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El estadio Suárez Puerta a primera hora de la mañana de este lunes parecía más bien el parque de Ferrera o el casco histórico de ... Avilés horas después de la Comida en la Calle en El Bollo. Había todo tipo de indicios de que mucha gente se lo había pasado muy bien, que había festejado y que había sido por una ocasión muy especial. En las entrañas del estadio, en unas oficinas tan renovadas como la ilusión en torno al Real Avilés Industrial, Diego Baeza empezaba a tomar tierra y a asimilar lo que ha sucedido en un año muy complicado para él, quizás el que más desde que asumió el control del club, que acaba pasando de pantalla en un trayecto que ya le mira a los ojos al fútbol profesional.
–¿Cómo está el presidente del Real Avilés Industrial, equipo de Primera Federación?
–Bueno, intentando asimilarlo, porque es cierto que, aunque lo estás esperando durante mucho tiempo, hasta que no ocurre no eres consciente de la magnitud que tiene este club y es una auténtica locura las felicitaciones, el apoyo y ver lo que vimos este domingo en el Ayuntamiento, que la ciudad está totalmente volcada.
–Cuando se hizo cargo del Real Avilés, ¿imaginaba noches como la del sábado?
–Pensaba que iba a costar todo menos, la verdad, pero yo creo que lo valoras más. No os podéis llegar a imaginar los problemas que me he encontrado o me han surgido siendo el propietario del Real Avilés que antaño no tenía. Eso te hace ver las cosas de una manera distinta y sobre todo valorarlo de una manera distinta. Entonces, sabe súper bien, porque los sinsabores son mucho más que las alegrías. Lo que pasa es que la alegría compensa todo.
–Su proyecto era a cinco años y se van cumpliendo plazos.
–Tú te haces lógicamente un horizonte donde estableces posibles hitos. Estableces unos plazos para saber dónde quieres colocar al club. Decíamos de estar en cinco años donde estamos ahora, en una posición muy privilegiada, porque estar en Primera RFEF es una categoría élite, mucho más que la antigua Segunda B, que de hecho la Segunda B de antaño es lo que es la Segunda Federación hoy, y estar a un paso del profesionalismo. Estamos ahí, con una estructura súper sólida, institucional, limpiando todas las deudas que existían y todos los problemas que han surgido a posteriori o que no se contaba con ellos. Y estamos en una situación envidiable que hace cinco años hubiese sido muy difícil de valorar.
–¿Qué pensó al final del partido?
–Pues no pensé en nada, sólo en gritar de la ilusión y yo creo que de la tensión acumulada. Ha sido un año malísimo, un año natural muy malo en lo personal y en lo profesional, y que todo se va a ir arreglando gracias a Dios. Siempre digo que el tiempo pone a cada uno en su sitio y yo creo que me está poniendo en mi sitio.
–Hace un año, el equipo estaba peleando para no caer al abismo otra vez. En septiembre se empezó con ilusiones renovadas, pero en diciembre la situación era mala. ¿Creía en ese momento que el final de temporada sería así?
–Sí, en diciembre estábamos a tres puntos del 'play-off' y el fútbol lo que demuestra, menos en contadas ocasiones, es que es como acabas, no como empiezas. Y yo tenía claro que volviendo los lesionados, que eran muchos, al final íbamos a tener nuestra oportunidad. Se habían dado muchas situaciones complicadas, económicas, institucionales, desencuentros... Pero esto es normal, el que no entienda que dos personas, tres, cuatro, pueden tener desencuentros, no sabe cómo funciona esto. Cuando hay un objetivo en común y las personas se llevan bien, al final es llegar a acuerdos y entendimientos y eso es lo que ocurrió. Yo creo que crisis tienen que pasar todos los equipos, es muy difícil un año limpio. Y aún siendo limpio, siempre hay cosas que pasan. Cuando las cosas no funcionan como uno espera, parece que todo es peor. Yo tenía mucha fe en el equipo que teníamos y se nos hizo largo el último mes del año. Ese último mes, llegar con tantos lesionados fue clave. Si hubiésemos aguantado, hubiésemos luchado por todo. En ese mes hicimos dos puntos de doce. Se nos fueron los objetivos de arriba, pero sabía que el 'play-off' estaba a tiro de piedra.
–¿Qué ha aprendido Diego Baeza de esta temporada?
–Estoy en constante aprendizaje. Intento gestionar todo mejor, pero, aunque lo intente, siempre salen problemas nuevos que hay que intentar llevarlos de la mejor manera. Lo que me llevo es que creo que he mejorado en muchos aspectos, sobre todo en la toma de decisiones.
–¿Qué supone para el club a todos los niveles el ascenso a Primera RFEF?
