Baragaño reclama el AVE, la autopista del mar y más conexiones aéreas

Como anfitrión, al presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, le tocó abrir el turno de intervenciones. Y lo hizo con un discurso prolijo, en el que comenzó hablando de la nueva Ley de Cámaras y terminó reclamando una reducción de la presión fiscal y la mejora de unas infraestructuras que «avanzan despacio». De esta manera, exigió el «AVE de conexión con la meseta», más conexiones aéreas que «resultan muy escasas y caras, dificultando la conectividad eficiente de nuestras empresas con sus clientes globalizados», y, en pleno debate sobre la autopista del mar, Baragaño hizo especial hincapié en advertir de que «es absolutamente imprescindible su continuidad».

Como también es imprescindible para el presidente cameral una apuesta «firme» por El Musel, por la ZALIA y por sus conexiones. «La regasificadora debe activarse en cuanto al gasoducto de enlace con Llanera esté terminado, contribuyendo a la estabilidad del suministro centroeuropeo y abriendo la posibilidad de abastecimiento como combustible para buques». Y en ese capítulo de reivindicaciones pidió esa rebaja de la presión fiscal como «elemento clave para favorecer la inversión de las empresas y el consumo de las familias».

Baragaño fue el primero en señalar la mejoría económica, en referirse a cifras positivas, y en alentar a continuar con el trabajo «sin ser complacientes con esta mejoría». La tarea que les queda a los empresarios, dijo, es invertir y crear riqueza con sus actividades, y la de las instituciones, facilitar las condiciones para que ello sea posible. «Es necesario avanzar en las reformas, en la simplificación y mejora de la eficiencia, que solo se conseguirá con una gran generosidad y ausencia de protagonismos innecesarios».

Y además de hacer un extenso repaso a una actividad cameral en aumento, Félix Baragaño reflexionó sobre la nueva Ley de Cámaras que las consolida «como elemento catalizador para hacerlas más competitivas» y que supone «un antes y un después, con un nuevo concepto de utilidad y servicio a las pymes». Recordó que aún queda pendiente la adaptación autonómica, por lo que aprovechó para pedir al Principado que las dote de atribuciones, y advirtió que la adaptación a la ley conllevará la desaparición de muchas cámaras españolas. Si bien la de Gijón parte con la ventaja de haber conseguido en los tres últimos ejercicios «unas cuentas en positivo y un balance saneado».