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El alcalde conversa con el edil de Urbanismo José Ramón Pando ante Silvia Junco y Belén Fernández Acevedo. A la izquierda, Gerardo Antuña se dirige a Feliz Fernández.

El Pleno aprueba la ordenanza de terrazas por unanimidad tras dos años de trámites

La Corporación celebra el consenso para dar estabilidad a una normativa que entrará en vigor con su publicación

Gonzalo Díaz-Rubín

Jueves, 29 de enero 2015, 00:25

El Pleno aprobó ayer por unanimidad, después de más de dos años y medio de trámites, la nueva ordenanza de terrazas. Lo hizo sin debate, pero con una larga serie de intervenciones para celebrar el éxito político, recordar las dificultades del proceso, defender las bondades del texto y aplaudirse unos a otros la consecución de una norma «clave para garantizar la convivencia» entre los negocios y los vecinos, señaló el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo. Reconoció también al resto de grupos que sin esa «unanimidad, no habríamos sido capaces de llegar hasta aquí». O con otras palabras, hubiese bastado que un grupo se hubiese descolgado del consenso inicial o hubiese cortejado a los hosteleros, contrarios hasta el último día a una regulación mucho más restrictiva con sus intereses, para que la normativa naufragara.

La ordenanza de terrazas, que entrará en vigor tras su próxima publicación en el Boletín Oficial del Principado de Asturias, obligará a dejar 1,8 metros de distancia a las fachadas como itinerario accesible y otros 40 centímetros con la acera si hay aparcamientos. También a que las mesas se agrupen dejando pasillos entre ellas, que el mobiliario y todo el conjunto respeten la normativa de accesibilidad, también regula de forma estricta el horario y la ocupación del espacio público por las mismas. Ahora no podrán sobrepasar el frente del local a la calle. Los hosteleros dispondrán hasta el 1 de enero de 2016, en cualquier caso, para adaptar sus espacios, pero en lo tocante a horarios y, las antes llamadas 'fácilmente desmontables', superficies deberán ponerse al día de inmediato.

El concejal de Urbanismo, José Ramón Pando, atribuyó al alcalde la iniciativa de encomendar, «hace dos años y medio», la redacción del nuevo texto regulador con los objetivos de garantizar la «convivencia» entre los vecinos y un «sector económico tan importante» para la ciudad como el hostelero; garantizar los derechos de las personas con movilidad reducida y fomentar la participación.

La 'paternidad' de la norma fue casi el único punto de fricción entre los grupos. «Ordenanza viene de 'ordenar', de poner orden», recordó el portavoz de IU, «lo que existía era un desorden que venía de muchos años atrás». Una puntualización que hizo sin ánimo de polemizar, pero para que estas cosas «no caigan en el olvido», y concretó en que fue la «Fiscalía la que dijo a esta institución que había que hacer una ordenanza para regular este caos».

También se la atribuyó el PSOE, cuya moción en julio de 2012 para que se redactase una nueva normativa fue rechazada en la comisión por los votos de populares y 'casquistas', según se encargó de recordar su concejal Feliz Fernández. Lo hizo con el escenario anterior de «caos», con «una normativa muy deficiente», «bares devorando el espacio público y conflictos con los vecinos».

Algo de razón tendrían PSOE e IU cuando el anterior edil de Urbanismo, Alberto Mortera, acabó imputado por prevaricación a cuenta de las licencias de terrazas en El Fontán. Libró en diciembre. El juez acordó el sobreseimiento provisional al entender, al igual que el fiscal, que el desorden «era general en toda la ciudad» y no solo en El Fontán.

La portavoz de Foro, Cristina García Pumarino, también destacó la «necesidad» de la norma, no solo para garantizar la convivencia entre los usos del espacio público, pero también de cara a la imagen de la ciudad: «Unas buenas terrazas dan una buena calidad de vida a la ciudad y unas malas terrazas pueden tirar por los suelos la imagen de la misma», apuntó. Reconoció que «nunca llueve a gusto de todos», pero que, en aplicación de la normativa europea de accesibilidad, era necesario reconocer los derechos de las personas con problemas de movilidad o discapacidad con una «estrategia de 'diseño para todos'».

Control de su cumplimiento

En discutir la paternidad de la norma no fue el único punto en el que coincidieron ayer PSOE e IU, ambos reclamaron garantías de cumplimiento. El portavoz y candidato a la Alcaldía, Roberto Sánchez Ramos, propuso crear una comisión de seguimiento para implicar a la ciudadanía en el control de la ejecución de la norma.

«Lo que hará buena o mala esta norma será el grado de cumplimiento de la misma», abundó Feliz Fernández, quien encareció a los servicios municipales y a la Policía Local su supervisión. Para el socialista, el proceso para desarrollar la ordenanza, de la que se dijo «moderadamente satisfecho», ha sido «ejemplar y solo puedo felicitar por ello» a la Corporación.

Las felicitaciones fueron cruzadas y múltiples. A los técnicos, a los grupos, a las asociaciones de vecinos, a la ONCE, a Aspaym y al concejal de Urbanismo, José Ramón Pando. Las de este al alcalde fueron especialmente prolijas y extensas; las del no adscrito, José Donate, se dirigieron a la «valentía» del equipo de gobierno para afrontar el debate. El regidor se las devolvió agradeciéndole su importante papel en el proceso y el de todos los grupos para garantizar que la norma «vaya a gozar de estabilidad».

Para celebrar el éxito político el equipo de gobierno dio orden de reservar 21 plazas de público en el Pleno para asociaciones de vecinos y de discapacidad. Con ellos se fotografió Caunedo tras concluir la sesión. No fue la única imagen que dejó. La deuda viva se ha reducido «a 5 de enero» a algo más de 92 millones de euros, leyó el secretario en cumplimiento de la nueva normativa de estabilidad. «Hemos reducido la deuda ya en casi cuatro millones», presumió el alcalde.

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