El Sporting ultima el fichaje de Borja Jiménez para salir de la crisis y relanzarse
El club confía en cerrar este martes el acuerdo, supeditado a definir la fórmula para dar forma a un contrato hasta 2027 y del tema económico, con el encaje de su cuerpo técnico
Si el Real Sporting de Gijón logra cerrar este martes el acuerdo, al que durante el lunes se ha ido acercando, Borja Jiménez (Ávila, 1985) se convertirá en el quinto entrenador que ha tenido el Grupo Orlegi desde su llegada a Gijón en el verano de 2022. Un dato que acentúa la volatilidad que han tenido sus proyectos deportivos en estos tres años de gobierno. Para la gestión que se inició en la noche del domingo, eso sí, ha demostrado claridad de ideas. Primero, con la celeridad para destituir a Asier Garitano. Y segundo, con la determinación con la que ha señalado al sustituto al que pretende como revulsivo.
El club, que ha recibido varios ofrecimientos tras el partido de Castellón, solo tiene abierto un canal de comunicación con el entrenador abulense, que tiene un buen cartel en el mercado por su juventud y su meritoria labor en el Leganés. Hay informes positivos recopilados sobre otros técnicos, pero cerrados, salvo cambio. El único objetivo hoy es Borja Jiménez. Este lunes, en ese sentido, se intentaba avanzar hacia un acuerdo con el preparador. En principio, como adelantó EL COMERCIO, se trabaja con un horizonte de dos temporadas, hasta 2027. Bien a través de una cláusula o por contrato. Está por ver.
Esta es una de las cuestiones que habrá que sortear en la negociación, aunque en Mareo están abiertos a ese proyecto a medio plazo. El otro escollo es el tema económico, puesto que Jiménez quiere contar con su cuerpo técnico de confianza. Sobre todo con Álex Martínez, su segundo y quien le acompaña desde hace años, además de otro técnico asistente y un preparador físico. Este martes parece el día clave. Si hay consenso en esos dos aspectos, el acuerdo apunta a cerrarse. Si no, corre el riesgo de descarrilar.
La negociación se inició en la tarde-noche del domingo con el primer contacto entre las dos partes. Aunque realmente se activó este lunes. Al cierre de esta edición se percibía entendimiento y predisposición, pero aún sin un acuerdo. El club quiere alcanzarlo lo antes posible, teniendo en cuenta que los jugadores regresarán el miércoles a los entrenamientos. En Mareo quieren que el nuevo entrenador dirija esa sesión, ya sea por la mañana o por la tarde, para comenzar a preparar el partido del domingo ante el Racing (El Molinón, 16.15 horas).
Lo ideal para el club es que el encargado de liderar esa vuelta al trabajo sea Jiménez. Un técnico joven (40 años), con una puesta en escena rocosa –vital en un equipo que ha recibido 12 goles en cuatro partidos– y con capacidad para sacar el máximo rendimiento a sus plantillas. Se pudo ver en el último ascenso del Leganés, hace un año y medio, puesto que su equipo no estaba en las quinielas para subir a Primera. Ya el curso pasado, con un proyecto modesto en Butarque, luchó por mantener la categoría en la élite hasta la última jornada.
Después de comunicar a Garitano su destitución, el Sporting hizo una primera aproximación al abulense en las horas posteriores al encuentro de Castalia. Dentro de esa comunicación, David Guerra e Israel Villaseñor pulsaron desde Barcelona su situación y su grado de disponibilidad para hacerse cargo del equipo. El técnico había estado durante esa jornada en la grada del José Zorrilla presenciando el Valladolid-Mirandés, por lo que era ajeno a las consecuencias de lo sucedido en Castellón. Alejandro Irarragorri, desde Estados Unidos, también habló con el abulense para ratificarle el fuerte interés.
Reunión pasada con Riestra
El lunes, a primera hora, Guerra y Villaseñor se trasladaron desde la Ciudad Condal hasta Madrid para mantener un encuentro físico con Borja Jiménez. El contacto dejó una sensación positiva, pero con cuestiones por resolver. El técnico solicitó ese proyecto de presente y futuro, aunque este aspecto no parece que vaya a ser un obstáculo. El club comparte esa visión y no ve con malos ojos comprometerse a medio plazo. Jiménez, precisamente, rechazó en el verano al Valladolid por un planteamiento cortoplacista, considerando que necesitaba tiempo para desarrollar su idea.
El abulense también deslizó la posibilidad de reforzar determinadas posiciones durante el mercado de invierno, teniendo en cuenta los desequilibrios que se detectan en la plantilla. La opción del Sporting gusta al joven entrenador. Pero, al mismo tiempo, quiere tener garantías de que dispondrá de margen y mimbres para madurar el proyecto, sobre todo porque heredará una plantilla influenciada por la visión de Garitano y, también, limitada en algunos aspectos por el propio proyecto deportivo de Orlegi.
Borja Jiménez ya había mantenido un contacto previo con el grupo mexicano. Hace un tiempo tuvo una reunión con José Riestra, quien estaba interesado en conocer su metodología de trabajo, dentro de los encuentros que el mandamás de la parcela deportiva de Orlegi ha tenido con profesionales de la Liga.