Dos días de cola para animar a sus charangas en el Antroxu de Gijón

Nadie está dispuesto a quedarse sin una. Las entradas del XXVII Concurso de Charangas de Gijón salen a la venta mañana, a las 9.30 horas, en la taquilla del Teatro Jovellanos, pero las agrupaciones ya están haciendo cola, algunas desde la noche del martes. Los primeros en llegar fueron dos integrantes de La Última y Marchamos, que a la 21.30 horas de ayer ya colocaron las primeras sillas de camping en la puerta del teatro.

«Mañana tocamos en el colegio Jacinto Benavente y tenemos algo de prisa porque tenemos que ir a por los instrumentos», comentó Enol Benéitez. De momento no tienen claro cuántas entradas van a coger, pero afortunadamente «tenemos todo el día para organizarlo», reconoció entre risas su compañera, Paula Barrigón. A partir de «las ocho o nueve» ya estarán casi al completo.

No se quedaron atrás Los Gijonudos. Llegaron a las siete de la mañana y se fueron dando el relevo cada dos horas. «Mientras la gente trabaje nos vamos turnando», apuntó Pilar Fernández-Acevedo mientras hacía ganchillo para entretenerse. Todo sea por conseguir las 28 entradas que necesitan. Y la misma hora se fijaron Los Mazcaraos –ganadores de las dos últimas ediciones del concurso– para hacer piña en el paseo de Begoña y lograr hacerse mañana con 176 entradas. «Cada año que pasa la gente viene antes y, al final, te acabas enterando y vienes tú también», indicó la vicepresidenta, María Salazar. Para ello «traeremos cartas, juegos de mesa y tomaremos unas sidras por la noche», afirmó.

Pasadas las ocho de la mañana aparecieron cinco miembros de Los Acoplaos. No se moverán de ahí en todo el día salvo «para ir al fisio y volver» o «coger el bocata de la abuela», señaló Alba Aiza. ¿Su plan para entretenerse? «Hablar, jugar a las cartas, mirar el móvil, porque hay que ser realistas, y luego ver el partido del Madrid y La isla de las tentaciones», aseguraron con emoción junto a Peter, un schnauzer miniatura muy charanguero.

Tampoco faltaron las que se estrenan este año. Con las ganas y la ilusión propias de empezar un proyecto nuevo, en Medusamba posaron un pie en el Jovellanos en torno a las nueve de la mañana. Dos horas después, María González y Bea Valcárcel dieron el relevo a sus compañeros. Esa será la tónica del día hasta las diez de la noche, cuando se instalará con ellas buena parte de la charanga. «Ahora aprovechamos los jóvenes, que aguantamos un poquito más», bromeó María. «Mañana vamos a tocae a los colegios Río Piles y La Escuelona, que nos hacen el favor de dejarnos sus instalaciones durante el año y nosotros se lo devolvemos de esta manera», destacaron. Mañana cogerán un total de 80 entradas.

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