La Policía Local y los Bomberos de Oviedo realizaron veintitrés rescates de atrapados en ascensores durante el apagón

El gabinete de crisis del Ayuntamiento de Oviedo se reunió a las seis y media de la tarde de este lunes. Tres horas y cincuenta y siete minutos después de la oscilación en la red eléctrica a la que siguió el apagón total, congelado en los relojes de la ciudad a las 12.33 del mediodía, el equipo de gobierno local realizaba la primera valoración de daños. En concreto, veintitrés rescates a personas atrapadas en ascensores se habían producido hasta ese momento. Entre ellas, una mujer que permaneció varias horas encerrada en el ascensor del Gran Bulevar El Vasco. Trece más tuvieron que ver con la atención a personas con movilidad reducida por parte de Bomberos.

Afortunadamente, valoraban las fuentes municipales consultadas después de la reunión, no se habían producido accidentes de tráfico de gravedad tras venirse abajo la red semafórica. «Normalidad dentro de la anormalidad, la gente está en las terrazas, todo el mundo está siendo muy cívico».

Mientras tanto, la mayoría de efectivos de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, desplegados por las calles de la capital durante todo el día y con la previsión de intensificar las patrullas por la noche. Muchos agentes, tanto de la Policía Local como de Bomberos, se ofrecieron voluntarios para reforzar el servicio. «Están trabajando a destajo, se han reforzado todos los servicios y la prioridad ha sido la gente atrapada en los ascensores», aseguró el edil del ramo, José Ramón Prado, que pasó el día prácticamente pegado al comisario jefe de la Policía Local, Javier Lozano.

El Ayuntamiento informa que los servicios de limpieza y autobuses se mantendrán en funcionamiento y que los vehículos de transporte urbano eléctricos se cargarían durante la noche con generadores en caso de que la luz no volviese o cayese de nuevo. El gobierno local, al igual que el Principado, activó el nivel 2 del plan municipal de emergencias. Autoridades municipales se reunieron también este lunes con sus homólogos regionales. Las mismas fuentes sostienen que se puso a disposición del Principado una emisora de la Policía Local, aunque no hizo falta.

Especialmente preocupada por la situación de los colegios para el martes se mostraba la concejala delegada de Educación, Lourdes García, a su llegada a la reunión. Confirmó que la jornada del lunes se había vivido con normalidad en los centros educativos ovetenses, aunque faltaría por ver el avance de la situación para determinar qué ocurrirá mañana con los comedores escolares, avanzó.

En la calle, escenas diversas durante todo el día. El personal sanitario del centro de salud de Pumarín aguardaba instrucciones pasadas las dos de la tarde, dos horas después del apagón, de la Consejería de Salud. El fundido a negro de la red eléctrico cogió a los profesionales atendiendo a los pacientes, a los que tuvieron que mandar a sus casas tras realizar el trabajo médico a la antigua, sin ordenadores y con las recetas escritas a mano. Las consultas telefónicas, eso sí, quedaron irremediablemente sin atender y la dirección del centro de salud mostraba su preocupación por la necesidad de trasladar las vacunas, refrigeradas, a otro equipamiento que contase con generadores de energía.

Panaderías, kioscos, confiterías y pequeños supermercados suministraban productos de primera necesidad prácticamente a oscuras. Algunos establecimientos no tardaron en colgar carteles de «no hay pan» y, ya por la tarde, las mismas largas colas se repetían en las heladerías del centro. El buen tiempo y el apagón se fundieron en una estampa de calles llenas de gente paseando por las calles de la ciudad.

La luz volvió a la calle Ventura Rodríguez, sede de la delegación de EL COMERCIO en Oviedo, a las 20.30 horas. Dos horas antes lo había hecho en la zona de Ventanielles y La Tenderina.

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