EDP ve «clave» este año para decidir si ejecuta sus proyectos de hidrógeno en Asturias
El consejero delegado de la firma, Miguel Stilwell, advierte de que «no solo basta con dar apoyo con la inversión, falta además crear demanda»
EDP considera «clave» y «determinante» este año para «saber si se avanza o no en hidrógeno», lo que tendría un impacto directo en los ... proyectos relacionados con este vector energético, como son los casos asturianos de las plantas de Aboño o Soto de Ribera. Así lo asegura el consejero delegado de la compañía lusa, Miguel Stilwell, en una entrevista concedida a Expansión, en la que también descarta una hipotética fusión con la española Naturgy para crear un 'campeón ibérico' de la energía.
En relación al hidrógeno, Stilwell subraya que «hay proyectos preparados para salir adelante», pero advierte de que «hay que crear demanda» para que el negocio sea económicamente viable: «Sí, somos campeones con los mejores proyectos de hidrógeno, pero hay que ser realista; no solo basta con dar apoyo con la inversión, falta además crear demanda».
La transformación de la planta de Aboño, cuya inversión estimada asciende a 210 millones de euros, ya cuenta con ayudas reconocidas por importe de 133 millones y consta de dos fases. En primer lugar, EDP aspira a alcanzar una potencia de electrólisis de 150 MW. En la segunda etapa, más ambiciosa, la compañía pretende llegar a los 500 MW. La previsión de EDP es que esa meta se alcance a finales de 2030. No obstante, si no existe demanda, esos planes iniciales podrían moderarse y pasar a una versión más conservadora.
En el caso de Soto de Ribera, su ubicación en la zona central de Asturias facilita el suministro a buena parte de la industria más intensiva en consumo de electricidad, que deberá dar el paso hacia la utilización de hidrógeno verde para reducir emisiones, dentro del proceso de transición energética. EDP invertirá en una primera fase más de 20 millones de euros para producir 600 toneladas de hidrógeno renovable anuales destinadas a usos industriales, lo que permitirá evitar la emisión a la atmósfera de aproximadamente 6.000 toneladas de CO2 al año.
Suministrar a la industria asturiana
La idea del Gobierno central es que el Asturias H2 Valley –que incluye a las dos centrales– suministre «el hidrógeno resultante, tanto para su uso en la planta cementera y acería situadas a unos tres kilómetros, como en el polo industrial de Avilés, entre otros».
En cualquier caso, el hidrógeno verde es uno de los elementos centrales del 'Clean Industrial Deal' presentado en febrero por la Comisión Europea. Jugará un papel central en la descarbonización del sistema energético comunitario, especialmente en sectores donde la electrificación aún no es una opción viable, aunque Bruselas aún tiene que especificar qué medidas adoptará para «producir hidrógeno bajo en carbono de manera pragmática, brindando certeza a los inversores».
En ese sentido, el Plan de Acción para una Energía Asequible de la UE destaca que «acelerar la electrificación en un 40% en 2030 aprovechando la flexibilidad de los sectores de la calefacción, el transporte y el hidrógeno puede aportar un ahorro anual de costes de 32.000 millones».
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