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Luis Venta, Mercedes Fernández y José Agustín Cuervas-Mons, ayer, en el pleno de la Junta General del Principado. MARIO ROJAS
Génova cierra filas con Mallada ante las críticas por los gastos de Hunosa

Génova cierra filas con Mallada ante las críticas por los gastos de Hunosa

Enfrentada con la candidata pero sin querer herir susceptibilidades en Madrid, la dirección del PP asturiano se pone de perfil y espera acontecimientos

ANDRÉS SUÁREZ

OVIEDO.

Viernes, 22 de marzo 2019, 04:44

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Vive el PP asturiano en un estado de sobreexcitación permanente, como si cada día fuera a ser el último. Lejos de caminar hacia un deshielo, el clima de tensión que se impuso en el partido desde que la dirección nacional optó por Teresa Mallada como candidata al Principado, en detrimento de la presidenta, Mercedes Fernández, ha ido subiendo de voltaje. El último episodio, la auditoría con los gastos de Mallada en su etapa al frente de Hunosa, ha supuesto una fortísima sacudida aunque nadie en la formación conservadora se atreve a afirmar que vaya a ser la última. En un contexto tan delicado, la dirección nacional trasladó ayer el mensaje de que la aspirante al Principado «sigue contando» con el apoyo de Génova. La cúpula regional, cuyas discrepancias con la candidata son irreconducibles, pero que tampoco quiere herir susceptibilidades en Madrid, opta de momento por ponerse de perfil y aguardar acontecimientos.

La situación en el seno del PP asturiano está marcada por una mezcla de nerviosismo e incertidumbre. Nerviosismo porque se aproxima la campaña electoral y el ruido político es tanto y proveniente de tantos frentes que muchos comienzan a temer por el resultado en los sucesivos comicios que vienen, las generales en abril y las autonómicas y municipales en mayo. E incertidumbre porque existe el convencimiento de que los conflictos que han ido estallando en las últimas semanas -el 'caso de los anónimos' que derivó en la destitución de Luis Venta como secretario general del partido, los gastos de Mallada en Hunosa...- no van a ser los últimos en el tránsito hacia esas mencionadas citas con las urnas de esta recién estrenada primavera.

«El ambiente es irrespirable», confiesa con desazón un veterano dirigente popular. Los puentes entre los dos sectores en que ahora está dividido el PP asturiano, la dirección aglutinada en torno a Mercedes Fernández y Teresa Mallada y su equipo de campaña, están absolutamente rotos. Los primeros se quejan de que la candidata hace y deshace en el partido a su antojo, que la dirección está absolutamente vacía de poder y que se ha desaprovechado el intenso trabajo realizado en estos últimos años. Los segundos sospechan de que cada movimiento del 'cherinismo' tiene como único objetivo torpedear su campaña y propiciar el peor resultado electoral posible. Las diferencias son visibles a ojos de cualquier observador de la política regional y se perciben incluso en el seno del grupo parlamentario ante el indisimulado viraje hacia el 'malladismo' de alguno de sus componentes.

En medio de la tormenta, la dirección nacional, desde las alturas de la sede de la calle Génova, opta por apuntalar a Mallada. «Sigue contando» con el apoyo de la cúpula que encabeza Pablo Casado, sostienen las fuentes consultadas por este periódico. Pero es evidente que la deriva de los acontecimientos inquieta en Madrid, sobre todo si la polémica de los gastos de Hunosa, como se sospecha en algunos ámbitos del partido, tiene continuidad con más revelaciones en las próximas semanas. Se asume que Podemos ha encontrado una pieza política jugosa y que, en estas fechas preelectorales, no está en absoluto por la labor de soltarla y aspira a cazarla. Y eso genera temor.

Situación de riesgo

«Para Génova la situación es de riesgo», razona un dirigente popular curtido en estas batallas internas. «Impuso a Mallada sobre Fernández y ahora tendría un problema si la tuviera que dejar caer. ¿Qué va a hacer? ¿Poner a Fernández como candidata, después de rechazarla primero?», anota recordando que, aunque en circunstancias diferentes, esa rectificación ya se ha producido en la vecina Cantabria. «¿O buscar un acuerdo con Foro y que fuera Moriyón la candidata de una coalición? Es difícil de asumir algo así», apostilla. Priman, en todas las esferas populares, esos dos términos antes mencionados: nerviosismo e incertidumbre.

En este escenario, la dirección regional y singularmente su presidenta, Mercedes Fernández, guardan un prudente silencio público. Admiten en el seno del partido que, de salir a escena, solo hay dos opciones: un apoyo a Mallada que resultaría inverosímil, visto lo sucedido, o una crítica que probablemente colmaría la paciencia de Génova y reactivaría esa gestora tantas veces mentada pero ahora temporalmente congelada. Toca, pues, observar y esperar.

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