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Julia Fernández, la madre de Sheila, nunca se rindió en su lucha por reabrir el caso. B. G. H.
El crimen de Sheila Barrero: La Guardia Civil señala de forma «muy concluyente» que a Sheila Barrero la asesinó su exnovio

El crimen de Sheila Barrero: La Guardia Civil señala de forma «muy concluyente» que a Sheila Barrero la asesinó su exnovio

La delegada del Gobierno afirma que el documento en el que la Guardia Civil señala al presunto autor del crimen no incluye «ningún dato erróneo»

PABLO SUÁREZ

GIJÓN.

Martes, 4 de junio 2019, 01:07

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La delegada del Gobierno, Delia Losa, afirmó ayer que el informe remitido al juzgado por los investigadores del asesinato de Sheila Barrero, en el cual se señala al exnovio de la joven como autor del crimen, es «muy concluyente» y no incluye «ningún dato erróneo». «Es un informe que ya está en el juzgado. Ahora esperamos que la Fiscalía lo valore y decida. Lo que se debe tener claro es que tanto la Policía como la Guardia Civil nunca abandonan la investigación. Igual tardan un mes o 10 años, pero resuelven los crímenes», indicó Losa, quien da por hecho que estos nuevos informes supondrán la resolución de un crimen que cumple ya quince años.

Sheila Barrero apareció muerta en el interior de su coche el 25 de enero de 2004. Fue su propio hermano quien descubrió el cadáver, el cual presentaba un disparo a la altura de la nuca. Las investigaciones de lo ocurrido llegaron a una vía muerta que desembocó en el archivo del caso en 2008. Sin embargo, los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) lograron su reapertura en enero del año pasado. Lo hicieron al considerar que, a partir de nuevas técnicas científicas, podrían obtenerse resultados que arrojasen cierta luz sobre lo ocurrido. Son precisamente esos resultados los que componen el informe al que hizo referencia la delegada del Gobierno y que, según fuentes próximas al caso, basan sus conclusiones en dos pruebas científicas: la de los residuos del disparo y la de las fibras halladas en la escena del crimen.

En un primer momento, los investigadores manejaron el perfil de una expareja de la víctima como principal sospechoso del crimen. Pese a que esta persona llegó a estar detenida, las pruebas realizadas no fueron concluyentes a la hora de probar su vinculación. Sin embargo, quince años después de lo ocurrido, un nuevo análisis de las muestras recabadas de sus manos en los días posteriores a la muerte de Sheila, habría obtenido resultados positivos. Concretamente, el laboratorio al que los investigadores recurrieron para esta segunda fase de la investigación habría logrado separar una partícula cuyo contenido de plomo, estaño y bario concuerda de forma «exacta» con los residuos de disparo hallados en el casquillo que fue localizado en el interior del vehículo de la víctima. A raíz de esta certeza, los expertos afirman en el informe que «no hay ninguna duda sobre la implicación del sospechoso en la comisión del crimen».

El informe se sustenta en el análisis de los residuos del disparo y la fibra de una chaqueta

La segunda evidencia que incluye el informe parte de una fibra de color azul, la cual fue hallada en una bufanda. Tras un nuevo cotejo de ese filamento con muestras de la chaqueta que el sospechoso afirmó haber llevado el día de la muerte de Sheila, los expertos han logrado obtener un resultado positivo. De esta manera, el informe concluye que las características de la fibra son idénticas a las de la chaqueta que el sospechoso afirmó haber llevado el día de los hechos.

Nuevas declaraciones

A estos informes se sumarían, según la familia, declaraciones de testigos que aseguran, en contra de lo que habían sostenido en un primer momento, que los padres del sospechoso no se encontraban en Villablino (León) el día de los hechos. Este dato cobra especial relevancia dado que fue la coartada presentada por el ahora señalado de nuevo, quien afirmó haber estado en todo momento con sus padres, quienes corroboraron en todo momento esta versión. La familia también habría aportado testimonios de personas que corroborarían que el sospechoso contaba con un arma propia similar a aquella con la que los análisis indican que se cometió el crimen.

Por su parte, el abogado del sospechoso se muestra escéptico ante estas nuevas pruebas. «Si hubiera algo, mi cliente ya estaría en la cárcel», afirmó a los medios, al tiempo confiaba en que «se esclarezcan los hechos».

El asesinato de la joven degañesa fue el primer caso en Asturias que corrió a cargo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la élite en investigación de este cuerpo.

Libre de todo cargo

Lo que se había podido confirmar hasta la entrega al juzgado de estos últimos informes es que el disparo se realizó con un arma corta del calibre 6,35. Dentro del turismo hallaron un casquillo de bala. Los datos recopilados de su teléfono móvil, la denuncia por amenazas que Sheila había presentado un año antes y una nota de amedrentamiento llevaron a centrar la investigación en un joven leonés con el que Sheila había mantenido una relación sentimental. Fue detenido después de dar positivo en las pruebas de pólvora que se le practicaron en las manos. Alegó que había estado cazando. Quedó libre de todo cargo, pero la familia de la víctima siempre mantuvo sus sospechas.

Hubo que esperar casi una década para que el juzgado de Cangas del Narcea, con la estrecha colaboración de la Guardia Civil, decidiese reabrir el caso, de forma tan discreta que ni siquiera la familia más directa de la víctima estaba al corriente. Fue la Fiscalía la que reveló que el procedimiento se encontraba de nuevo bajo secreto de sumario.

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