«Cuando llega lo del Festival de Cine, ese 'se acabó' me salió así»

-¿Cómo fue esta vez su llegada a la Alcaldía de Gijón?

-Me sentía muy respaldada por el electorado y dije: 'Aquí hay que cumplir'. A la investidura llegamos a un acuerdo con el PP y con Vox, porque desde el convencimiento entendía que ese acuerdo representaba realmente lo que había querido una mayoría histórica en la ciudad. Sentí tranquilidad. Pero en mi partido saben y respetan que después de la investidura no es que deje de representar a mi partido, sino que paso a una obligación, que es la de representar a todos los gijoneses.

-Hace referencia a una investidura con tres partidos, pero ya son dos...

-Hoy somos dos, sí.

-La portavoz de Vox dice que era un movimiento que usted ya tenía planificado.

-Yo cuento lo que es la verdad. Recuerdo que estaba en tránsito a una visita a Cabo Noval, con la concejala de Seguridad, Nuria Bravo, cuando me llaman y me dicen que Sara Álvarez Rouco está dando una rueda de prensa. Me mandan sus declaraciones y digo: 'Pero bueno, esto es una locura. Qué broma es esta'. Si de algo no se habló en ningún contacto que se tuvo con Vox para el acuerdo fue del Festival de Cine.

-¿Y entonces?

-Ese desmontar lo que era la esencia del festival a un mes de su inicio me parecía tal locura que fue cuando dije: 'Vamos a poner un tweet y vamos a decir que esto se acabó'. Cuando volví a Gijón, pedí media hora para pensar y convoqué una rueda de prensa. Fue todo así, de seguido, porque no tenía otra manera. Esa fue la secuencia de los hechos, con lo que no estaba preparado.

-Pero había habido incidentes previos, ¿no es cierto?

-Hubo uno con el tema del asturiano, pero quise creer que por la falta de experiencia y que no se habían expresado bien. Pero los dos concejales cumplieron en la entrega de premios del concurso de tonada. Es cierto que aquella mañana me llamó la concejala de Hacienda, María Mitre, y me dijo: 'Carmen, me llamó Sara Álvarez Rouco, que no va a apoyar el proyecto de las ordenanzas fiscales, que habíamos quedado en que se iba a bajar el IBI'. ¿Pero cómo? ¡No es cierto! Siempre coincidimos en bajar la presión fiscal a los ciudadanos, pero que primero había que conocer las cuentas. Pero cuando llegó lo del festival, ese 'se acabó' me salió así. Porque era la única manera de decir no. El Festival de Cine no se toca.

-Pero al final, uno de los concejales de Vox se desmarcó...

-Sí. Fue al sábado siguiente y dejó una puerta entreabierta para poder seguir trabajando por Gijón. Él (Óliver Suárez) manifestó su interés de reunirse conmigo y en esa conversación dice que le gustaría seguir trabajando por Gijón. Yo le advierto que tiene que ser en los términos en los que está, que ahí no cabe ningún tipo de mejora. Después él cumple el trámite de pasar a ser concejal no adscrito, del que me entero por la secretaria general, y más tarde habla conmigo y dije: pues vamos a seguir como estamos.

-¿Por qué?

-Primero, porque el concejal se desdice que aquella deriva que había tomado su partido. Además, hace una tramitación legítima y yo entiendo que puede aportar la estabilidad que necesita el gobierno de Gijón.

-La oposición la acusa de apoyarse en un tránsfuga...

-Es su opinión y yo la respeto. Pero no incurrimos en ninguna ilegalidad y mientras siga trabajando por el interés de Gijón, lo mantendré en su puesto.