000 a 250.000 euros el IRPF les saldrá 118,4 euros más caro y los que ganen más de 250.000 verán incrementada la contribución en 367 euros.
En el expediente no se detalla tanto los efectos de la reforma, más allá de señalar que hasta los 35.000 euros la rebaja se acerca a los 120 euros y que «únicamente los contribuyentes con rentas anuales que superen los 175.000 euros (lo que supone menos del 0,4% de los declarantes) verán incrementarse mínimamente su gravamen».
La memoria económica señala que estos cambios en el IRPF se traducirán en una pérdida de recaudación de 38,1 millones. En el erario autonómico «probablemente» se empezaría a notar en 2026 «a través de la estimación de las entregas a cuenta» aunque «por simplificidad» y a efectos presupuestarios la consejería estima que se empezará a notar de forma íntegra a partir de 2027.
La reforma incluye un alza del 10% en los mínimos exentos de tributación por motivos personales y familiares. El mínimo general que queda libre de contribuir es de 6.105 euros al año, que se incrementa en 1.265 si el sujeto tiene más de 65 años y en 1.540 si pasa de los 75.
Por hijos menores de 25 años sube a los 2.640 euros en el caso del primero, y se incrementa progresivamente hasta los 4.950 a partir del cuarto. Caso de que el hijo sea menor de tres años, el mínimo exento de tributar al IRPF se incrementa en otros 3.080 euros. También mejora el mínimo para quienes cuidan de sus mayores o tienen reconocida una discapacidad.
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