Una tromba de agua anega Gijón en las peores inundaciones en 35 años

La Escuela Politécnica de Ingeniería amaneció completamente inundada en su planta baja, sin corriente eléctrica y con daños en laboratorios, salas y despachos. El edificio quedó cerrado a docentes y estudiantes. Una situación similar se vivió en el Grupo Covadonga, si bien las instalaciones abrieron a los socios pasadas las nueve de la mañana, con una hora de retraso sobre lo habitual y una vez que el personal de mantenimiento achicó el agua que se acumulaba en las entradas y en buena parte del recinto.

El parque de Isabel la Católica fue uno de los enclaves peor parados. «Esta situación no se vivió nunca en el parque, es un desastre que repercutirá muy negativamente en la fauna», lamentaba José Luis García, cuidador de las aves del núcleo zoológico. El recinto se inundó por el desbordamiento del cauce del Piles y arrasó con los huevos de los nidos de las ánades reales, fochas y otros ejemplares que se encontraban en fase de incubación. «Los animales adultos han conseguido salvarse del agua, pero los huevos han sido arrastrados, por lo que el ciclo no se completará, las pérdidas a nivel de fauna son bastante importantes», explica García.

La Policía Local y los bomberos tuvieron la noche de mayor número de intervenciones de todo el año. Desde las 21 horas del domingo hasta las 11 de la mañana de ayer, realizaron 23 servicios. A las siete de la mañana, en la carretera de Veriña rescataron al ocupante de un vehículo que se había quedado atrapado por el agua que anegó la vía. Otro conductor tuvo que ser auxiliado en Fontaciera por unos vecinos que utilizaron una furgoneta para acceder hasta el lugar en el que el agua lo mantenía bloqueado.

Las incidentes provocados por la tromba de agua provocaron las críticas entre colectivos vecinales de la zona rural. Marta Martínez Vega, de la asociación San Félix de Porceyo, lamentaba los muchos desperfectos en la parroquia, más aún «teniendo en cuenta que hemos contactado con el Ayuntamiento y la EMA y la situación sigue igual». «Alguien tiene que tomar cartas en el asunto, han limpiado las canaletas de la autovía AS-II y sigue habiendo problemas. Son las terceras inundaciones en muy poco tiempo y esto no puede seguir así», asegura.

En Veriña, la sede de la agrupación sufrió importantes inundaciones. «En talleres García hubo que desalojar, se estropearon muchos coches, el agua llegaba a la cintura, la asociación y muchas naves están inundadas. Estamos negros, es terrible. Hace quince días entró algo de agua pero no tanto, hemos enviado varios escritos solicitando a la Confederación Hidrográfica que limpiara el río pero pasan de todo, es una vergüenza, ni nos contesta», criticaba de forma tajante Amando López.

En Fontaciera es la tercera vez que se desborda el río Pinzales. «Sufrimos una situación insoportable. El río antes tenía una profundidad que ya no tiene y necesitan dragarlo, es la Confederación Hidrográfica la que tiene que poner remedio pero no lo hace», explica el vecino Adán Gil.

En Veriña la escena fue similar. Según apunta Rafael García, de talleres Hermanos García, en su empresa «un metro o más de agua y hubo que sacar unos quince o veinte coches. «El río hace 18 años que no lo limpian, hicieron la obra que costó 23 millones de euros y ahora no gastan 100.000 euros que puede costar nada en mantenerlo limpio. Cada poco mandamos escritos, hace dos años vino un técnico a hacer un informe pero hasta hoy...», añade. Los vecinos de la zona rural se preparaban para una nueva noche de intensas precipitaciones.