Las lentejas ya no son comida de viejas
La legumbre se convierte en pasta, se integra en ensaladas y protagoniza multitud de platos más allá del guiso tradicional
El refranero popular no hace justicia a las lentejas, leguminosa rica en fibra, proteínas, minerales y vitaminas. La legumbre reniega del dicho que las enmarca en la cocina de viejas y se reivindica como ingrediente saludable que acompaña ensaladas, protagoniza albóndigas, se convierte en harina, gratina o escolta carnes y pescados como guarnición.
Su humildad no está reñida con el sabor y son platos habituales en el hogar familiar, en la cocina de supervivencia estudiantil y en los tuppers maternos, por sencillo, socorrido y económico. En España lo habitual es guisarlas acompañadas de verduras, habitualmente chorizo y las patatas chascadas.
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Las lentejas se cuecen rápido y requieren un menor periodo de reposo. Basta hidratarlas un par de horas para triunfar y hay quien ni siquiera las baña previamente en agua. En España, el rotundo éxito del guiso ha opacado durante años su versatilidad, algo que no ha ocurrido más allá de nuestras fronteras, donde se disfrutan cocinadas de distintas maneras.
En la India es tradicional el Dahl, curry de lentejas rojas de exótico sabor por la confluencia de especias: cúrcuma, jengibre, comino, pimentón, canela, pimienta negra, chiles molidos…, de la leche de coco y del cilantro
No existe una única lenteja. Las hay rojas, pardinas, rubias, beluga, verdinas… La creciente preocupación por una alimentación saludable ha impulsado su consumo, integradas en recetas frías y en preparaciones que distan años luz de humeante plato de cuchara al que tradicionalmente se asocian en el país.
En el universo vegano triunfan las hamburguesas de lentejas y una boloñesa a su costa. También tienen hueco en las ensaladas ; incluso Esther Manzano elaboraba la suya propia en La Salgar. Alain López, del Loco del Pelo Rojo, en Oviedo, propuso en las páginas de Yantar Alain López disfrutar de un 'fattush', ensalada originaria de El Líbano y Jordania a base de lenteja roja y vinagreta de melaza de granada y sumac.
El hummus de lentejas es sabroso y facilón, sorprendente el falso risotto de lentejas y también hay quien las convierte en muffins junto a la naranja. Salteadas con setas, acompañando pescados y carnes como guarnición, convertidas en tartar, albóndigas o croquetas también encuentran su lugar.
Hay lasañas e incluso musakas rellenas de lentejas y cada vez más pastas elaboradas con ellas. La harina de lentejas amenaza con ponerse de moda convertida en alternativa saludable y nutritiva a la de trigo. Es rica en proteínas y fibra y no contiene gluten. Basta triturar las lentejas para obtenerla y puede fácilmente convertirse en la base de una pizza o el corazón de elaboraciones reposteras.
