Oviedo inicia el expediente para poner el nombre de Santi Cazorla a la plaza de América

Las fuentes municipales consultadas por EL COMERCIO confirmaron este lunes que «llevábamos tiempo pensando en ello» en una suerte de reivindicación del enorme trabajo que ha realizado Cazorla por el Real Oviedo a sus 40 años y su papel no solo como líder, sino como el verdadero símbolo de la escuadra azul en el camino del ascenso. Ahora, especificaron las mismas voces consistoriales, «habrá que llevarlo a la junta de gobierno y aprobarlo».

No obstante, la oposición no ha recibido el anuncio con los brazos abiertos. El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Carlos Fernández Llaneza, criticó la iniciativa por «improvisada» y la tachó de «ocurrencia del alcalde». A su juicio, «seguro que hubiese sido más apropiado dar el nombre de Santi Cazorla a la futura y tan esperada ciudad deportiva del Real Oviedo, pero gracias a las gestiones de Canteli, esa decisión parece que va a quedar en manos del alcalde de Siero».

Así, continuó Fernández Llaneza, al alcalde «le parece más fácil cambiar nombres de calles que ocuparse del mantenimiento de las instalaciones deportivas municipales». «Podría interesarse por cómo está el Tensi, donde entrenan y juegan los futuros 'cazorlas'», espetó.

En una línea más moderada, el portavoz de Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares, subrayó la necesidad de consenso para un homenaje de esta magnitud. Su grupo ve con buenos ojos el reconocimiento: sin embargo censura el método de Canteli. «Nos parece bien un destacado reconocimiento a Santi Cazorla, como calle o escultura. Ahora bien, creemos que debería ser objeto de consenso con nuestro equipo y dentro de la Corporación», declaró Llamazares.

La crítica más dura llegó desde Vox. Su portavoz, Sonsoles Peralta, acusó directamente al primer edil ovetense de «secuestrar la celebración para su propio lucimiento y de intentar apropiarse de los valores que representa el futbolista». El domingo, aseveró, «Alfredo Canteli volvió a demostrar su torpeza política y su obsesión por el protagonismo. En lugar de permitir que la celebración del ascenso fuese lo que debía ser –una fiesta del equipo y de la afición–, la convirtió en un acto de autopromoción personal, apropiándose del nombre de Santi Cazorla, que representa todo lo que él nunca ha demostrado: perseverancia, sacrificio y lealtad».

Santi Cazorla fue el principal de los muchos héroes que ha tenido el Real Oviedo este año. Un club al que volvió hace ahora dos años cobrando el mínimo y cediendo los derechos con el único objetivo de hacerlo ascender a Primera División. Y lo ha conseguido.