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Las fuerzas de seguridad libias hacen guardia frente a un edificio que recuperaron tras los enfrentamientos nocturnos en el distrito sureño de Abu Salim, en Trípoli, este martes. AFP

La asturiana Begoña Fernández Costales y otros ocho españoles, atrapados en Trípoli en medio de un conflicto armado

La directora general de la compañía Bego Costa África y presidenta de las Federación de Mujeres Empresarias de Asturias se encuentra junto a sus compatriotas, uno de ellos tunecino residente en Gijón, en el sótano de su hotel a la espera de poder ser evacuados a la embajada

Miércoles, 14 de mayo 2025, 10:14

Lo que empezó como una misión comercial ha terminado en un grave conflicto. La gijonesa Begoña Fernández Costales, directora general de la compañía Bego Costa África y presidenta de las Federación de Mujeres Empresarias de Asturias, se encuentra atrapada en un hotel de Trípoli junto a otros ocho españoles. «Nos dicen que estemos tranquilos, que están tratando de sacarnos de aquí, pero estamos oyendo los tiros», cuenta a EL COMERCIO. La misión, encabezada por la Cámara de Comercio de Tarragona, llegó a Libia este lunes: «La situación entonces estaba bien, con una calma tensa, como siempre es aquí, pero bien». Una reunión entre las dos grandes milicias que controlan la capital fue el orígen del conflicto: «El jefe de una de ellas sufrió una emboscada, lo mataron junto a otros colaboradores, trece muertos en total, y ahí estalló todo».

El aeropuerto está cerrado desde ayer por la mañana y ellos, en permanente contacto con la embajada española: «Nos están ayudando todo lo que pueden, primero nos dijeron que quedásemos en el hotel, luego que no nos acercásemos a las ventanas y, desde las 7 de la mañana, nos han bajado al sótano». La idea es esperar a que la situación permita evacuarlos a la embajada de España: «Allí podríamos estar varios días hasta que podamos abandonar el país».

La delegación española, a su llegada a Trípoli este lunes
Begoña Costales, en primer plano, junto al resto de la delegación española.
Cena previa al recrudecimiento del conflicto.
La delegación española, confinada en el sótano, mantiene la tranquilidad a la espera de ser rescatados.

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Begoña Costales trabaja con África desde hace más de una década, dos años en Libia, y confiesa que jamás se ha encontrado en una situación semejante: «Soy prudente y cauta en mis movimientos», cuenta con absoluta entereza a pesar de los difíciles momentos que están viviendo: «Llevamos toda la noche oyendo tiroteos y bombardeos, se ha cumplido el peor de los pronósticos porque parecía que la cosa iba a calmarse pero están llegando a Trípoli integrantes de milicias de todo el país aliados con la que ha sufrido la emboscada». El peor de los temores ahora es que se esperan tropas terrestres pero también aéreas: «Nos dicen que es importante que podamos salir antes de que eso ocurra, también que las guerrillas no van a atacar extranjeros, pero no sabemos nada más».

Junto a Begoña Costales hay otros ocho españoles, procedentes de la propia Cámara de Comercio de Tarragona y distintas empresas de Madrid, Cataluña, Málaga y Valencia. También un tunecino con nacionalidad española y residente desde hace década en Gijón

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