«En 1968 el tardaba diez minutos menos entre Gijón y Laviana de lo que necesitará ahora»
Una jornada del Ateneo Jovellanos pone en duda el resultado de la obra en la línea del valle del Nalón y la actual gestión de las cercanías
El 8 de junio el tren volverá a circular entre Gijón y Laviana, estrenando el soterramiento de Langreo y las estaciones de La Felguera-Nuevo Langreo y Sama-Los Llerones. Tras una inversión de 57 millones en renovación integral de la vía, 22,3 en señalización y 40,3 en soterramiento, y a la espera de otra actuación de 21 millones para mejorar los bloqueos, el estreno se presenta desde el Principado como un hito de las comunicaciones, con trenes con paradas que harán el recorrido en 83 minutos.
Tener perspectiva invita a analizar el acontecimiento con más reservas. Lo hizo ayer Javier Fernández, el director del Museo del Ferrocarril, en una jornada sobre este medio de transporte organizada la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Gijón 'Don Pelayo y la Dirección General de la Agenda 2030 del Principado con la colaboración del Ateneo Jovellanos. El especialista recordó que en 2010 los semidirectos tardaban 64 minutos. «En 1968 se incorporó un automotor americano diesel, fabricado en los años 50, que tardaba 74 minutos haciendo parada en todas las estaciones, lo que será unos diez minutos menos que ahora», recordó.
Comparar el cuadro de velocidades máximas de la infraestructura entre El Berrón y Laviana con el que había en 2017 también arroja resultados sorprendentes. Hay varios tramos que antes estaban a 100 kilómetros por hora y que tras las obras no pasarán de 95 u 85.
Juan Ponte, director de Agenda 2030 del Principado, señaló en el coloquio que «hace falta creer en el ferrocarril». «Necesitamos urgentemente una planificación estratégica de presente y futuro que oriente de manera correcta las inversiones. No se puede disparar primero y luego apuntar», dijo. No es el único con ese argumento. El Grupo de Ferrocarriles de la demarcación asturiana del Colegio de Ingenieros de Caminos también viene criticando la supuesta falta de coordinación y jerarquía entre las obras que se vienen impulsando en los últimos años.
Ponte subrayó que «es una contradicción gestionar las cercanías desde la lejanía» y apostó por asumir esa competencia «desde la autonomía». El director general procede de IU-Convocatoria, que defiende ese traspaso, mientras que el socio mayoritario del Ejecutivo, la FSA, sostiene que conviene antes que el Ministerio de Transportes ejecute el Plan de Cercanías y ponga al día la red.
El historiador Juan José Olaizola analizó el éxito de Euskotren, sociedad que el Ejecutivo vasco creó hace 42 años para asumir los activos de Feve. La clave a la que apuntó fue la inversión continua para poner al día red y la flota desde una gestión cercana.
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