–Pues estar en una categoría casi como la Segunda División, porque se demuestra desde que existe la categoría que los cuatro o cinco equipos de arriba le pueden ganar a cualquier equipo de Segunda División cuando compiten en Copa del Rey, y sobre todo viendo que cuando ascienden los equipos de Primera RFEF se convierten en equipos peligrosos en Segunda División. Entonces, vamos a una categoría muy bonita, muy exclusiva, pero muy complicada porque bajan muchos y compites contra presupuestos estratosféricos. Hay presupuestos en la categoría de 4, 5 y 6 millones de euros. Eso es una auténtica locura.
El Ceuta, hemos visto que ha ascendido y que tenía unas ayudas institucionales cercanas a los tres millones de euros. Es que partes con una desventaja muy grande. ¿Cómo vamos a contrarrestarla? Pues con mucho trabajo, acertando muy bien desde la dirección deportiva en la toma de decisiones de los fichajes y sobre todo con una ciudad totalmente encendida. Yo creo que se nos va a dar bien esta Primera RFEF y espero y deseo que sea así.
–¿Habrá novedades en la estructura deportiva más allá de la plantilla?
– Miguel Linares va a continuar junto con Antonio Cruz, y de hecho ampliaremos más seguramente en la línea de 'scoutings'. Tenemos una red bastante completa, pero creo que la aumentaremos. Con Miguel llevamos ya tiempo trabajando en ambos escenarios, tanto en Primera como en Segunda RFEF, porque es lo lógico.
–El entrenador ha sembrado alguna duda sobre su continuidad en sus mensajes en las celebraciones .
–Bueno, pero el entrenador ya sabemos cómo es. Él dice las cosas sin pensar muchas veces, y tiene contrato. Otra cosa es que decida que no, pero tiene contrato y está muy ilusionado con la temporada que viene.
–En esos aprendizajes de los que me hablaba, ¿cómo ve ahora los desencuentros con Rozada?
–Pues he aprendido a no tomar decisiones drásticas, y creo que el tiempo me ha dado la razón. Él y yo tenemos una relación muy buena. Él sabe que se ha equivocado en cosas, y yo también me he equivocado en otras. Pero por eso creo que él ha aprendido mucho este año, y yo también.
–Hay renovaciones de jugadores que se piden por aclamación. Por ejemplo, la de Álvaro.
–Álvaro está encantado en la ciudad y con el equipo. No me cabe la menor duda de que intentaremos llegar a un acuerdo. Yo creo que él se siente muy querido, y creo que eso se valora. Los jugadores lo valoran, lo queridos que se sienten aquí. Fuera de Avilés hace mucho frío.
–¿Y Natalio?
–Natalio hasta que él quiera, lo que él quiera. Eso es impepinable. Natalio es lo que él quiera. Se ha ganado el derecho a elegir. Y quien lo entienda bien, y quien no lo entienda, también. Hay que ser agradecido en esta vida y Natalio vino cuando había 11 jugadores de plantilla, un tío que venía del fútbol profesional. Nos ascendió él, con todos los jugadores, pero es un tío que con todas las situaciones que había cogió y bajó al barro.
–¿Cuáles son los objetivos, deportivo y económico, la próxima temporada?
– Económico es difícil de saber. Deportivo, primero de todo conseguir el primer objetivo que es mantener la categoría. Tenemos que estabilizarnos en la categoría porque es muy complicada. El Recreativo de Huelva acaba de bajar otra vez. El Barça B, con un presupuesto de seis millones de euros, ha bajado. Lo primero es mantener la categoría, luchándola, y luego, depende de cómo estés o en la jornada que sea, mirar otros objetivos. Pero el primero es mantener la categoría.
–El Avilés ha sacado la cabeza en Asturias, sólo hay un equipo en Primera RFEF. ¿Cómo se puede traducir eso en más recursos económicos que permitan esos objetivos deportivos?
–Pues en apoyo. Igual que no lo he pedido en estos cinco años porque me he hecho cargo de absolutamente todo, o casi todo, porque agradezco los patrocinadores que tenemos, pero es insuficiente, las grandes empresas tienen que ayudar, e institucionalmente desde el Ayuntamiento al gobierno regional. Yo creo que, entre todos, si queremos vivir algo tan bonito como es intentar mantener esta llama que está muy viva, meter en el campo 9.000 personas, la plaza del Ayuntamiento llena... Eso lo hace el fútbol, no lo hace otro deporte. Por mucho que yo ame todo el deporte, creo que lo demuestro siempre intentando apoyar con patrocinios a otros deportes, pero el fútbol mueve, es algo distinto, mueve pasiones.
