Las empresas auxiliares se enfrentan a un duro recorte de actividad ante el bloqueo del plan verde de Arcelor
Los trabajadores de las contratas expresan su preocupación por la paralización de la planta de DRI y la incertidumbre sobre la acería eléctrica de Avilés
«Hay muchísima preocupación porque, por desgracia, somos el eslabón más débil». La inquietud entre la industria auxiliar de Arcelor es máxima ante el ... bloqueo de parte del plan verde de la siderúrgica para las factorías asturianas y, «si no llegan las inversiones, no hay futuro», señala el responsable del sector auxiliar de CC OO de Industria de Asturias, José Luis Prieto. Hace alusión a la paralización del proyecto para construir una planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI) en Gijón, que Arcelor ha suspendido al igual que el resto que tenía previstas en Europa.
Una pieza del plan de descarbonizacion que permitiría asegurar el carácter integral de la siderurgia en la región y, por ende, en España. Instalaciones llamadas a sustituir al sínter 'B' –que hay el compromiso de apagar antes del 31 de diciembre de 2025– y al horno alto 'A', que ahora la multinacional plantea mantener hasta que entre en funcionamiento la acería eléctrica que se está construyendo en la factoría gijonesa. Con el plan inicial, la industria auxiliar –que aglutina a unos 3.000 trabajadores que dan servicio a la siderúrgica– ya se enfrentaba a un duro recorte de actividad y empleo, en consonancia con el que sufrirá la propia plantilla de Arcelor, que menguará en casi mil personas ante la pérdida de producción y la automatización de las instalaciones, según los cálculos de la empresa.
Pero sin la siderurgia integral, al no haber producción local de prerreducidos de hierro sin la planta de DRI, la situación se recrudece. Más aún si se tiene en cuenta que la acería eléctrica de Avilés sigue en el aire desde que la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, y el CEO de Arcelor, Aditya Mittal, firmaron en mayo de 2022 un memorando que dejaba abierta la posibilidad de financiar de forma conjunta la construcción de un nuevo horno eléctrico en la fábrica avilesina. «Solo en el parque de carbones y el sínter estaríamos hablando de unos 400 empleos que desaparecerían», incluso si se construyera la planta de DRI, explica Prieto, que teme que el recorte sea aún mayor de no avanzar en el plan verde. «Estamos con la moral por los suelos porque todas las noticias que llegan son nefastas», reconoce.
Pese a que las factorías asturianas funcionan a medio gas, la caída de la actividad «se ha notado poco, salvo en alambrón», lo que ha llevado a desplazar a trabajadores a otros talleres. En general, las contratas tienen una buena carga de trabajo en la industria asturiana, sobre todo en el metal, actividad predominante. «El problema lo tenemos dentro de Arcelor», con el «miedo de que ocurra lo mismo que en Alcoa», que terminó con el cierre de su factoría en la región.
Capacidades productivas
Por su parte, el secretario general de UGT-FICA Asturias, Jenaro Martínez, hace hincapié en que, «si no se garantizan las capacidades productivas, el impacto va a ser grande, tanto en la empresa matriz como en las auxiliares y en el empleo inducido». Es más, las consecuencias globales pueden ser «dramáticas» si no se asegura el futuro de la siderurgia en la región. Lo esencial para el sindicato es blindar la actual capacidad para producir acero, para lo que considera irrenunciable que se construya una acería eléctrica en Avilés.
En este sentido, UGT-FICA recuerda que fueron los primeros en pedir que se llevaran a cabo estas instalaciones al conocer el plan verde de Arcelor. «Tenemos que pelear para que haya una solución», y contar con un horno híbrido en la factoría avilesina ayudaría, en gran medida, a atenuar las consecuencias de la paralización de la planta de DRI, apunta Martínez. No obstante, recalca que las instalaciones que ejercerían el papel de un horno alto y un sínter son fundamentales para mantener el carácter integral de la siderurgia y, por tanto, hay que echar el resto para conseguir que se materialicen.
Las auxiliares tienen un problema adicional, y es que existe malestar porque consideran que las cuantías que les aporta la siderúrgica por sus tareas son escasas. De hecho, Cobra y Moncobra cesaron este año su relación laboral con la multinacional por este motivo y Daorje se plantea ahora renunciar a prestar el servicio de empaquetado en Avilés.
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