Nacho Cuesta: «En Oviedo, la Zona de Bajas Emisiones no afectará a quienes vivan y a quienes trabajen»
El concejal de Planeamiento y Gestión Urbanística de Oviedo considera que la implantación es «una extraordinaria oportunidad para reorganizar el sistema de movilidad» y «seremos un ejemplo»
Más de 350 ciudades europeas han implantado ya la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), con un «grado de satisfacción ciudadana que ronda el ... 70 o 75%», según explicó este martes el concejal de Planeamiento y Gestión Urbanística de Oviedo, Nacho Cuesta. Oviedo va camino de sumarse, con el objetivo de reducir la contaminación con las restricciones a vehículos más antiguos en el entorno del Campo San Francisco y controlar los accesos en las rondas con cámaras de vigilancia a partir de 2026.
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El Pleno municipio dio un nuevo paso, con la aprobación inicial del proyecto técnico para el establecimiento de la ZBE y la ordenanza municipal que regulará su funcionamiento. Lo hizo con 16 votos a favor, del PP e Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo; 3 en contra, de Vox y la concejala no adscrita, y 6 abstenciones del PSOE, tras admitir solo parcialmente dos enmiendas presentadas por la oposición. El documento saldrá ahora a información pública para que los ciudadanos puedan presentar sus aportaciones y sugerencias. La aprobación definitiva quedará condicionada al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que el Ayuntamiento espera tener listo a finales de este mismo año.
Cuesta se encargó de defender esta nueva medida, una «obligación legal» marcada por la normativa europea para las ciudades de más de 50.000 habitantes pero «al tiempo una oportunidad para reorganizar nuestro sistema de movilidad urbana de manera más equilibrada, ayudando a reducir la dependencia de vehículos privados y fomentando los medios menos contaminantes» como el transporte público.
En Oviedo, defendió, «los niveles de contaminación se han mantenido bajos, aunque se ha superado en alguna ocasión puntual los niveles que recomienda la normativa europea para 2030», con margen de mejora para las partículas en suspensión pm10 y pm2. El gobierno local, por tanto, ha apostado por una implantación «amable» y «progresiva». «La ZBE no afectará a quienes viven en la ciudad ni a quienes trabajen», garantizó. Los primeros estará «exentos de las restricciones» y los segundos contarán con autorizaciones temporales. Entre las medidas, desarrollarán campañas de concienciación, seguimiento del impacto y oras como la ampliación del aparcamiento de La Escandalera «que únicamente posibilitará que todos los visitantes tengan la oportunidad de dejar su coche en un lugar en el centro, pero no perjudicamos al comercio ni a los hostelería, ni a otros sectores, sino al contrario».
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Es más, el popular avanzó que «seremos un ejemplo» en la implantación de la ZBE. «En Oviedo hemos aprendido de errores cometidos en otras ciudades y hemos priorizado la divulgación frente a la imposición», indicó el edil, que enumeró otras medidas anteriores como la bonificación del 100% del estacionamiento regulado a vehículos cero emisiones o el despliegue de puntos de recarga eléctrica y aparcabicis para defender su gestión.
«Bajas emociones»
Dentro de la oposición, posiciones contrapuestas y muchos matices. El concejal del IU, Alejandro Suárez, adelantó en su primer turno el voto a favor de su partido –su portavoz, Gaspar Llamazares se ausentó–, especialmente para combatir el negacionismo de la «extrema derecha» y por las medidas medioambientales para favorecer el transporte público. No obstante, la rebautizó como la «zona de bajas emociones o intenciones» y cuestionó especialmente el proyecto para ampliar el aparcamiento de La Escandalera, así como dejar fuera la regulación medioambiental en barrios como Pumarín, Teatinos, Ventanielles, La Monxina, La Corredoria o Trubia.
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Para el PSOE, expuso su concejal Juan García, «estamos ante una oportunidad histórica» aunque cuestionó igualmente tanto el aparcamiento de La Escandalera, «una actuación injustficada», como el de El Campillín, así como los objetivos de la reducción de emisiones contaminantes. «En Oviedo se emiten 65.000 toneladas de CO2 por causas ligadas al tráfico». Según reprochó, tal y como está concebida la ZBE «solo se reducen 71 toneladas (hasta 2028) y reducir cada tonelada va a costar un millón de euros». Por estas razones justificó la abstención de su partido, aunque tendió la mano al gobierno local a apoyarla «si realizan cambios razonables».
El Grupo Municipal de Vox, por su parte, se mostró totalmente en contra. «Ahora se va a prohibir circular por zonas de la ciudad que no están contaminadas», reprochó, alertando de la «restricción de libertades» y de que «las multas comenzarán el año que viene».
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Para la edil no adscrita, Elena Figadedo, la edil no adscrita, consideró la nueva regulación «una medida socialista y comunista», advirtió de que dejará fuera al 9,5% de los vehículos de los ovetenses y propuso compensaciones en la viñeta o los aparcamientos.
«No estuviste acertado», reprocha el alcalde a Suárez por colocar la bandera palestina
El alcalde, Alfredo Canteli, abroncó al concejal de Izquierda Unida Alejandro Suárez, que el pasado 11 de agosto se coló junto a Cristina Pontón en el Salón de Plenos para mostrar desde el balcón dos banderas palestinas para hacer pública su preocupación por el conflicto palestino y la situación de la guerra de Gaza. «No estuviste acertado, nadie discute lo que estás hablando, pero no es un tema político, es un tema de respeto a la institución», intervino el regidor durante el Pleno, al que llevó este asunto la portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, que intentó sin éxito recabar el apoyo del resto de grupos para condenar «una provocación».
Suárez admitió con cierto orgullo el acto de «desobediencia» pero incidió en la gravedad de la situación en Gaza. Mario Arias, primer teniente de alcalde, también le reprochó el gesto: «Es un error lo que hicisteis aquel día porque reventó una postura común sobre este tema», argumentó. No obstante, el popular pidió tranquilidad a Vox: «Hay alcalde para rato, así que estén tranquilas porque esta Casa Consistorial está suficientemente bien defendida».
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