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Con una cucharilla da vueltas al café y a sus recuerdos. Esta terraza del Bar La Casera se ha convertido en un mirador del trasiego ... de camiones y obreros que deconstruyen la central térmica de Soto de la Barca. «La última vez que estuve aquí las chimeneas seguían en pie», evoca. Luis Díaz es de León; se gana la vida como patrón de un imponente trailer Scania 460 S, de esos a los que hay que subirse tirando de escalerilla para alcanzar esa cabina a casi cuatro metros de altura. Hacía tres años que su trabajo no le llevaba al suroccidente y confiesa que esta mañana, al imaginarse que le tocaba el puerto de Leitariegos «tenía miedo. La otra vez estaba fatal, el camión saltaba mucho por los socavones y eso machaca la espalda; tenías que ir muy despacio por seguridad».
Entre sorbo y sorbo, se define «sorprendido».
«En cuanto dejas atrás la zona de León la carretera está recién asfaltada; se nota que se ha gastado bien. Es un terreno difícil para encajarle una carretera y han hecho lo que han podido, cambiar el asfalto y retirar desprendimientos. Solo con eso la conducción ya es suave».
Nada es casual. En abril de 2022 el entonces consejero de Cohesión Territorial (y hoy de Movilidad), Alejandro Calvo, presentaba a los alcaldes y plataformas vecinales un plan de inversión en las carreteras del suroccidente. Tenía 80 millones, el objetivo de poner al día 30 carreteras que suman 500 kilómetros. Para materializarlo se daba hasta 2027.
Faltaban semanas para las elecciones y el riesgo era que quedara en señuelo. Superado el ecuador del programa, los conductores entrevistados en los concejos en los que se ejecuta el plan (Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Ibias y Tineo) repiten una frase: «Ya se notan las mejoras».
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Hay en sus palabras matices, reclamaciones, actuaciones pendientes. Hay también datos. Según la consejería hasta febrero acumulaba 91 obras terminadas por un importe de 20,6 millones y 19 más en marcha en las que inyectará otros 19,7 millones. Para que el avance no se detenga tenía once obras más en licitación y nueve con los proyectos constructivos en redacción o supervisión (y un presupuesto estimado de 14,1 millones). Ahora se maneja el término «movilizado» para agrupar todo lo hecho, en marcha o con el diseño en curso. Aplicado a este caso en tres años se han movilizado 130 proyectos que suponen una inversión cercana a los 60 millones, el 75% de todo lo prometido.
«Soy de la zona y sé que nuestros vecinos entienden que se está mejorando de forma clara y, aunque no es suficiente, sí es un ejemplo de lo que queremos para las alas», valora el consejero, Alejandro Calvo. «Habíamos comprometido ejecutar 15 millones al año y lo estamos superando».
Recuerda que el «desencadenante» del plan fueron «los cortes en la autovía del suroccidente» (A-63). Eso y un deterioro acumulado. «Teníamos carreteras que habían cumplido un ciclo de mantenimiento de 20 años sin actuaciones. Esta es una zona donde la red autonómica tiene una importancia decisiva al carecer de un eje nacional; la gente depende de nuestras carreteras para desplazarse a la villa, al centro escolar o al hospital. Decidimos que había que hacer una experiencia piloto, poner al día nuestra red afinando una maquinaria de planificación, detección de problemas, gestión de contratos y presupuestos que nos permita ir por delante, no esperar a que sean los alcaldes los que vengan a decirnos las necesidades».
Calvo recuerda que cuando lanzó la promesa era un momento de postpandemia, en el que había «cierto atasco, con muchas necesidades en todos los niveles, desde la contratación que es el último eslabón hasta la redacción de proyectos». En ese contexto pisar el acelerador y hacer un sobreesfuerzo exigió «de un trabajo en equipo que tengo que agradecer; los ingenieros de la sección y los técnicos se lo tomaron como una oportunidad».
Desde el volante se divisa una renovación amplia de firmes, sustitución de la señales, mejora de la pintura. Hay vallado y barreras de contención nuevas, y huecos aún a la espera de mejora.
Allande está «con obras en prácticamente toda la red autonómica», apunta Calvo. En Cangas del Narcea van 34 terminadas. En Tineo, 25, pero el gran salto se dará cuando acaben las ocho en marcha, alimentadas con 12,3 millones. El corredor del Narcea (AS-15), principal eje, acumula 28 mejoras concluidas.
Un repaso a los contratos evidencia que esta obra no atrae a las grandes constructoras. Que se quedan en empresas medias y pequeñas. El estándar en el sector estima 14 puestos generados por cada millón invertido, lo que implicaría 280 nóminas que se alimentaron con lo ya hecho y 267 más en los tajos que están abiertos.
Mantener el pulso obliga a aprender. «Hemos conseguido ajustar los tiempos de tramitación desde que se plantea un proyecto hasta que se licita», asegura Calvo. «También sacamos pliegos tipo para agilizar la conservación». Con eso y con el desdoblamiento de los servicios de conservación y explotación de carreteras estima que el ritmo de trabajo «ha crecido más de un 25%». Los siguientes pasos para exprimir la maquinaria serán «simplificar administrativamente trabajos recurrentes como la mejora de asfaltos y estabilización de taludes».
A estas alturas Calvo confía en terminar la legislatura cumpliendo todo el plan. ¿Y después? «Estamos pensando en otras zonas que necesitan una puesta al día como esta, en zonas del interior como Amieva, Ponga, Somiedo y Piloña».
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