Barbón arropa a Ana González ante un «barullu» que «siempre pasa factura»
El líder socialista acusa a «algunos de mis compañeros» de « no estar siendo empáticos». La alcaldesa pone «matrícula de honor» en el apoyo a Gijón
Adrián Barbón advirtió, mucho, sobre el cumplimiento escrupuloso de lo que dicen los estatutos socialistas; alertó, bastante, sobre que el «barullu» pasa factura en ... las elecciones; y criticó, repetidamente aunque sin dar nombre, el «ombliguismo». Pero ayer, horas después de la reunión de la ejecutiva del PSOE local que articuló el proceso que podría desembocar en unas primarias, lo que se quería escuchar del presidente es si está o no con la alcaldesa de Gijón. Él dijo que su postura ya era conocida, pero aún así hicieron falta más de una decena de preguntas para que cerrase final con Ana González: «Todos los alcaldes que decidan optar a la reelección tendrán el apoyo expreso de la Federación Socialista Asturiana». Lo hizo delante de la regidora quien, con solo una mueca, expresó la satisfacción de quien se siente apreciado en su cargo.
Hasta la fecha no hay que elegir. La alcaldesa ha manifestado su voluntad de repetir y, salvo que se reúnan las firmas de la mitad de la militancia (+1) quedará automáticamente proclamada candidata. Sobre cómo reunir esas firmas es en lo que se está ahora. Aún se está cerrando el modelo de ficha y los plazos para hacerlo que, en ningún caso, podrán ir mucho más allá del 10 de septiembre. Varios veteranos ya trabajan en la recopilación de apoyos. De lograrlo -en esta parte del proceso no es necesario que exista ningún candidato alternativo- lo que se pasaría es a una segunda fase, la de primarias. Lo que ahora preocupa en las direcciones socialistas, y que garantizan que velarán por su cumplimiento, es que se filtren los censos para tener acceso a los datos de los militantes, punto que contraviene la protección de datos. Por lo pronto, sin que haya que elegir entre nadie, cabría concluir que Adrián Barbón considera que Ana González garantiza «estabilidad, experiencia y esperanza», dado que son los criterios que él mismo enumeró para definir a un buen candidato.
El secretario general de la FSA tuvo recados velados para el que le quisiera escuchar. A los que ahora hablan de primarias les recordó que tanto él como Adriana Lastra estuvieron en ese movimiento que desembocó en los estatutos actuales. «Los arrancamos con nuestra movilización pese al rechazo de algunos que hoy los quieren defender». También se fue años atrás para rememorar que «en 2015 habíamos perdido en Gijón, y lo habíamos hecho porque desconectamos con la ciudadanía gijonesa; en 2019 recuperamos la alcaldía, ahora no podemos volver a desconectar». La pregunta venía al pelo: ¿Ana González es la mejor opción para ello? «No puedo opinar por mi papel como secretario general pero los hechos son objetivos, habíamos perdido y en 2019 pasamos de 7 concejales a 11, y lo hicimos con Ana González como candidata». Ya durante su visita en el stand de EL COMERCIO hizo una advertencia más: «Tengo que decirle a algunos de mis compañeros (de partido) que no están siendo empáticos, porque en vez de estar hablando de los problemas de la gente, lo están haciendo sobre debates que sobran en estos momentos».
La alcaldesa, que afirmó que no quería «presumir» de relación con el líder socialista porque «no es positivo hacer esa ostentación» agradeció las palabra del presidente diciendo que «el apoyo de Adrián Barbón tiene que ser con el concejo y ahí se lleva matricula de honor».
Lo que una y otro niegan es cualquier división, ni en el equipo de gobierno -a pesar de que Ana González acudió a la reunión del jueves acompaña por seis de sus concejales-, ni el partido. «Seguimos igual de comprometidos todos y cada uno», respondió Ana González. ¿Y en el partido? «Creo que hay que cumplir con los estatutos», se limitó a decir el secretario general de la FSA. También dijo no saber nada de la reunión a cuatro bandas -la dirección gijonesa, la FSA, Ana González y los firmantes que solicitan un proceso de primarias- que planteó la Comisión Ejecutiva de Gijón.
Lo que ahora le preocupa al presidente, dijo, es el «barullu» que implica hablar de sí mismos y «no de los problemas de la gente»» porque «siempre pasa factura» en las urnas. Repitió que «no voy a dedicar ni un minuto de mi vida al ombliguismo» y pidió «estar unidos» porque de esa forma, añadió, «fue como ganamos en 2019, al estar todos reunidos en torno a un mismo proyecto común».
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