

Secciones
Servicios
Destacamos
No es que los asuntos de la sesión plenaria no tuvieran enjundia. De hecho, se votó la puesta en marcha de un banco público de ... apoyos para enfermos de ELA, y se renovó en el cargo a Roberto Fernández Llera como Síndico Mayor, tras una disputada votación que obligó a, tras una pausa de 15 minutos, volver a repetirla, al no lograr Fernández Llera el apoyo de los tres quintos de la Cámara obligatorio en primera ronda.
Sin embargo, la atención estaba puesta en Adrián Barbón, presidente del Principado, que volvía a la Junta después de la trifulca con la que acabó la sesión plenaria del martes. En el momento de abrazar a la dimitida consejera de Transición Ecológica Belarmina Díaz, Álvaro Queipo acusó a Barbón de acusarle de «baja catadura moral». Una frase para la que pidió derecho a réplica el diputado del PP Agustín Cuervas-Mons, que acabó expulsado por el presidente de la Cámara, Juan Cofiño.
De hecho, Barbón inició su comparecencia diciendo que lo hacía «con humildad, mucha humildad a la hora de afrontar esta tragedia y con mucho trabajo, en tres ejes: todo lo que tiene que ver con la investigación, nos queremos presentar como acusación particular y estamos dando medios a la Justicia; con la técnica, con la comisión de investigación específica en la que están las personas que más saben de carbón en Asturias; y en la inspección general de servicios. Que ha sido clara cuando algo no funciona, para reconocer dónde se puede actuar, ver las negligencias que se pueden haber cometido. Mi compromiso es llegar hasta el final».
Una palabras que no convencieron al líder del PP. «El martes le traicionaron los nervios, puede increparme tantas veces como quiera, que yo no voy a dejar de representar al pueblo asturiano», le dijo, algo que rechazó Barbón. «No le increpé, solo contesté a sus gritos de 'vergüenza' que vergonzoso era que usted no le haya cogido el teléfono a la consejera, después de haberle dicho que era la perfecta para este cargo. Y le dejó en leído un guasap».
Queipo señaló que, precisamente, la primera comparecencia de Belarmina Díaz tras el accidente mortal en la mina de Cerredo, «fue la más bochornosa que se recuerda. No aclaró nada, pero sí alarmó a todos. Reconocía que se extraía carbón de forma ilegal, pero usted no la cesaba porque la necesitaba como escudo». Enumeró el presidente del PP que «lleva tres consejeros de Transición en tres años. La tercera, Belarmina Díaz, que todavía decía ayer que iba a venir a la Junta cuantas veces haga falta cuando ya había dimitido. ¿Qué circo es este?». Sobre esa dimisión, «¿por qué no dimitió el viernes y sí el lunes por la tarde? Lo hizo en cuanto supo que habría comisión de investigación».
Muy enfadado, el portavoz del PP exigió a Barbón que «asuma su responsabilidad, es un escándalo que ya le salpica directamente a usted, que se negó ayer a dar la cara una vez más, y volvió a esconderse detrás de su consejera». Además de bautizar el caso como 'caso Barbón', Álvaro Queipo se preguntó «¿Su fallo en la inspección de minas fue por incapacidad o por hacer la vista gorda? ¿Cuánto carbón se extrajo? ¿Dónde se vendía?».
No menos enfadado se mostró Barbón, que acusó directamente a Queipo de «utilizar a las personas. Ya me habían advertido los suyos contra usted. Por eso nunca ha ganado en ninguna elección en Castropol, porque utiliza a las personas en beneficio propio».
Más directa fue la portavoz de Vox, que también interpeló al presidente sobre lo sucedido. «Usted solo quiere salvar su culo», le dijo, para señalar que «esto no es el caso Blue Solving, sino el caso Barbón. No nos merecemos lo visto aquí. Usted debería haber comparecido en lugar de dejar a su consejera a los pies de los caballos. Solo vino a sacarse la foto con el abrazo a la consejera. El abrazo de Judas».
Para ella, el presidente regional tiró de su religiosidad. «Habla usted del abrazo de Judas, cuando lo que ocurrió fue el beso de Judas, eso demuestra que soy más cristiano que usted». Le recordó, además, que «esta Cámara tiene una sentencia del Tribunal Constitucional por ir contra la presunción de inocencia de una persona. Un caso único». La última palabra, no obstante, fue del presidente de la Cámara al cerrar el pleno. «Que tengan buena Semana de Pasión los que sean creyentes, que la semana de pasión parlamentaria concluye aquí y ahora».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.