Iván Suárez, empresario y gerente de El Llagar de Colloto
«Mi intento hasta ahora es que el queso Cabrales se quede en Asturias»«Hay parte pasional, es un producto que sale de las manos y del esfuerzo de muchas gente que lleva años haciéndolo»
. Iván Suárez, un nombre consolidado en el panorama ovetense, encarna la esencia del hostelero moderno que respeta sus raíces mientras mira hacia el futuro. ... Es reconocido por dirigir el popular Llagar de Colloto y por su ya habitual victoria en la puja del queso Cabrales más caro del mundo.
–El precio del queso Cabrales en la subasta no deja de subir: de 14.000 euros en 2018 a los 37.000 euros de este año. ¿Cómo vive esta escalada?
–Es un poco el método de la puja y es especial conseguir que sea todos los años el queso más caro del mundo, es lo que hemos hecho por quinto año consecutivo. Cada año el precio adquiere una dimensión diferente. La puja sube de 500 en 500 euros, este año de 1.000 en 1.000 euros, y claro, todo el mundo quiere llevarlo. Al final, es algo bonito de vivir.
–Ante las críticas que a veces surgen sobre pagar tanto por un queso, ¿cuál es su respuesta?
–Los números nunca salen, pero para esto tenemos en cuenta varias cosas: la parte publicitaria que conseguimos es incalculable, y solo con eso ya valdría la pena hacerlo. Luego está la parte pasional, que nos lleva a apostar por un producto asturiano, un producto nuestro, un producto que sale de las manos y del esfuerzo de tanta gente que lleva tantos años haciendo esto. Luego está la venta directa y en nuestra web ganaderíacabrero.es, y en los locales, todo suma. Estas tres cosas hacen que cada año estemos ilusionados por conseguirlo.
–Y con esto, también se hace publicidad de Asturias, ¿verdad?
–Efectivamente. Nuestros locales están ubicados en la región y, aunque no pasaría nada si el queso se lo llevase una empresa que no es de Asturias, mi intento hasta ahora es que se quede aquí.
–Hablando del sector, la situación laboral es un tema recurrente. Se dice que faltan profesionales...
–Imagino que la situación laboral está un poco complicada en general porque faltan profesionales para todos los sectores. Es verdad que el tema de aprender un oficio hoy en día está un poco en segundo plano. Yo la verdad es que tengo una gente trabajando maravillosa, muy fiel, con mucha solera y con muchos años en la empresa.
–Su relación con la hostelería viene de lejos.
–Desde mi niñez, mi adolescencia, mi juventud, todo me lo he pasado rodeado de hostelería. Tengo fotos atendiendo mesas con 10 años. De ahí me vino el amor por esta profesión. Con la ayuda de mi familia y de mi padre, abrimos el primer local, El Tonel, en 1998, en el que aún seguimos siendo referencia y en el cual ahora está mi hijo trabajando, que lo lleva de lujo. He hecho de todo, cafeterías en centros comerciales, eventos por toda Asturias, fiestas, conciertos, etc…, todo lo que aprendimos fue a base de prueba y error. Luego, con los años te centras en lo que más te interesa, en lo que mejor te desenvuelves. Al final, cuando eres joven, te apuntas a un bombardeo, pero luego te vuelves un poco más selectivo.
–¿Cree que el clima está cambiando la percepción de Asturias como destino turístico?
–El tema del clima ha cambiado mucho, no es un sitio tan sombrío como antes. Seguimos sin tener la garantía de qué tiempo va a hacer en una fecha determinada, pero Asturias, a base de la mejoría en el clima y de la gran oferta gastronómica que hay, es un destino increíble para disfrutar. La gente de Asturias es especial.
–¿Nota diferencia en alguien que trabaja con pasión?
–Claro, que te guste lo que haces, que no te lo tomes como un trabajo pasajero para librar un verano. En eso se nota mucho cuando una persona quiere y le gusta lo que hace. Pero bueno, también es nuestro compromiso dar a las personas un trabajo de calidad, que vengan al trabajo contentos y disfruten un poco de él, Al final no podemos pretender que un trabajador sacrifique su vida por un proyecto si no tiene una recompensa. Entonces, ahí está un poco la pescadilla que se muerde la cola: tienes buena gente trabajando si das un buen trabajo, y si es así, ellos cumplen y si hacen un buen trabajo, los clientes vuelven
–¿Cómo ve la tendencia de los bulevares hosteleros en Oviedo, como el del Vasco o la Avenida de Galicia?
–Está muy bien, yo lo veo bien. Internamente no son cosas fáciles de gestionar porque hay muchas diferencias de opinión y muchas formas de trabajar muy diferentes, eso lo sé por experiencia. Pero toda iniciativa que haga que la gente visite una zona interesante es positiva.
–Hable de su ganadería.
–Lo que nos distingue un poco es nuestra ganadería de bueyes. Mi padre cría los bueyes y ahora mismo contamos con entre 105 y 110 cabezas de ganado. La tenemos en nuestros locales en exclusiva y nos distinguimos por eso. Creo que parte del éxito es diferenciarse. Que los restaurantes sean restaurantes de producto, que haya un producto concreto y especial en el, creo que es la diferenciación y el camino.
–Cambiando de tercio, ¿qué tal su etapa como deportista?
–El automovilismo me lo ha dado todo a nivel disfrute, he conocido a mucha gente, he hecho grandes amigos y las carreras me han hecho disfrutar muchísimo. Es una parte que me da la vida por compensada en lo que a sueños se refiere. He competido a buen nivel y he tenido mi momento de gloria en esto, he competido en el Campeonato de Asturias el cual he ganado en diferentes especialidades y también he participado en el de España. Es mi afición y he llegado a cumplir un sueño.
–¿Su opinión sobre las casetas de San Mateo?
– A mí me gustaba el formato que había antes con los chiringuitos históricos, pero los tiempos van cambiando y no queda más que adaptarse. Todo tiene su parte positiva y hay que disfrutar de ello como toque.
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