Los emigrantes ya son más del 20% en 41 concejos y mayoría en cinco municipios
123.201 asturianos en el extranjero, claves en las próximas elecciones del 28M ·
La campaña pivota sobre ellos porque su peso es determinante. Los asturianos que viven fuera de España ganan influenciaHay claves de las elecciones que no son siempre evidentes a primer golpe de vista. Un ejemplo: El PSOE tiene 20 diputados y el PP ... 10 en la Junta General. A priori, eso dictaría que las alcaldías se repartiesen entre las dos grandes formaciones en un ratio de dos a uno, es decir, que el PSOE tuviese el doble que el PP. Hoy los socialistas son alcaldes de 54 de los 78 municipios asturianos. Los populares, en siete.
Tal vez por eso el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha lanzado esta semana la propuesta de crear una cuarta circunscripción electoral, quitando un diputado de la circunscripción central y otorgándolo al voto de la emigración. Tal vez por eso, también, el candidato popular a la Presidencia del Principado, Diego Canga, ha hecho ya durante la precampaña dos viajes a Latinoamérica, donde se concentra el grueso de la emigración asturiana. Ambos candidatos son muy conscientes de que fomentar su participación, en particular de los más afines a cada uno de ellos, puede suponer un notable cambio en el resultado en los municipios más pequeños.
2.669 ciudadanos extranjeros podrán votar en las municipales
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En Asturias residen 2.669 extranjeros con derecho a voto, si bien solo para los comicios municipales. Sus votos pueden marcar diferencias en concejos donde la población oriunda es escasa, siendo el máximo exponente de esto el pequeño concejo de Santo Adriano, que es el municipio asturiano con mayor porcentaje de ciudadanos extranjeros. Claro que son solo cinco, pero son el 1,49% del total de electores de un concejo que tiene 240 votantes nacionales que viven en Asturias; 91 asturianos en el extranjero y los aludidos 5 vecinos con derecho a voto procedentes de otros países. En todos los demás municipios el porcentaje es de menos del 1% (en Gijón, sus 701 residentes extranjeros con derecho a voto son el 0,30% del total; los 566 de Oviedo son el 0,28%, y los 134 de Avilés representan apenas el 0,20%).
Son los asturianos en el exterior, en números redondos, 138.000 personas, de las que 123.201 tienen derecho a voto. Pueden decantar algunos escaños, si se lograse una nunca conseguida alta participación electoral. Pero más allá del interés que puede tener para el reparto de fuerzas en el Parlamento regional, donde sí que podrían ser clave, incluso con una participación modesta, sería en los municipios, en particular en los de población más reducida, si se les permitiese votar en sus concejos de origen. No es así. Los votantes asturianos residentes en el extranjero pueden votar en las elecciones generales, pueden votar en los comicios autonómicos, pero no tienen reconocido el derecho en las contiendas electorales municipales. Y ahí sí que podrían ser clave.
Porque a día de hoy hay cinco concejos asturianos en los que hay más personas con derecho a voto en el extranjero que en el propio municipio. Son Allande, las dos Peñamelleras, Pesoz y Ponga. Concejos en los que la emigración al extranjero, a otras comunidades y también la interna entre municipios asturianos, por la llamada del ocho central, han vaciado el territorio.
Pasa algo similar con los 13 municipios en los que más del 40% de los posibles votantes viven en el extranjero. Estos son Amieva, Belmonte de Miranda, Boal, Cabrales, Cabranes, Caso, Grandas de Salime, Illano, Llanes, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, San Tirso de Abres y Taramundi. Con la excepción de Llanes, en el que la emigración tiene una especial relevancia aún hoy, se cuentan todos entre los más envejecidos y vaciados de Asturias.
Las circunscripciones
El peso del voto de los emigrantes asturianos es especialmente significativo en la circunscripción oriental, donde más del 30% de los ciudadanos con derecho a voto viven fuera de España. Cinco diputados en liza son un buen premio para forzar un tanto la máquina entre esa emigración.
En el occidente la media engaña un tanto. Son un 23% los paisanos de la comarca que pueden votar desde su residencia en el exterior, pero hay grandes diferencias. Los Oscos y el Valle del Navia concentran niveles de emigración que superan de lejos la media del oriente, pero el peso de la zona minera (o exminera) compensa eso. Con todo, son seis diputados a dirimir, y atraer a más emigrantes hacia las siglas de un candidato puede ser clave para rascar un diputado más o no.
En la circunscripción central, que con 34 diputados es de lejos la decisiva, el peso de la emigración es mucho menor, al menos en términos de porcentaje. Apenas el 9% de los votantes de esta circunscripción viven en el extranjero, pero son 68.630, es decir, más que la suma de los del occidente (26.953) y los del oriente (27.618).
Por el momento, los dos candidatos de PSOE y PP, Adrián Barbón y Diego Canga, han tratado de atraerse hacia su oferta electoral a esta masa de electores tradicionalmente poco implicada en las elecciones. La oportunidad de crecimiento electoral es amplia, al punto de que el pasado miércoles, delante de su presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, Diego Canga llegó a declarar que el voto de la emigración es clave para lograr la victoria que dice ver posible. «Es el plus» que necesita para vencer, dijo Canga en un desayuno en el Foro Nueva Europa, en Madrid. Ese mismo día, Barbón, por la tarde, se destapaba con una propuesta que deberá pasar por el tamiz de un análisis legal. Pero que sin duda tiene un potente componente simbólico. Dijo Barbón que se propone, en la próxima legislatura, crear una nueva circunscripción electoral para los votantes del extranjero.
Su idea para ello es detraer uno de los 34 diputados que se eligen en la circunscripción central. Siguiendo la literalidad de la actual Ley Electoral esto no sería posible. Determina la norma, por una parte, que toda circunscripción tendrá un mínimo de dos diputados, independientemente del número de habitantes, y que posteriormente se divide el número de escaños entre el número total de habitantes. En números redondos, la suma de los habitantes de Asturias y de asturianos en el extranjero es de 1.138.000 personas, de forma que una hipotética circunscripción electoral nueva en la que el voto de los ciudadanos en el extranjero tuviese la misma representatividad llevaría a dicha circunscripción a contar con entre seis y siete diputados, no uno, como propone Barbón.
Pero el valor simbólico de su propuesta no se le puede negar, más allá de que obligaría a modificar la Ley Electoral del Principado y probablemente el Estatuto de Autonomía, un melón que en la legislatura que ahora acaba no se acabó de abrir y que, de hacerlo, daría pie a otros debates, ya no tan dependientes del número de habitantes y posibles votantes, sino de otras cuestiones de cariz más político, entre las que destaca la declaración de oficialidad del asturiano, pero que también podría entrar en otros asuntos. Como, por ejemplo, una posible reducción del número de diputados que desde el centro derecha se ha defendido en varias ocasiones.
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