El Pleno de Oviedo urge la Ronda Norte e IU advierte que la bloqueará mientras gobierne en el Principado

«No desespero, Alejandro (Suárez), torres más altas cayeron», le replicó Cuesta. Avanzó, por tanto, que el gobierno ovetense continuará reclamando esta infraestructura tanto al Gobierno central como al Principado, «que tiene que alinearse con los intereses de esta ciudad», ya que «no hay alternativa a la Ronda Norte, no lo es la vía de La Pixarra». El segundo teniente de alcalde recordó que el municipio lleva más de dos décadas a la espera del proyecto y que precisamente el 6 de mayo se cumplen tres años desde que la Dirección General de Carreteras del Estado aprobó el estudio informativo del Acceso Norte a Oviedo. Por tanto, exigió un compromiso «firme y expreso» por parte del Estado al tratarse de una «infraestructura estratégica que no puede esperar más».

El trazado que defiende el equipo de Alfredo Canteli «salvaguarda el monte Naranco y los valores que atesora», defendió, y consiste en la ejecución de dos túneles, uno a partir de Cuyences y hasta el parque Purificación Tomás, con un enlace subterráneo en Ciudad Naranco, y un segundo de Las Campas a la Lloral, con un paso de La Florida a Las Campas que quedaría semienterrado. «Es una propuesta técnica y económicamente viable que se sustenta en los tres principios de integración urbana, protección del patrimonio y sostenibilidad ambiental».

Esta iniciativa popular contó con los votos tanto de Vox como de la edil no adscrita. La portavoz del grupo municipal, Sonsoles Peralta, respaldó la necesidad de la Ronda Norte y emplazó a buscar una «alternativa viable y no agresiva».

Sin embargo, tanto el Grupo Municipal Socialista como el de IU se mostraron en contra. «Mientras estemos ahí vamos a pelear para que no sea así», insistió el edil de la coalición, Alejandro Suárez. Un proyecto que tal y como está planteado su grupo rechaza porque «no se protege un monte haciendo furacos», ni se protegen valores patrimoniales «acometiendo una obra que los pone en peligro».

Igualmente combativo contra el trazado defendido por el gobierno local se manifestó el portavoz socialista, Carlos Fernández Llaneza. Durante su intervención alegó que la Ronda Norte es «anacrónica e innecesaria» e «inasumible medioambiental y económicamente ya que estamos hablando de unas inversiones de 400 o 500 millones de euros». Su apuesta es el vial de La Pixarra, que considera suficiente y más tras solucionar uno de los puntos negros de la ciudad con la ampliación del paso de Nicolás Soria y la remodelación, cuyas obras comenzarán en breve, de la glorieta de Luis Oliver.

La Ronda Norte no es la única infraestructura sobre la que debatieron ayer los concejales durante un Pleno que duró cuatro horas. Con los votos del PP, la edil no adscrita y IU se aprobó una moción de urgencia presentada por este último grupo para reclamar al Principado la reapertura del vial desde la autovía AS-II a La Corredoria. La conexión «existió hace 2019 y se decidió su cierre de manera unilateral», recordó el portavoz de IU, Gaspar Llamazares. Como consecuencia, reclamó que al igual que el Principado decidió cerrarla –ante la apertura del nuevo paso a la altura de Cuyences– que ahora «decida reabrirla y luego sea el Ayuntamiento quien establezca las condiciones de tráfico».

El Principado y el Ayuntamiento llevan tiempo responsabilizándose de los retrasos en la puesta en funcionamiento de nuevo del enlace. El primero reclama a la administración local que solicite formalmente la autorización y aporte los informes técnicos y de tráfico necesarios para tramitar la reapertura. Plantea además que se abra el vial pero en un único sentido y solo para vehículos ligeros, aludiendo a «razones técnicas y de seguridad».

Sin embargo, para el Consistorio debería de habilitarse dos carriles y reclamó al Principado explique esas razones técnicas y de seguridad. «Si el cierre se fundamentó en informes técnicos, que lo demuestran, y si no existe, que se proceda a su reapertura», reclamó Cuesta. Llaneza, en cambio, lo acusó de «enredar» para eludir las responsabilidades municipales.