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Pocas cosas mudan tan rápido como la política. El lunes pasado, a las ocho en punto de la mañana, el equipo de prensa de la ... diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé convocaba de urgencia a una rueda de prensa en la que la parlamentaria, acompañada de Xune Elipe y Laura Tuero, en la que el equipo anunció su intención de solicitar la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre el accidente minero de Cerredo. Al día siguiente, en el pleno en el que Belarmina Díaz dimitió como consejera, y entre la primera intervención de ésta –en la que aportó los datos con los que el Principado dice contar sobre el accidente– y la segunda –en la que la consejera anunció su dimisión irrevocable–, Tomé intervino para insistir en que han de aclararse todas las responsabilidades políticas y, a la salida del pleno, aclaró que «he hablado de responsabilidades políticas, en plural».
Incluso, el miércoles, en pregunta al presidente también en pleno, reclamó conocer qué entiende Barbón por 'caiga quien caiga' en referencia a esas responsabilidades. Eso sí, con el PSOE e IU, tras la dimisión de Belarmina Díaz, ya en clave de rechazo conjunto a la solicitud de comisión de investigación, Tomé adoptó una posición intermedia. Insistió en la necesidad de que se aclaren todos los aspectos del accidente (el lunes había pedido a «los grupos progresistas que apoyen la creación de la comisión»), pero también advirtió a los partidos de la derecha que no permitirá que una comisión de investigación se convierta en un arma política arrojadiza contra nadie.
Y en este punto procesal, Covadonga Tomé apuntó que, con el cambio el escenario, la decisión sobre si sigue apoyando la creación de una comisión de investigación parlamentaria va a ser consultada en el seno de su organización. De hecho, ayer mismo confirmó a este periódico que «la consulta con las bases de Somos ya está en marcha».
Las circunstancias y la aritmética parlamentaria vuelven a situar ahora a Tomé (y a las bases de Somos Asturies, por extensión y por consulta) en el epicentro y como clave de la decisión de la Junta General. ¿Por qué? Porque si para la creación de la comisión su solicitud no bastaba (tienen que proponerlo o dos grupos parlamentarios o un quinto de los 45 diputados de la Junta, ésto es, nueve), en cambio, su voto será clave para determinar si hay o no comisión.
Y esto, porque el artículo 68.2 del Reglamento de la Junta establece que si la Mesa de Portavoces registra la oposición de algún grupo parlamentario a la creación de la comisión (PSOE e IU lo harán) «la creación de la Comisión se someterá a votación del pleno» del Parlamento autonómico. Y en ese lance, Tomé sería el voto 23 de 45 tanto si vota a favor como si vota en contra de la comisión.
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