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El Real Oviedo llegaba al encuentro del pasado domingo en la mejor posición de la temporada, ya que lo hacía como colíder, en ... puestos de ascenso directo a la Liga de las estrellas. Sin embargo, al equipo de Javier Calleja se le atragantó el enfrentamiento con el Deportivo y tampoco gozó del golpe de suerte ante la máxima igualdad que se plasmaba sobre el terreno de juego.
No es, en cualquier caso, la primera vez este curso que, cuando los ovetenses se ven en la zona noble de la clasificación, sufren el llamado mal de altura. Antes de la pasada jornada, el mejor momento para los ovetenses se remonta a la decimoquinta jornada, cuando, tras la victoria ante el Tenerife, acabaron en la tercera posición de la tabla. Fue el preludio de los dos mayores descalabros de los hombres de Javier Calleja.
Tras ganar al Tenerife, los azules visitaron al Elche, ante el que recibieron la mayor goleada en contra de la temporada. El Oviedo cayó por un contundente 4-0. Sin embargo, fue todavía más doloroso lo que sucedió una semana después, cuando los ovetenses recibieron un contundente 0-3 ante el Huesca en el estadio Carlos Tartiere.
Las dos derrotas consecutivas mandaron a los ovetenses a la octava posición de la clasificación en aquel momento, pero nuevamente fueron ascendiendo hasta colocarse la pasada jornada como colíderes, en posición de ascenso directo, en la que nunca habían estado a estas alturas de la competición.
Los ovetenses, sin embargo, pese a controlar el pasado fin de semana algunas fases del partido, nunca acabaron de sentirse cómodos, como demostraron las estadísticas del encuentro. Los gallegos tuvieron más tiempo el balón – el 57%– y también dispararon más –diez tiros por seis de los locales–. Sin embargo, la ocasión más clara del encuentro la desperdiciaron los de Calleja, que tuvieron en las botas de Alemao el 2-1, que hubiera cambiado por completo el partido. La ocasión se produjo a los 76 minutos de juego, cuando, tras un saque de esquina de los visitantes, el brasileño se hizo con el balón y atravesó el campo para plantarse solo ante Helton Leite. Pero su lanzamiento salió desviado y con ello se desvanecieron las opciones de ponerse por delante en el marcador.
Una de las disculpas para el brasileño fue la carga de kilómetros sobre sus piernas, ya que, poco antes, había recorrido todo el campo para recuperar un balón en el área de Aarón, tras un contraataque visitante.
La derrota del pasado domingo, sea como sea, cortó la racha de los ovetenses, que habían encadenado siete encuentros sin perder: cuatro victorias y tres empates antes del tropiezo frente al Deportivo en la última jornada. Los azules también habían conseguido antes mantener otra racha de siete encuentros sin perder. Fue entre las jornadas cinco y once, en las que también logró sumar cuatro victorias y tres empates. Ahora el Oviedo buscará nuevamente recuperarse para volver a las plazas de ascenso directo.
Sin demasiado tiempo para pensar en la derrota del pasado domingo, el conjunto ovetense tiene que comenzar a pensar en lo que tiene por delante. El calendario hace que los azules se tengan que medir en las dos próximas jornadas a dos rivales directos en la lucha por el ascenso.
El próximo sábado los de Javier Calleja rendirán visita al campo de Anduva para medirse al Mirandés, que está siendo el equipo revelación de la temporada en Segunda División. Los de Alessio Lisci llevan todo el curso metidos entre los primeros. Los rojillos están basando su buena temporada en la solidez defensiva, ya que son los menos goleados de la categoría, junto al Huesca y el Elche.
Precisamente el conjunto ilicitano será el siguiente rival del conjunto de Javier Calleja, ya que visitarán el Carlos Tartiere el próximo viernes 14, a las 20.15 horas. Los de Eder Sarabia llegaban a la pasada jornada compartiendo liderato con el Real Oviedo, pero acabaron cayendo ante el Racing de Santander, que pasó a ser el nuevo líder de la categoría. Los ilicitanos tuvieron una posesión el pasado domingo del 76%, pero no les bastó ante la efectividad del conjunto cántabro, que gracias a su presión alta tenía a los de Sarabia alejados de su área y cuando robaron fueron capaces de marcar dos goles, además de hacer otras dos ocasiones claras de gol.
Lo que parece claro es que los dos próximos compromisos pueden medir las posibilidades reales de los ovetenses de meterse en los puestos de ascenso directo, ya que lo que parece seguro es que la pelea por estar entre los seis primeros está garantizada este curso.
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