–¿Cómo va a retomar, o impulsar, la relación con el Ayuntamiento? ¿Tiene fecha para el certificado que están esperando sobre la resolución de la deuda con la Seguridad Social?
–La sintonía con el Ayuntamiento ahora es total, nos lo ha demostrado de hace un tiempo para acá, y lo que nos falta es dar ese certificado. Tiene que ser inminente, entonces eso desbloqueará tanto las ayudas municipales como todo lo demás. Creo que va a ser ya, a muy corto plazo, estamos con los últimos retoques que hacen falta. Ahora sí que se necesita ayuda, es que hasta ahora he podido soportarlo, pero si queremos ser la punta de lanza de la región en Primera RFEF, que es lo que somos, el primer equipo que ha conseguido este hito de estar en Primera RFEF, necesitamos ayuda de todo el mundo porque no es fácil, no es nada fácil, es una categoría muy cara, pero porque es la antesala del fútbol profesional.
Si somos capaces de hacer un equilibrio, yo creo que nos va a venir a todos muy bien. Al final, el retorno económico no sólo es la categoría, sino lo que supone para la ciudad, todo este ambiente que se genera, los bares llenos el otro día, el estadio lleno, yo creo que si le preguntas a todos los comercios de la ciudad deben de estar encantados. Es lógico.
–Si no sale como espera ese tipo de apoyo institucional para competir con dignidad en Primera RFEF, ¿está abierto a la entrada en el club de algún socio inversor?
–De momento yo sigo con la gran mayoría. El paquete más grande es el mío, cercano al 80%. Se pueden ver alternativas, ahora mismo no lo estoy contemplando, pero bueno, es que todo va a depender del estudio económico de la categoría. Me tengo que sentar con Miguel, ver por dónde nos vamos a mover, pero sé que el presupuesto para poder competir dignamente, como dices, y no tener problemas, porque lo que no quiero es que haya costado tanto ascender para ahora volver a caer. Existe esa posibilidad, pero vamos a luchar todo lo posible para que no sea así.
–¿Por cuánto habrá que multiplicar el presupuesto?
–Pues fijo que por dos. Nosotros estamos cercanos a 1,2 millones de euros, así que fijo que multiplicar por dos.
–¿Se desbloqueará ahora también la ciudad deportiva?
–Es algo que, insisto y lo digo categóricamente, va a salir. Lo que pasa es que aprendemos un poco de los errores, pero yo el apoyo lo tengo totalmente del fondo que me respalda en el proyecto, creen en el proyecto, el proyecto es muy bueno, porque no es sólo un proyecto de ciudad deportiva única y exclusivamente para el club, no tendría ningún tipo de sentido, sino que va a ser una instalación de las más modernas en todo el norte, para albergar todo tipo de deportes y de competiciones. Entonces eso va a salir.
–¿Hay nuevos plazos?
–Sí, hay plazos cortos. También es cierto que nos comimos ocho meses. Lo que era una tramitación de dieciocho meses la hicimos en diez, y esos ocho meses son el margen que he tenido, que es en los plazos que estamos actualmente, en esos dieciocho meses. Pero, si es difícil para nosotros, siendo el Real Avilés un equipo de Segunda Federación cuando inició esos trámites, imagínate cuando al Real Oviedo se le está complicando la ciudad deportiva. Estamos en la línea, hay entendimiento total, y desde aquí doy las gracias al alcalde de Corvera, porque no ha dejado de creer, y porque sabe quién está por detrás apoyando esta iniciativa, así que no me cabe la menor duda que encima esto nos va a dar un impulso para hacerlo lo antes posible.
–¿Hay más prisa para disponer de esos recursos en Primera RFEF?
–Sí, totalmente, el club no puede entrenar en césped artificial, ese es nuestro gran problema. Es que ahora tenemos que convencer a jugadores de otro nivel que vengan a entrenar a césped artificial. Vamos a buscar una alternativa previa a tener nuestra instalación, pero son recursos que no nos podemos permitir, no podemos poner toda la carne en el asador en una plantilla y luego que entrenen en césped artificial.
–En cuanto a estructura organizativa, en Segunda RFEF el Avilés ya parecía un club adelantado al resto.
–Ahí sí, vamos con la ventaja de que tenemos 55 empleados, con los futbolistas, si los quitamos, son cerca de 30 empleados que están asalariados. Ningún equipo de Segunda RFEF lo tiene. Ninguno. Yo creo que tenemos que hacer las cosas para seguir creciendo. La visibilidad que tenemos gracias al equipo de comunicación es porque están 'full time', deberían de tener casi todos los recursos que se necesitan, y eso marca la diferencia. Somos un equipo súper visual y atractivo.
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