Las empresas relacionadas con la organización de eventos auguran «el peor otoño en décadas»

La actual crisis económica y social es un escenario sin precedentes que ha afectado a la mayoría de empresas y negocios locales y ha tenido unas consecuencias muy particulares entre las empresas de servicios para la organización de eventos, un sector que ha visto como su actividad se paralizaba casi por completo desde el pasado mes de marzo con la cancelación de la mayoría de fechas importantes, ya fuesen fiestas populares, bodas, comuniones, ferias, congresos o eventos deportivos.

Entre esas empresas ha habido muchas que no han podido superar este envite, y entre las que han seguido a flote se extiende un miedo generalizado por lo que pueda venir tras el verano, unos meses que pueden cerrar el año de manera catastrófica si la pandemia no evoluciona como se espera o hay nuevos rebrotes que vengan acompañados de restricciones aún mayores. «La cosa está complicada y se espera el peor otoño en décadas. La organización de eventos ha descendido a un 25% y vivimos al día con una gran incertidumbre», confiesa Alfredo Sánchez, responsable de la empresa Fred Events que el año pasado fue elegida por la Ucayc como la más innovadora en el sector servicios.

«Ha pasado un año y ahora estamos con el agua al cuello. Nos hemos gastado todos los ahorros y dependemos de que todo avance por el buen camino y no se cancelen los pocos eventos que nos quedan hasta final de año para poder seguir adelante», explica Sánchez, que reconoce que el programa festivo de San Agustín ha sido un salvavidas para muchas empresas de eventos de la ciudad. «Desde el Ayuntamiento han sido valientes manteniendo la programación y muchos empresarios les estamos agradecidos. Ojalá los próximos meses no demos un paso atrás y se puedan celebrar las fiestas de Navidad con normalidad, porque ahora es donde teneos puesta la esperanza», anticipa el empresario.

Esta sensación de incertidumbre la comparten en otros sectores que también se han visto afectados por la cancelación de eventos, como el hotelero. «En lo que a eventos se refiere prácticamente no recibimos peticiones y las pocas reuniones que hay son muy pequeñas y con limitaciones enormes», explica Daniel Rodríguez, director del hotel URH Zen Balagares y presidente del Avilés Club de Empresas.

«Las grandes convenciones están totalmente paradas y sin fecha, salvando alguna excepción. Era habitual que septiembre y octubre hubiese bastante movimiento a nivel de eventos de empresa, es el momento en el que empieza el año para nosotros y ahora la previsión no tiene nada que ver con años anteriores», reconoce Rodríguez, que pone como ejemplo la primera semana de septiembre del año pasado, «cuando gracias a un evento de estas características nos cogieron todas las habitaciones y todas las salas del hotel. Ahora hay algún que otro evento familiar, pero muy reducido, sujetos a cambios de fechas y sin animaciones por las prohibiciones», repasa el director del hotel.

El balance en lo que respecta al nivel de ocupación del hotel es muy similar y las perspectivas para los meses de otoño son igualmente poco halagüeñas. «El verano se ha salvado porque en agosto hemos tenido buenos datos de ocupación y se ha podido mantener el precio, pero a partir de septiembre veremos porque no hay reclamos en la ciudad y la gente tiene miedo, están esperando a última hora, cuando ya deberíamos tener los próximos meses organizados con la mayor parte de las fechas cerradas», señala el director del hotel de Los Balagares.

Pero además, para el director «parece que vamos hacia medidas más restrictivas. El verano ha sido un oasis, pero las cosas cambian cada día, y creo que nuestros principales emisores de turismo van hacia nuevos rebrotes».

De turismo saben mucho las agencias de viajes. Las ferias, los congresos y los eventos, tanto locales como nacionales, suelen mover gran cantidad de personas entre comunidades durante el otoño, algo que este año parece que no va a ocurrir. «Vivimos un momento crítico porque hemos perdido todo el trabajo que llevábamos organizando desde el mes de septiembre del año pasado. Entonces ya se planificaban viajes, tanto vacacionales como de negocios, y todo eso se ha ido cancelando o posponiendo, en ocasiones hasta 2022 incluso», confirma Mónica Blanco, de la agencia Viajes La Villa.

«Además de que se hayan ido cancelando y cayéndose del calendario muchos eventos, ferias y congresos, las empresas que quieren desarrollar viajes por su cuenta tampoco están en condiciones por la mala situación que atraviesan o los ertes. Lo poco que estamos moviendo son grupos reducidos y muchos los perdemos porque ha calado lo de hacer reuniones telemáticas», explica Blanco, que ahora intenta levantar su negocio ayudando a sus clientes a gestionar cancelaciones y organizando viajes contados para los meses de octubre, noviembre y diciembre. «Los destinos preferidos por los avilesinos son el Mediterráneo y el Sudeste Asiático, confirma Blanco.