El «bloque en lucha» de Gijón urge una reunión a tres bandas con el Principado y la Sareb

Después de que varios vecinos recibieran burofaxes de la Sareb negando su condición de vulnerabilidad, y excluyéndoles por tanto de la posibilidad de optar a un alquiler bonificado por siete años, los vecinos reclamaron ayer una reunión «a tres bandas» con esta sociedad y la consejería. «La que hubo entre ellos, a puerta cerrada, no nos vale. Queremos ver qué se pacta y que podamos intervenir», reclamó su portavoz, Pepo González, quien acusó al Principado de «comprar el relato argumental de la Sareb sin contrastarlo con nosotros».

La entidad cifra en cinco los hogares a los que sí reconoce una situación de vulnerabilidad y que podrán acogerse a un alquiler social con acompañamiento –estarán atendidos por trabajadores sociales para programas de empleo, solicitar el Ingreso Mínimo Vital...–, si bien los vecinos del bloque aseguran que «es una táctica para dividirnos, porque ni siquiera tienen constancia de quiénes son». Según la Sareb, hay otros dos casos «en los que no han querido colaborar» y en los que se iniciará un procedimiento judicial de desahucio.

Para otros siete «estamos buscando otro tipo de contrato de alquiler», si les bien reclama pagos de hasta 20.000 euros por antiguas rentas impagadas a las que los inquilinos aseguran que no tiene derecho. La entidad promete que les ofrecerá «un plan de pagos». Estos contratos tendrían una duración corta, que podría ser de un año. En breve, por otra parte, el inmueble podría volver a cambiar de propiedad en el marco de las negociaciones de la Sareb con la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) de cara a la creación de la nueva Empresa Estatal de Vivienda. Se da por hecho que este edificio entrará en el listado de activos que adquiera la nueva sociedad, que sería la que tenga que dar en el futuro solución a estos vecinos.