«Cantadlo con toda el alma, que resuene en todo el valle»

El pregón, memorizado desde la infancia, retumbó en el puente Emilio Llamedo. Arriondas lo entonó junto a Nacho Manzano y Asturias se emocionó. Las palabras del cocinero parragués salieron del corazón de aquel niño que asocia el Descenso Internacional del Sella a la felicidad familiar, a los amigos, al verano; en definitiva, a la gran fiesta de Asturias. Manzano reúne una trayectoria asociada al éxito. Un referente asturiano en la gastronomía mundial. Ahora, también, un pregonero orgulloso de sus raíces, de su gente.

Desde la tribuna principal, Manzano, minutos antes de dar lectura a los versos más asturianos, acompañado por Juan Manuel Feliz, presidente el director Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella y Carlos Llamas, presentador de la ceremonia internacional. El chef, eufórico, se giraba y saludaba a unos y otros. Era el protagonista. «Nacho, te lo mereces», le decían. Y él, conteniendo las lágrimas, respondió recitando un conmovedor pregón:«Que no hay fiesta más alegre, ni más movida y galana, ni con más bello paisaje, ni esencia más asturiana. Cantadlo con toda el alma, que resuene en todo el valle». Y, entonces, el sentimiento sellero se hizo gigante en el río, con los palistas esperando el ruido del cañón que a las doce en punto marcó la salida de la competición tras el himno de Asturias, interpretado por la cantante Ana Eva Cabielles Longo.

En el puente Emilio Llamedo, inmenso, repleto de gente, los minutos previos a la salida de la edición 83 del Descenso Internacional fueron una manifestación de alegría colectiva. Arriondas vio un desfile masivo, diseñado por decenas de amantes del Sella que colmaron las calles del mejor ambiente del verano en el Principado. Los Selleros, Entaína, Los Tritones, Los Botijos... Nacho Manzano a partir de ahora podrá contar por el mundo que recitó los versos que conmueven a los suyos, a todos los asturianos.«Estoy muy emocionado. Para mí es un motivo de orgullo. Soy de aquí y esta es mi casa. Venía con mi padre cuando era niño y cuando no podía venir, siempre lo seguía emocionado. Es la fiesta de todos los asturianos», comenta el cocinero.