Los profesores asturianos no quieren ser directores
49 de las 93 vacantes de equipos directivos para el próximo curso no han sido cubiertas
Hace tiempo que a la Consejería de Educación le cuesta cubrir los puestos de las direcciones de colegios e institutos. Hace tiempo que no ... son demasiados los voluntarios que deciden dar el paso y que la consejería se ve obligada a designar unilateralmente a los responsables. La situación se ha vuelto a dar. Los sindicatos y los propios directores vienen advirtiendo desde hace tiempo de las complicaciones pero en el reciente conflicto educativo se ha hecho aún más patente.
El BOPA publica hoy la relación de personas que asumen la dirección de centros educativos que estaban vacantes para el curso 2025-2026. Había 93 vacantes, pero solo 44 han sido cubiertas. 49 direcciones, por lo tanto, quedan por el momento sin cubrir, ya que ningún docente ha presentado proyecto para optar al puesto.
ANPE ha llamado la atención sobre ello. «Esto significa que el 52% de los centros educativos continuarán sin proyecto para de dirección, para el próximo curso, una cifra que evidencia la gravedad del problema al que se enfrenta la red pública de centros educativos en Asturias».
En estos casos, la Consejería de Educación debe proceder a realizar nombramientos forzosos para cubrir la dirección de dichos centros. «Esto supone que los equipos directivos no accederán al cargo mediante un proyecto propio con una perspectiva de gestión a cuatro años, sino que asumirán la responsabilidad de forma provisional y, en muchos casos, por un solo curso académico», explica Mariela Fernández, responsable de plantillas de ANPE.
El sindicato ya había advertido de la situación y, de hecho, realizó un estudio sobre lo que estaba sucediendo. Y lo que sucede es, a su juicio, que «las plazas de dirección son poco atractivas y los docentes rechazan ocuparlas ante la enorme responsabilidad, carga burocrática y escaso reconocimiento administrativo y económico por parte de la consejería, quien, a pesar de conocer esta realidad, sigue sin abordar la propuesta sindical de ANPE para incentivar adecuadamente estos puestos, fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema educativo»
De todo ello se ha hablado mucho durante la huelga educativa. Al inicio de las movilizaciones, casi dos centenares de directores de la comunidad elaboraron un completo manifiesto en el que daban cuenta de la situación de los centros. Se lo hicieron llegar al presidente del Principado. Algunos incluso tuvieron oportunidad de hablar con Adrián Barbón durante unos minutos. Después, la situación se agravó e incluso se llegaron a anunciar 85 dimisiones en bloque, que la nueva consejera logró reconducir.
«Este problema no se circunscribe a la actual convocatoria para colegios e institutos, conservatorio, etc., sino que se extiende también a los centros de 0-3, siendo habitual tener que recurrir a nombramientos forzosos, incluso al personal interino, cuya ocupación del destino se limita a un curso, agravando la ausencia de continuidad de los proyectos directivos y pedagógicos de los centros«, lamenta el sindicato. En el reciente acuerdo Asturias Educa se han dado algunos pasos, como medidas de apoyo a las direcciones unipersonales, que además serán reconocidas como puestos de difícil desempeño, al igual que en los centros de 0 a 3.
Según ANPE, «llama la atención que quedan vacantes de centros en grandes poblaciones como Oviedo, Gijón o Avilés, que, a priori, podrían ser más atractivos. El problema está en el tamaño y la complejidad de los mismos. Pero los centros pequeños tampoco se libran: ¿por qué? Son colegios en los que no hay personal administrativo, ni consejero siquiera, en los que el director/a se ocupa literalmente de todo (abrir y cerrar el centro, compras, contrato de limpieza, gestión económica, jefe de personal… y de sus clases como docente, claro)».
El sindicato considera «imperativo» aplicar otro de los acuerdos del Asturias Educa, que pasa por la contratación de administrativos que ayudarán a los centros en la gestión.
Además de eso, ANPE propone revisar las condiciones laborales y retributivas de los equipos directivos, reducir la carga burocrática, dotar de mayor autonomía y recursos y «el reconocimiento real de la función directiva como motor de mejora de la educación pública»..
La cuestión es la necesidad de revertir la situación para que «todos los centros educativos cuenten con equipos directivos estables, motivados y respaldados por la administración. La educación pública asturiana no puede permitirse un curso más con casi la mitad de sus centros sin dirección».
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