Las enfermedades respiratorias leves, las patologías más diagnosticadas en la comarca

Las enfermedades menores del aparato respiratorio se convirtieron el año pasado en el diagnóstico más frecuente en la comarca de Avilés, según los datos facilitados por la unidad de Documentación Sanitaria del Servicio de Atención al Ciudadano del Hospital Universitario San Agustín, que dirige el doctor José Antonio López de la Manzanara.

Se diagnosticaron 508 casos de estas patologías en los nueve primeros meses del año, los últimos de los que existen datos actualmente, con la previsión de que entre octubre y diciembre se hayan diagnosticado entre doscientos y trescientos más.

La segunda dolencia con más peso en la actividad asistencial es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), con 461 registros y una media de los pacientes de 74 años. Mientras que en tercer lugar, la estadística registra la insuficiencia cardiaca con 422 diagnósticos y una media de edad que se acerca a los 83 años.

En cuarto lugar, aparecen los partos. Este sistema de control registra toda la actividad del hospital según unos códigos internacionales elaborados por la Organización Mundial de la Salud y homologados en España por el Ministerio de Sanidad, que es el encargado de fijar unos criterios idénticos para todo el territorio. «Es algo muy importante porque de esa manera podemos analizar nuestra actividad, compararla con centros similares y saber si se cumplen la finalidad o no del centro», explica el doctor De la Manzanara sobre su trabajo en el hospital.

Por ejemplo, los datos registrados a través de este código permiten ver la magnitud del envejecimiento de la población y la caída demográfica. Por ejemplo, en los años 2011 y 2012 el grupo diagnóstico más frecuente fue el de los partos con 908 y 906, respectivamente. A falta del último trimestre del año pasado, se llevaban registrados 396 alumbramientos y es muy poco probable que los datos que se registren de los últimos meses cubran esa diferencia, por lo que se ve el cambio de tendencia demográfica.

Hay que aclarar que en este grupo de diagnóstico de parto no aparecen otros tipos de nacimientos, como pueden ser las cesáreas o los partos múltiples.

«El registro y análisis de los grupos diagnósticos es muy importante para cualquier hospital porque permite conocer de manera objetiva su día a día», explica José Antonio López, «en la medida de nuestras posibilidades nos gusta reunirnos con los diferentes equipos y atender las peticiones de información para ver las necesidades de cada servicio. No es sencillo porque el ritmo asistencial es muy exigente, pero estos datos pueden ayudar a saber si es necesario crear una consulta específica para una patología o introducir cambios en el sistema de trabajo en un área concreta».

La estadística no solo incluyen la patología atendida, sino que también incorporan otros datos como el número de enfermos o la edad media. De esta manera, se ponen cifras a procesos como el del envejecimiento de la población avilesina. Así, por ejemplo, la edad media de los diagnósticos menores del aparato respiratorio se encontraba el pasado año en 77,1 años frente a los 67,45 de 2011 o los 70,32 de 2012. En el caso de EPOC, la situación es diferentes ya que en 2011 se encontraba en 75,17; en 2012, 75,14 y en los nueve primeros meses de 2018 había bajado a los 74,02 años de media.

La actividad de la unidad de Documentación Sanitaria también permite analizar los datos por servicios y contar con toda la información necesaria. Así, en los nueve primeros meses de 2018, Medicina Interna registró 3.597 altas, con una estancia media de 5,89 días y una edad media de 80,02 años, la más alta del hospital con una media general de 64,05 años.

Toda esta información también permite evaluar el trabajo de los profesionales de manera objetiva gracias diferentes índices definidos previamente. Es el caso del Índice de Estancia Media Ajustada que compara la estancia media de cada hospital con un centro estándar, un hospital ideal que sirve para poder evaluar la dinámica de un centro. Si el resultado es mayor que uno, indica un peor funcionamiento y por debajo de esa cifra lo contrario. En el caso del San Agustín su estancia media es de 5,76 y este índice fue, el pasado año, de 0,8070. «Estas cifras son muy importantes para la planificación, poder examinar la gestión de un centro o elaborar un contrato programa», apunta el responsable de las estadísticas del hospital.

Es el caso del índice casuístico, que compara la proporción de estancias prolongadas en función de ese centro estándar. Cuando el resultado es uno, se demuestra que el centro aborda casos de mayor complejidad y, debajo de la unidad, se entiende que sus casos presentan una menor dificultad. En el caso de Avilés, 2018 ofrecía en sus tres primeros meses un índice de 1,1355.

Al tiempo, el índice funcional es de 0,9778. Este registro relaciona el funcionamiento del centro comparándolo con el estándar. Cuando es mayor a la unidad, evidencia una menor eficiencia respecto a ese punto de comparación. Es decir, los datos objetivos confirman el buen hacer en el centro de referencia de la comarca.

Todo esto convierte a la Unidad de Documentación en una pieza imprescindible para conocer y analizar la actividad sanitaria. Además, las diferentes normativas sobre protección de datos y derechos de los pacientes ha provocado que sus cinco integrantes sean, junto con el especialista asignado, los únicos profesionales autorizados a consultar toda la historia clínica.

«La exigencia legal es máxima y la informatización permite saber las personas que acceden a la historia clínica. Sólo los profesionales relacionados con el caso y los equipos de documentación pueden consultar la historia y siempre con la absoluta discreción. Ya se han producido sentencias condenatorias contra profesionales que consultaron historias clínicas a las que no estaban autorizados», explica José Antonio López de la Manzanara.