Los empresarios de Asturias eligen hoy a su presidente entre María Calvo y José Manuel Ferreira
Están llamados a las urnas 541 vocales que representan a las 76 asociaciones y 77 empresas singulares de Fade
El proceso electoral de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade) finaliza hoy, a las 18 horas, tras una intensa campaña electoral, marcada por los ... desencuentros entre los candidatos, María Calvo y José Manuel Ferreira, de perfiles muy distintos. Están convocados un total de 541 vocales, que representan a las 76 asociaciones y 77 empresas singulares. Cada asociación federada tiene dos vocales natos y un número variable de votos que se determina en función de diferentes variables, a través de las cuáles se estima su peso en la economía regional. Por su parte, cada empresa singular tiene dos vocales natos.
Por un lado, la aspirante a la reelección, Calvo, quiere continuar el trabajo iniciado hace cuatro años. Su programa, «valiente, riguroso y también con los pies en el terreno», enmarcado bajo el título 'Una agenda con propósito', se agrupa en cuatro ejes. El primero, las personas. En él defiende que la Formación Profesional Dual sea un modelo sólido, alineado con las necesidades de los sectores. Además, incluye la puesta en marcha de un observatorio del absentismo. El segundo propósito es el de la competitividad. En él pone el foco en la necesidad de «una fiscalidad justa para competir en igualdad.
Programas electorales en Fade
El tercero aboga por la modernización y la presencia de Fade en todo el territorio asturiano, y en él se incluye la lucha contra la burocracia y el exceso de regulación que lastran la competitividad. Por último, el cuarto propósito es contar «con una organización interna sólida, representativa y profesionalizada» y una presidencia «fuerte, pero colegiada». También aboga por una mayor coordinación con las cámaras.
El programa electoral de Ferreira lleva el lema 'Es la hora de los empresarios', también se distribuye en cuatro grandes bloques, que se inician con un nuevo modelo orgánico de representación empresarial al que aspira, con «la urgencia de revitalizar la calidad democrática de la organización, que esté más cerca de las empresas y de los autónomos que de algunos directivos de algunas asociaciones» y también «que haga sudar más la camiseta a las administraciones públicas».
El segundo apartado, dedicado a los procesos de ayuda a las empresas, apunta, entre otros aspectos, a la fiscalidad, «la más costosa para el desarrollo de las actividades empresariales de España». El tercer eje alude a los proyectos de región, en el que figura el objetivo de crear una 'Asturmetrópolis' –lograr «la imagen de una ciudad por encima de los 500.000 habitantes»– y el impulso a la competitividad y la productividad. El cuarto punto, el de la representatividad empresarial, incluye aspectos como la concertación, que «ha sido muy cómoda para el Gobierno y muy poco efectiva para la actividad», y en la que exigirán incorporaciones tecnológicas que acaben con la lentitud burocrática.
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