El último giro del Gobierno asturiano
El cambio de criterio con respecto a la jornada reducida se suma a la renuncia de Barbón a la macroconsejería de Derechos Sociales y Cultura o a su decisión de rebajar impuestos
Errar es humano, rectificar es de sabios. Así lo dice el refranero popular y así lo ha aplicado en varias ocasiones el presidente del Principado, ... Adrián Barbón, a veces reconociendo el «error», otras vinculando el cambio de criterio a su capacidad para «tomar decisiones» y en algunas directamente reestructurando su propio relato. El presidente del Principado ha tratado siempre de sacar beneficio de estos cambios de criterio aunque, el protagonizado esta misma semana en relación con la jornada escolar en los meses de junio y septiembre, no parece haber tenido el resultado esperado.
Adrián Barbón sorprendió en uno de sus habituales cara a cara con la oposición en sesión plenaria –no es la primera vez que utiliza este formato para hacerlo– para rectificar a su consejera de Educación, Lydia Espina, que había vinculado ineludiblemente la extensión del servicio de comedor escolar en junio y septiembre a la supresión de la jornada reducida. El presidente, 24 horas más tarde y en el mismo hemiciclo, aseguró que el Principado mantendrá el horario de verano en estos dos meses sin renunciar a este servicio.
Barbón lanzaba el anuncio el miércoles a media mañana pero poco a poco se comprobó que los sindicatos no iban de farol cuando habían advertido de forma insistente que la polémica quinta hora de más era sólo una gota en el océano de sus reivindicaciones. No sólo no cesaron las manifestaciones ni las huelgas, sino que los sindicatos, inicialmente divididos, muestran ahora mayor unidad y han intensificado sus protestas.
Creen fuentes cercanas al Gobierno regional que el presidente autonómico no midió bien su intervención, desacreditando a la consejera y poniéndose él mismo como epicentro de una crisis que se recrudece por momentos.
Macroconsejería
Mejor recibimiento por parte de los sectores afectados tuvo la decisión de Adrián Barbón de dar marcha atrás en relación con su apuesta por una macroconsejería para agrupar las competencias en materia de Derechos Sociales y Cultura. El presidente autonómico anunció en febrero de 2024 la fusión de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar con la entonces viceconsejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte para crear la macroconsejería de Derechos Sociales, Cultura, Política Llingüística y Deporte «porque liderar es ser audaz y es también escuchar a Asturias», llegó a decir. El anuncio venía motivado por la designación de Melania Álvarez, hasta entonces consejera de Derechos Sociales, como senadora por designación de la Junta y suponía poner al frente de la nueva estructura a la hasta entonces viceconsejera de Cultura Vanessa Gutiérrez, quien hasta entonces dependía directamente de Presidencia.
Aquella idea generó fuertes críticas por parte de todo el arco parlamentario, incluido su socio de Gobierno, y también de los sectores afectados. 48 horas más tarde, después de reconocer públicamente que había recibido «muchísimas llamadas» de colectivos sociales, del tercer sector, y también de gente del mundo de la cultura, Barbón rectificaba y anunciaba la creación de una nueva Consejería de Cultura independientemente y el nombramiento de Marta del Arco como sustituta de Melania Álvarez.
Ahora bien, si en el seno del Gobierno regional hubo un giro importante y trascendental en esta legislatura fue el relacionado con la política fiscal. El presidente del Principado rechazó insistentemente la posibilidad de rebajar impuestos en Asturias y cargó contra las comunidades que estaban llevando a cabo ese tipo de políticas. Incluso, en un desayuno informativo celebrado en febrero de 2025 con la redacción de EL COMERCIO, y preguntado por la posibilidad de aprovechar los 30 millones de quita de deuda para rebajar la carga fiscal no sólo rechazó esa medida, sino que argumentó que la presión fiscal en Asturias era un «mito». También había negado unos días antes que estuviera negociando con su socio de Gobierno subidas impositivas en las rentas más altas y zanjó el debate suscitado por las declaraciones del portavoz de IU-Convocatoria por Asturies al respecto con un «no estamos en ese momento».
Anuncio de Salvador Illa
En marzo de 2025, a raíz del anuncio del presidente catalán Salvador Illa de rebajar el IRPF que dejó al Principado como la comunidad con mayor presión fiscal en las rentas bajas, el Ejecutivo regional dijo estar preparando su propia reforma «desde hacía meses». A partir de ahí fueron varias las intervenciones púbicas por parte de su socio de Gobierno exigiendo que cualquier rebaja en las rentas bajas debería ir compensada con incrementos en las rentas altas. Y así fue finalmente la reforma: se bajó el IRPF a las rentas bajas y se subieron los impuestos a las altas. Otro giro inesperado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.