El Principado de Asturias cierra los últimos flecos para nombrar a Nieves Roqueñí como presidenta del Puerto de Gijón

Tras conocerse la intención de Lourido de abandonar El Musel hace un par de semanas, el nombre de Nieves Roqueñí, adelantado por EL COMERCIO, ha ido ganando enteros y en estos momentos es la única opción que maneja el Principado para ocupar este cargo, tras consensuarlo, entre otros actores, con el PSOE gijonés, que ha aceptado que esta ingeniera de minas y profesora del área de Proyectos de Ingeniería de la Universidad de Oviedo se ponga al frente del Puerto. El visto bueno necesario de Puertos del Estado tampoco será un problema para el nombramiento.

La decisión de dar a conocer el sustituto de Laureano Lourido, que ha seguido desempeñando su labor con normalidad estos días, se está demorando por el efecto dominó sobre el Ejecutivo asturiano, que podría sufrir algún cambio más que el estrictamente necesario. En este momento la opción más lógica sería que Adrián Barbón colocara al frente del departamento de Roqueñí a su viceconsejero de Industria y Transición Justa, el ovetense Isaac Pola. Sin embargo, salvo que haya una remodelación que afecte a otra consejería, Pola tendría como principal desventaja su condición de hombre, que rompería la paridad del Ejecutivo, y que no forma parte del círculo más estrecho del Ejecutivo. El presidente regional, según apuntan algunas fuentes, estaría sopesando hacer algún ajuste más en su Gobierno, pero que no supondría, en ningún caso, una reestructuración profunda.

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En cualquier caso la determinación de Adrián Barbón es tener resuelto este asunto esta misma semana y pondrá encima de la mesa de la próxima reunión del Gobierno la designación de Nieves Roqueñí como presidenta del Puerto de Gijón. De hecho, según ha podido saber este periódico de distintas fuentes, los miembros del consejo de administración de la Autoridad Portuaria ya han sido informados de que esta misma semana se daría una solución a la anunciada salida de Laureano Lourido.

Aunque el nombre de Alejandro Calvo, consejero de Fomento, también se manejó como una opción para el Puerto gijonés en los primeros momentos, realmente nunca llegó a ser una opción seria. Entre los principales motivos estarían el rechazo que su nombramiento podría causar en ciertos sectores del PSOE gijonés y que el propio consejero quiere seguir al frente de su departamento.

En la Casa del Pueblo local, aunque al principio mostraron su preferencia por alguien cercano a la agrupación local y con peso político, aceptan el nombramiento de Nieves Roqueñí para que lidere una nueva etapa que acerque el Puerto a la ciudad, sobre todo después de los últimos encontronazos de los socialistas gijoneses con Laureano Lourido por mostrar más cercanía a la alcaldesa Carmen Moriyón, que a las posiciones del partid o que lo nombró.