Cómo cambiar una hipoteca de tipo variable a fijo
Millones de ciudadanos se enfrentan al encarecimiento más abrupto de las cuotas mensuales de la historia
A. S. GONZÁLEZ
Lunes, 19 de diciembre 2022, 02:06
La reciente escalada del Euribor al calor de la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) está disparando las cuotas de las hipotecas. Millones de ciudadanos se enfrentan al mayor encarecimiento de las cuotas mensuales de la historia. Si hace un año el índice aún oscilaba en valores negativos que rondaban el -0,5, en agosto era ya del 1,25%, y ahora ronda el 2,8%.
Ante esta tesitura, muchos clientes bancarios se están planteando cambiar sus hipotecas de tipo variable a fijo. Los trabajadores de las entidades financieras confirman que el goteo de afectados en busca de una modificación de sus condiciones es constante pero la orden que reciben es evitar ese 'traslado' y que los nuevos préstamos que se vendan sean variables, haciéndolos más atractivos que los fijos.
De hecho, las entidades empezaron hace semanas a endurecer las condiciones de los tipos fijos, situándolos por encima del 3% TAE, para incentivar que los clientes recuperasen el apetito por las hipotecas variables, con las que ahora obtienen mayores beneficios gracias a esa subida del euríbor. Los pocos que aún se mantienen por debajo de ese umbral lo hacen a base de bonificaciones según los productos contratados (seguros del hogar, domiciliación de la nómina, fondos de inversión, etc.).
El Banco de España recomienda echar cuentas y valorar «bien» ambas opciones y detalla las distintas opciones en caso de optar por pasarse al tipo fijo. Los clientes pueden optar por una novación, que consiste en pactar con la entidad la modificación del tipo de interés, o por una subrogación, llevando el préstamo a otra entidad.
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A quienes elijan la novación, las entidades pueden cobrarle una comisión -siempre que figure en el contrato- que, con carácter general, se calcula como un porcentaje del importe del préstamo pendiente de pago. Si finalmente se produce la modificación, la entidad debe entregar diez días antes de la firma, que se formalizará ante notario, los documentos de información precontractual obligatoria, incluidos la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN) y la Ficha de Advertencia Estandarizada (FIAE).
Si el cambio se gestiona a través de una subrogación, traspasando la hipoteca a otra entidad, el nuevo banco presentará una oferta vinculante con las condiciones de la nueva hipoteca y el antiguo puede ejercer una suerte de derecho de tanteo y manifestar su intención, ante notario, de igualar o mejorar esa propuesta.
Los clientes también cuentan con la posibilidad de formalizar una nueva hipoteca y cancelar anticipadamente la anterior, pero esta opción conlleva, por lo general, además de más trámites, unos gastos mayores. Los gastos de la subrogación también suelen ser superiores a los de la novación.