La bioincubadora de La Corredoria requiere una «actuación integral» en el ala este del Vivarium
La obra, a la que optan tres empresas, se compatibilizará con la actividad del edificio y en la primera fase estará listo el corworking
Antes de que concluya el año, está previsto que comiencen las obras de construcción de la nueva bioincubadora de alta tecnología en ciencias de la ... vida en el edificio del Vivarium de La Corredoria. Los pasos, para ello, se van cumpliendo. La mesa de contratación de la Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación del Principado, Sekuens, se reunió este mes de septiembre para la apertura de las ofertas para la reforma parcial del Vivarium. Tres son las aspirantes –la UTE Citanias-Imesa, Civis Global S. L. U. y Valtria Engineering S. A.– a un contrato que supera el millón de euros –a 1.305.350 euros– y tiene un plazo de seis meses.
La bioincubadora, cuyas obras finalizarán a principios de 2026, llevará aparejada la creación de hasta 115 nuevos empleos –50 directos y 65 indirectos–, 15 empresas, asesorará a 35 y dará formación a otras 200 hasta 2027. Su objetivo será desarrollar nuevos productos y servicios innovadores vinculados al ámbito sanitario con los principios de la industria 5.0. El Ejecutivo regional tiene toda la maquinaria en marcha para que el proyecto se convierta en una realidad dentro de poco.
El edificio del Vivarium tiene más de 14 años –entró en funcionamiento al completo en 2011–; y aunque pueda parecer reciente, «la antigüedad de equipos existentes, su obsolescencia y las carencias de la instalación ejecutada, se considera necesario efectuar una actuación integral sobre las instalaciones de las zonas a reformar y no es posible aprovechar partes de la instalación de climatización, ventilación o iluminación», recoge el proyecto básico y de ejecución de la reforma parcial realizado por Runitek Ingenieros.
La superficie de actuación aproximada es de 678 metros cuadrados entre la planta bajo rasante y la planta baja en la zona este del edificio. La obra, que no tardará en comenzar, podrá compatibilizarse con el uso actual del edificio, porque de afectar lo hará «mínimamente», sostiene.
Se hará en dos fases. La primera de ellas se centrará en la intervención para poner en marcha un espacio de coworking, de unos 50 metros, que estará situado en la planta baja y estará listo en un plazo de sólo tres semanas –para el resto de la bioincubadora se estima un tiempo de 21 semanas–. Estará situado en la planta baja, que en la actualidad dispone de cinco laboratorios que suman una superficie útil de 340 metros cuadrados. Junto al citado coworking, habrá dos nuevos laboratorios, con las llamadas salas blancas y oficina.
En la planta semisótano está prevista la remodelación de una superficie de 338 metros cuadrados para hacer realidad tres almacenes, una sala de escalado a producción y una sala de cultivos celulares, a grandes rasgos.
Será una de las tres licitadoras la encargada de hacer la remodelación parcial de un centro necesario que fomentará la innovación y creará puestos de trabajo en Oviedo.
Un paso necesario para «el Oviedo del futuro» y para consolidar «la capital biosanitaria del norte»
La bioincubadora de alta tecnología en ciencias de la vida está llamada a reforzar el peso del sector biosanitario en Oviedo, que aspira convertirse en «la gran capital biosanitaria del norte», como ya confió en el año 2021 el presidente del Principado, Adrián Barbón, en la colocación de la primera piedra del nuevo Instituto de Productos Lácteos (IPLA). Un equipamiento inaugurado por la ministra de Ciencia, Diana Morant, el pasado mes de mayo, y que ha supuesto el último broche de oro al polo investigador y empresarial que se gesta en torno a la salud en las inmediaciones del HUCA. Un eje circundado por el ISPA, el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono y la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria (Finba), el Vivarium de la Salud, y, sin olvidar el reto de atraer la Agencia Estatal de Salud Pública a La Vega, que han demandado tanto el Ayuntamiento como el Principado. En este escenario, la alta bioincubadora juega un papel fundamental consolidando también «el Oviedo del futuro», como resolvió el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, tras la firma de cesión de los terrenos municipales del Vivarium, a Sakuens, que estuvo representado por su director, David González.
La bioincubadora, que estará dedicada a la investigación preindustrial y de cultivos celulares para el desarrollo de nuevos fármacos, será un centro de especial importancia para fortalecer las raíces de Asturias. «No podemos depender de que nuestras empresas tengan que irse a Francia o Alemania para hacer todos los procesos de regulación; necesitamos químicos, físicos y biólogos que tengan dónde trabajar con recursos y dónde llevar a cabo todo ese proceso», defendió tras la firma del acuerdo el director de Sekuens.
La bioincubadora será una realidad muy pronto tras finalizar los trámites administrativos.
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